En un mundo donde la realidad se desvanece en las sombras, una única verdad permanece: el destino siempre tiene la última palabra...
Después de conocer a Carlos en la biblioteca, Laura se enamora locamente de él, pero su amor pronto se convierte en una obsesión peligrosa. A medida que su comportamiento se vuelve cada vez más extremo, Carlos se ve obligado a alejarse y obtener una orden de alejamiento. Pero cuando Laura no puede aceptar el rechazo, lleva su obsesión al límite, desencadenando una cadena de eventos que cambiarán sus vidas para siempre.
NovelToon tiene autorización de Ankhe para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 3: Confrontación
Cuando confrontó a Laura, ella trató de justificar sus acciones diciendo que solo quería estar cerca de él, que lo amaba y que haría cualquier cosa por él.
Pero Carlos no estaba dispuesto a aceptar sus excusas, le dejó claro que su comportamiento era inaceptable y que quería que se mantuviera alejada de él.
Laura quedó destrozada por el rechazo de Carlos. No podía entender cómo algo que ella consideraba amor había resultado ser tan destructivo y doloroso.
Sin embargo, su obsesión por él no disminuyó, en cambio se volvió aún más intensa y ya no había vuelta atrás.
A pesar del rechazo de Carlos, Laura se aferraba desesperadamente a la esperanza de que algún día él cambiaría de opinión. Continuaba con su acoso, enviándole mensajes y apareciendo en lugares donde sabía que estaría, ignorando por completo sus súplicas de que se mantuviera alejada.
La situación llegó a un punto crítico cuando Carlos se dio cuenta de que Laura lo estaba siguiendo incluso hasta su propia casa. Se sintió invadido y amenazado por su presencia constante, decidió tomar medidas drásticas para protegerse a sí mismo y a sus seres queridos.
Carlos buscó ayuda legal y presentó una orden de alejamiento contra Laura. Le dejó claro que no quería volver a verla ni tener ningún tipo de contacto con ella, y que si no respetaba sus deseos, estaría dispuesto a tomar medidas legales aún más serias.
Laura quedó devastada por la orden de alejamiento. Se sentía abandonada y traicionada por el hombre que creía amar, no podía entender por qué su obsesión por él había terminado de esta manera.
Sin embargo, en lugar de aceptar la realidad, decidió que haría cualquier cosa por estar con él, incluso si eso significaba cruzar límites peligrosos y poner en peligro su propia libertad.
Después de la confrontación con Carlos, Laura estaba en un estado de conmoción y angustia. Se dio cuenta de que había perdido la confianza y el respeto de la persona que más le importaba en el mundo, y se culpaba a sí misma por haber arruinado todo, pero eso no cambiaría nada en su personalidad ni en sus planes.
Una vez más fue en busca de Carlos para hablar con él, lo encontro en la plaza sentado en un banco un libro entre sus manos.
— ¡Carlos! — lo llama Laura, acercándose con cautela
— Necesito hablar contigo
Carlos levanta la mirada al escuchar su voz, su rostro endurecido por la ira, el dolor y el rencor.
— ¿Qué más tienes que decir, Laura? — responde él fríamente
— Ya has dicho y hecho lo suficiente, ¿Cómo pudiste hacer eso? — pregunta Carlos, su voz temblando de ira mientras miraba a Laura con una mezcla de incredulidad y disgusto
—¿Qué te dio el derecho de invadir mi privacidad de esta manera? ¡Esto es enfermizo!, hasta podría decir que es repugnante
Laura se encoge ante la furia de Carlos, pero trata de mantener la calma y se sienta a su lado, sintiendo el peso abrumador de su “aparente arrepentimiento”, trata de hablar lo más sincera posible, para que Carlos sienta que ella de verdad se encontraba arrepentida y que no descubra su verdadero objetivo.
.
— Lo siento, Carlos — comienza diciendo ella con una voz temblorosa que casi parece que de verdad se siente arrepentida
— Sé que no hay excusa para lo que hice, fue un comportamiento inaceptable y entiendo si ya no confías en mí — termina de decir sollozando
Carlos la mira con incredulidad, incapaz de comprender cómo alguien podría ser tan imprudente y egoísta.
— ¿Por qué, Laura? — pregunta él, con su tono de voz lleno de dolor
— ¿Por qué estabas tan obsesionada conmigo? ¿Qué te llevó a comportarte de esa manera?
Laura se toma un momento para pensar en algo que sea creíble antes de responder.
— Fue estupidez, Carlos — admite ella intentando parecer sincera
— Estaba sola y desesperada por sentirme conectada con alguien. Pensé que si te conocía mejor, podríamos tener algo especial. Pero me equivoqué — cuando termina de hablar Laura se voltea para limpiar sus ojos, mientras que tenía una sonrisa satisfecha en su cara, evidenciando que todo fue pura actuación, rápidamente volvió a mirar a Carlos para que él no se diera cuenta de nada.
