**Título:** La Protegida del Alfa
**Sinopsis:** En un mundo donde lo sobrenatural y lo humano coexisten en secreto, una adolescente llamada Valeria vive una vida aparentemente normal hasta que un encuentro fortuito con un chico de ojos verdes la sumerge en un universo desconocido. Valeria, quien es mitad humana y mitad lobo, se encuentra en el centro de una lucha por su identidad y su lugar dentro de un clan que sigue estrictas reglas sobre la interacción entre especies. Mientras descubre sus habilidades latentes, se enfrenta a decisiones que cambiarán su vida para siempre y a un amor que desafía las barreras de su mundo.
**Temas a discutir:**
1. **Embarazo adolescente:** El impacto de las decisiones impulsivas en la vida de los jóvenes y cómo estas pueden alterar su futuro.
2. **Conexión entre mundos:** La dualidad entre lo humano y lo sobrenatural, y cómo los personajes navegan por sus identidades.
3. **Reglas del clan:** Las consecuencias de seguir o desafiar las normas establecid
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nuevos encuentros
**Capítulo 3: Nuevos Encuentros**
La tarde se deslizaba suavemente hacia la noche cuando Valeria y Jonathan llegaron a su nuevo hogar. Después de despedirse de Alex con una sonrisa que aún iluminaba su rostro, se sintieron emocionados por el siguiente capítulo de sus vidas. La casa, aunque modesta, tenía un aire acogedor que prometía ser un refugio en medio de los cambios que estaban experimentando.
“Vamos, chicos, tenemos que desempacar”, dijo su madre, Emily, mientras se acercaba al maletero del auto. “Hay mucho que hacer antes de que se haga de noche”.
Valeria se unió a su hermano para sacar las cajas y las maletas. Mientras trabajaban, el aire fresco de la tarde les daba una sensación de renovación, y el ruido de la ciudad se sentía distante, como un eco lejano. Valeria se sentía un poco nerviosa, pero la emoción de estar en un nuevo lugar y la posibilidad de nuevos comienzos la mantenían motivada.
“¿Cuál es tu habitación?” preguntó Jonathan mientras levantaba una caja llena de ropa.
“Creo que la de arriba, en el segundo piso”, respondió Valeria, mirando hacia el interior de la casa. “Me gusta la idea de tener un poco de privacidad”.
Jonathan sonrió, recordando sus propios momentos de soledad en su habitación. “¿Te imaginas? ¡Tendremos un lugar solo para nosotros! Sin padres rondando todo el tiempo”.
“Eso suena genial”, dijo Valeria con una risa. “Aunque no estoy segura de que nuestros padres nos dejen solos por mucho tiempo”.
Mientras continuaban sacando cosas del auto, una figura apareció al final de la calle. Era una chica de cabello castaño claro, con una sonrisa radiante y una energía contagiosa. Tenía una postura relajada y un aire de confianza que la hacía destacar. Valeria no pudo evitar sentirse intrigada.
“¡Hola! Soy Samanta, la vecina de al lado!” exclamó la chica, acercándose con un entusiasmo palpable. “He estado esperando que llegaran. Se siente un poco solitario por aquí a veces”.
“Hola, soy Valeria, y este es mi hermano, Jonathan”, respondió Valeria, sintiéndose de inmediato atraída por la personalidad vibrante de Samanta.
“¡Genial conocerte! Vi que estaban mudándose y pensé que podría venir a darles la bienvenida. ¿Cómo ha sido su primer día en Seattle?” preguntó Samanta, apoyándose en la cerca del jardín.
“Ha sido... diferente. Pero emocionante”, admitió Valeria, recordando su encuentro con Alex. “Aún tengo que acostumbrarme a todo”.
“Te entiendo. Yo también me mudé aquí hace un par de años. Al principio fue un poco abrumador, pero hay muchas cosas que hacer y gente genial por conocer. Si necesitas ayuda con algo, solo dímelo”, ofreció Samanta, con una sonrisa amistosa.
Jonathan se unió a la conversación. “¿Y qué es lo que más te gusta de vivir aquí?”
“Oh, hay tantas cosas. Los parques son increíbles, y a veces hacemos fogatas en la playa. También hay un montón de actividades en la comunidad. De hecho, este fin de semana hay un festival local. ¡Deberían venir!” dijo Samanta, emocionada.
Valeria sintió que su corazón se iluminaba. La idea de un festival, un lugar donde podría conocer más personas y quizás ver a Alex nuevamente, la entusiasmaba. “Eso suena divertido. ¿A qué hora empieza?”
“Empieza por la tarde. Si quieren, puedo llevarlos. Conozco a mucha gente allí”, ofreció Samanta, su energía inagotable contagiando a los hermanos.
“Nos encantaría”, respondió Valeria, sintiendo que la conexión con Samanta se forjaba rápidamente. A veces, era difícil encontrar personas con las que realmente conectaras, pero Samanta parecía ser una de ellas.
“Genial, entonces quedamos así. ¡Ahora, ayúdenme a llevar algunas de esas cosas!” dijo Samanta, señalando las cajas que Valeria y Jonathan todavía tenían en las manos.
Con la ayuda de Samanta, el proceso de desempacar se hizo más ligero. La chica les contaba anécdotas sobre el vecindario, las peculiaridades de los habitantes y los eventos que se llevaban a cabo en la comunidad. Valeria se dio cuenta de que, a pesar de los cambios, había algo cómodo en tener a alguien que ya conocía el lugar.
Mientras trabajaban, Valeria no pudo evitar preguntarse si Samanta también sabía algo sobre lo sobrenatural. Su familia había mantenido su herencia en secreto, pero la curiosidad sobre si había otros como ellos la intrigaba. Sin embargo, decidió que era demasiado pronto para hablar de eso.
Después de que la mayoría de las cajas fueron llevadas al interior, Samanta se despidió, prometiendo volver al día siguiente para mostrarles el vecindario. “Recuerden, el festival es el sábado. ¡No se lo pierdan!” dijo mientras se alejaba.
“Definitivamente estaremos allí”, prometió Valeria, sintiéndose un poco más ligera.
A medida que la noche caía, la familia se reunió en la sala de estar. Había un aire de satisfacción mientras miraban a su alrededor, viendo cómo poco a poco la casa se convertía en un hogar. Valeria se sintió agradecida por el apoyo de su familia y por la nueva amistad que estaba comenzando a florecer.
“¿Qué les parece el lugar?” preguntó Mateo, observando a sus hijos.
“Es genial, papá. Creo que nos vamos a sentir bien aquí”, respondió Jonathan, mientras Valeria asentía con entusiasmo.
“Me alegra escuchar eso. Y recuerden, es importante que nos apoyemos mutuamente en este nuevo comienzo”, dijo Emily, mirándolos con cariño.
Valeria sonrió, sintiéndose afortunada de tener una familia que la respaldaba. Sin embargo, en el fondo de su mente, la imagen de Alex seguía apareciendo. Había algo en él que la atraía, y la idea de verlo en el festival la llenaba de anticipación.
Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Valeria reflexionó sobre su día. Había encontrado un nuevo amigo en Samanta, y el misterio de Alex seguía latente. Pero también había una sensación de inquietud en su interior, un recordatorio constante de que su vida estaba marcada por su herencia.
Con esos pensamientos en mente, se acomodó en su cama, sintiéndose un poco más en paz. El mañana traería nuevas oportunidades, y con un poco de suerte, tal vez también respuestas a las preguntas que la atormentaban. El cambio era aterrador, pero también podía ser emocionante, y Valeria estaba lista para enfrentarlo.