"Renacimiento en la Piscina" sigue la historia de Ji-ho, un joven que, tras una tragedia en su vida pasada como nadador olímpico, reencarna en el cuerpo de un adolescente de 16 años que enfrenta problemas de bullying. Con la mente y la disciplina del nadador fallecido, Ji-ho transforma su vida, superando adversidades y convirtiéndose en un atleta destacado. A medida que enfrenta desafíos en su nueva vida, descubre secretos sobre sí mismo y desarrolla una compleja relación con Seo-yeon, una influencer. Ambientada en Corea del Sur, la historia explora temas de redención, venganza, y el crecimiento personal en un entorno omegaverse.
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Capítulo 3: El Despertar del Guerrero
Las semanas pasaron rápidamente y cada día Seok-jin se sumergía más en su régimen de entrenamiento. Las primeras horas de la mañana lo encontraban corriendo por el vecindario, con el frío aire de Seúl golpeando su rostro. A medida que su resistencia aumentaba, se encontraba capaz de correr distancias mayores sin perder el aliento.
En casa, Seok-jin había improvisado un pequeño gimnasio en su habitación. Utilizaba pesas improvisadas y realizaba ejercicios de calistenia para fortalecer su cuerpo. Con la mente del nadador olímpico guiándolo, cada movimiento era preciso y calculado. Su cuerpo, aunque todavía delgado, comenzaba a mostrar signos de definición muscular.
El cambio no pasó desapercibido en la escuela. Aunque Ji-ho seguía manteniendo un perfil bajo, algunos de sus compañeros notaron la transformación. Sin embargo, el bullying persistía, especialmente por parte de los mismos matones que lo habían atormentado antes. Seok-jin, no obstante, se mantenía enfocado y decidido, soportando las burlas y los empujones con una calma renovada.
Un día, después de clases, Seok-jin decidió visitar la piscina pública local. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se había sumergido en el agua, y sentía la necesidad de reconectar con su pasión por la natación. Al entrar en el recinto, el olor a cloro y el sonido del agua chapoteando le devolvieron una sensación familiar y reconfortante.
Seok-jin se cambió rápidamente y se dirigió a la piscina. Al deslizarse en el agua, todos los recuerdos y habilidades de su vida pasada regresaron con fuerza. Comenzó a nadar con una técnica impecable, cada brazada lo impulsaba hacia adelante con una velocidad y gracia que no había sentido en mucho tiempo.
Pasó varias horas entrenando, perfeccionando sus tiempos y técnicas. Su cuerpo, aunque aún en proceso de transformación, respondió sorprendentemente bien. Sentía que el agua era su verdadero hogar, el lugar donde podía ser él mismo sin las limitaciones de su nuevo cuerpo.
Al salir de la piscina, Seok-jin se encontró con un grupo de chicos de su escuela que también estaban entrenando. Entre ellos estaba Min-ho, el capitán del equipo de natación de la escuela, y uno de los pocos estudiantes que no participaba en el bullying.
Min-ho observó a Seok-jin con curiosidad. "No sabía que sabías nadar tan bien, Ji-ho. No te había visto por aquí antes."
Seok-jin, aún respirando con dificultad por el ejercicio, respondió con una sonrisa tímida. "Me gusta nadar, pero no he tenido muchas oportunidades."
Min-ho asintió, impresionado. "Bueno, tienes talento. Deberías considerar unirte al equipo de natación de la escuela. Estamos buscando nuevos miembros y creo que podrías encajar bien."
La oferta tomó a Seok-jin por sorpresa, pero también lo llenó de una renovada esperanza. Unirse al equipo de natación podría ser la oportunidad que necesitaba para demostrar su valía y continuar su transformación.
"Lo pensaré, gracias," respondió Seok-jin, sintiendo una chispa de emoción que no había sentido en mucho tiempo.
Esa noche, de regreso en casa, Seok-jin se sentó en su habitación y reflexionó sobre la oferta de Min-ho. Sabía que unirse al equipo de natación sería un gran paso, pero también implicaría enfrentarse a sus miedos y a las miradas de sus compañeros.
Sin embargo, la mente del nadador olímpico dentro de él le recordó la importancia de aprovechar cada oportunidad. "Este es tu camino para renacer, Seok-jin," se dijo a sí mismo. "Debes enfrentar tus miedos y demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz."
Con una nueva determinación, Seok-jin decidió que al día siguiente hablaría con Min-ho y aceptaría su oferta. La natación no solo sería su vía de escape, sino también su herramienta para recuperar la confianza y el respeto perdido.
Al día siguiente, Seok-jin se dirigió a la escuela con un propósito claro. Durante el almuerzo, se acercó a la mesa de Min-ho y, con una voz firme, le dijo: "He pensado en tu oferta, y me gustaría unirme al equipo de natación."
Min-ho sonrió ampliamente y le dio una palmada en la espalda. "¡Excelente! Nos vemos en la piscina después de clases. Te presento al resto del equipo."
Seok-jin sintió una oleada de emoción y nerviosismo. Sabía que este era el comienzo de un nuevo capítulo en su vida. La disciplina del nadador olímpico y la determinación de Ji-ho se unían en una fuerza imparable. Estaba listo para enfrentar cualquier desafío que viniera y demostrar que, aunque su cuerpo y su vida habían cambiado, su espíritu seguía siendo fuerte y resiliente.