Carlos la escuchaba en silencio, procesando sus palabras con cuidado.
—No puedo simplemente olvidar lo que pasó Laura — responde tajante Carlos
La decepción y el enojo de Carlos eran demasiados intensos como para ser disuadidos por una simple disculpa.
— No quiero volver a verte — le contesta Carlos con frialdad, apartando la mirada de Laura
— Esto ha ido demasiado lejos, no puedo confiar en alguien que es capaz de comportarse de esta manera, estoy mejor solo.
Con esas palabras Carlos se levanta, se da la vuelta y se aleja dejando a Laura sola.
Laura observa cómo Carlos se aleja, sintiendo un nudo en la garganta y un profundo dolor en su corazón. Por un momento, se queda inmóvil, incapaz de procesar completamente lo que acaba de suceder.
Sus palabras de rechazo resuenan en su mente, y se da cuenta de que ha perdido irremediablemente la única conexión significativa que tenía en su vida.
Las lágrimas corren por sus mejillas mientras se levanta lentamente del banco donde estaba sentada. Siente como si un abismo se hubiera abierto frente a ella arrojándola dentro, dejándola en la oscuridad y en una soledad profunda.
Sin embargo, en lo más profundo de su ser una chispa de determinación comienza a arder.
Aunque Carlos la haya rechazado y se haya alejado de ella, Laura sabe que no puede rendirse tan fácilmente. No puede aceptar la idea de perderlo para siempre.
Con pasos vacilantes, se dirige hacia su hogar, su mente dando vueltas en busca de una solución.
Se promete a sí misma que encontraría la manera de recuperar a Carlos.
Mientras camina por las calles solitarias, una idea comienza a tomar forma en su mente, una idea audaz y arriesgada.
Decide que hará todo lo posible por recuperar a Carlos, sin importar los obstáculos que se interpongan en su camino.
Con determinación renovada, Laura se sumerge en la oscuridad de la noche, lista para enfrentar lo que sea necesario en su búsqueda desesperada de su amor.
Mientras Laura avanzaba por las sombras de la noche, su mente se llenaba de obsesión y desesperación por recuperar a Carlos. Cada paso que daba estaba marcado por la determinación de tenerlo solo para ella, sin importar las consecuencias.
Laura se sumergía aún más en su obsesión, convencida de que puede resolver el problema.
Comenzó a idear más planes, cada uno más elaborados y siniestros para acercarse a Carlos, incluso si eso significaba cruzar los límites legales y la orden de alejamiento que le puso Carlos en su contra..
Decide que la única manera de tener a Carlos para ella es eliminar cualquier obstáculo que se interponga en su camino.
Comienza de nuevo con su espionaje y está vez se encargó de que Carlos no descubra que lo seguía vigilando, saboteó sus relaciones con otras personas y manipulaba situaciones para asegurarse de que estén juntos, sin importar el costo.
Con una determinación enfermiza, Laura se sumerge aún más en su abismo de locura y obsesión, incapaz de ver más allá de su deseo de poseer a Carlos. A medida que avanzaba en su espiral descendente, su comportamiento se vuelve cada vez más errático y peligroso, llevándola a un punto sin retorno.
A pesar de los obstáculos, Laura estaba decidida a tener a Carlos para ella sola, sin importar las consecuencias devastadoras que puedan surgir. Su obsesión se convirtió en una fuerza implacable que la consumía por completo, llevándola a cometer actos cada vez más extremos en su búsqueda desesperada de amor y posesión.
Con cada día que pasaba, la obsesión de Laura por Carlos se intensificó hasta convertirse en una obsesión enfermiza. No había límite para lo lejos que estaba dispuesta a llegar con tal de tenerlo para ella sola.
Se infiltró en su vida de manera sigilosa, manipulando situaciones, incluso si eso significa recurrir a la mentira y la manipulación.
A medida que su comportamiento se volvía más desquiciado, Laura se sumergía en un estado de paranoia y delirio. Sus pensamientos la consumían y su obsesión por Carlos la llevaba a crear un mundo de fantasía en el que él es suyo y solo suyo.
Sin embargo, cuanto más se aferraba a su obsesión, más se desvanecía la realidad a su alrededor, su comportamiento era errático y peligroso, pero Laura estaba demasiado absorta en su obsesión como para darse cuenta del daño que estaba causando.
Finalmente, llegó un punto en el que Laura se dio cuenta de que no podía vivir sin Carlos, y estaba decidida a hacer cualquier cosa con tal de tenerlo a su lado. En un acto desesperado de amor enfermizo, Laura elaboró un plan para secuestrar a Carlos y mantenerlo prisionero, convencida de que solo así podrá tenerlo para ella sola, para siempre.