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La Problemática Llegada Del Amor

La Problemática Llegada Del Amor

Status: En proceso
Genre:Romance / Amor tras matrimonio / Embarazo no planeado / Malentendidos / Triángulo amoroso / Melodrama
Popularitas:4.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Beikaoficial

Al descubrir a su pareja en plena infidelidad, Ein Morlyng se sumerge en un torbellino de desesperación y alcohol, esperando que el dolor se disuelva con cada copa. Pero mientras la embriaguez la aleja de la realidad, una serie de eventos imprevistos la arrastra hacia una nueva vida. Entre una boda inesperada, un embarazo sorpresivo y una convivencia forzosa, Ein se encuentra atrapada en un destino que no había imaginado. Ahora, mientras enfrenta un cambio radical en su vida, una pregunta persiste en su mente: ¿Cómo llega el amor?

NovelToon tiene autorización de Beikaoficial para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 20

Me desperté temprano esa mañana para prepararme para una videollamada con el doctor Laurent, el médico de Dewin. Bueno, técnicamente, ahora también era mi médico.

Bostecé mientras estiraba los brazos, apagando la alarma. Me levanté de la cama y fui directo al baño, donde pasé unos diez minutos antes de salir completamente duchada. Me sequé rápidamente mientras caminaba hacia el armario, y elegí una camisa sin mangas que me llegaba hasta los muslos. Después me calcé unas sandalias cómodas y me recogí el cabello en una coleta improvisada.

Me senté frente al escritorio, encendí la computadora e ingresé al enlace de la reunión con Laurent. Como siempre, me tocó esperar.

En estos dos meses, apenas había cambiado. Mi barriga empezaba a notarse, pero Laurent decía que aún era pronto para ver grandes diferencias.

— Señorita Ein, ¿cómo se encuentra hoy? — Al fin, apareció en pantalla.

— Todo bien, Laurent. ¿Y usted?

— Muy bien, gracias. — Respondió cortésmente. — Vamos al grano.

Todo esto me parecía innecesario. Sentía que necesitaba ir a un hospital de verdad, pero Dewin insistía en mantener todo controlado a su manera.

— Hice todo lo que me pidió. César compró las vitaminas y las he tomado tal como me indicó. Creo que todo está bien. — Dije, mirando distraída un punto en la pared.

— Señorita Ein... — Artículo casi en un susurro.

— ¿Sí?

— Debería hablar con el señor Edwards. Pronto necesitará comenzar con las clases psicoprofilácticas, y no es recomendable seguir así. — Su voz era tranquila, pero sentía que sabía más de lo que aparentaba sobre mi situación con Dewin.

— Créame, yo tampoco estoy de acuerdo con muchas de sus ideas. — Murmuré. — De todas formas, se lo mencionaré.

Conversamos por unos treinta minutos sobre el embarazo, pero la verdad, no lograba concentrarme; tenía hambre y eso no me dejaba pensar con claridad. Al finalizar la videollamada, me quedé un rato sentada, debatiendo si salir o quedarme en la habitación.

— Señorita, ¿está despierta? — Escuché la familiar voz de César, tocando suavemente la puerta.

Me levanté y abrí la puerta. Ahí estaba él, siempre impecable y elegante.

— Buenos días, abuelo. — Le sonreí. Él me devolvió una leve sonrisa, inclinando la cabeza ligeramente en señal de respeto.

— Bonjour, señorita. Espero que haya tenido un buen descanso. — Saludó cortésmente. — Su desayuno ya está listo. ¿Prefiere que se lo traiga aquí o le gustaría comer en otro lugar?

— Quiero desayunar en el patio. ¿Puedo? — Pregunté casi rogando.

César negó con la cabeza amablemente. — El día está nublado y hace bastante frío. El viento es tan fuerte que uno de los jardineros tuvo que resguardarse. Creo que podría llover pronto.

— Entiendo... — Respondí, decepcionada.

— Pero ya que lo menciona, el señor Dewin está en casa hoy y también desayunará. ¿Por qué no lo acompaña? Sé que puede parecer mandón y malhumorado, pero tiene un buen corazón. — Dijo en voz baja.

No pude evitar reír. — Dewin es cualquier cosa menos noble. Sabes que es mandón, egocéntrico, y otros términos que prefiero no mencionar. — Le guiñé el ojo, consciente de que César también lo sabía.

— Aún no se han dado el tiempo para conocerse. — Sonrió con paciencia. — Quizá hoy esté más tranquilo. Debería intentarlo, señorita. Estoy seguro de que logrará transmitirle la misma confianza que ha compartido conmigo. —Estuve a punto de responder, pero me interrumpió suavemente: — Además, su bebé también deberá formar un vínculo con su padre, incluso desde el vientre.

Sus palabras me hicieron callar. Tenía razón. No podía privar a mi hijo de tener una relación con su padre. Suspiré, mirando mi vientre y luego a César, quien observaba mi barriga con una sonrisa cálida.

— Tienes razón. Además, acabo de recordar que tengo que hablar con él. — Dije, resignada. — ¿Qué hay para desayunar?

Para mí, esa palabra se había vuelto mágica en los últimos meses: comida. Cualquier cosa que pudiera masticar y tragar.

César se retiró con un asentimiento y yo me volví a la habitación para buscar un abrigo blanco. El frío era implacable. Me lo coloqué y salí de la habitación, cerrando la puerta tras de mí. Cuando llegué al salón, vi a Dewin sentado en el sofá, con una taza de café en la mano, absorto en su teléfono. Me acerqué con cautela, preparándome mentalmente para lo que vendría.

— Buenos días. — Saludé.

Él levantó la mirada, sorprendido de verme allí. — ¿Qué haces aquí tan temprano? — Preguntó sin mucho interés.

— César me sugirió que desayunáramos juntos. ¿Te importa si me uno a ti? — Intenté sonar lo más amable posible.

Dewin frunció el ceño, como evaluando la situación, pero finalmente asintió. — Está bien, si eso es lo que quieres.

Nos sentamos en la mesa y César nos sirvió el desayuno. Traté de iniciar una conversación, pero la actitud fría y distante de Dewin hacía que todo pareciera forzado. Aun así, no me rendí.

— Dewin, necesitamos hablar. — Mencioné después de tomarme un respiro.

— ¿Sobre qué?

— Creo que deberíamos intentar llevarnos mejor. Por el bien del bebé.

Dewin me miró fijamente, como si estuviera considerando mis palabras. Después de un largo silencio, suspiró. — Intentémoslo — Acepto, resignado, sin mucho interés.

Su respuesta no era lo que esperaba, pero al menos era un comienzo. Sabía que sería un proceso largo y difícil, pero estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario por nuestro hijo.

Terminamos el desayuno en silencio, pero al menos había dado el primer paso hacia una relación más llevadera con Dewin, o eso creí.

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Stlouis Mardi
Que grosero/Shame/
cøøkie
¡Continúa, me encanta!
Beikaoficial: Hola! Claro, a su orden mi señoría. 💓
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DreamHaunter
Me encantó lo que escribiste
Beikaoficial: Muchas gracias por leer mi historia, espero que te siga gustando personita hermosa. 💕
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Himura Kenshin
Me has dejado en suspenso, necesito saber lo que va a pasar, ¡actualiza pronto por favor!
Beikaoficial: Holaa! Gracias por leer mi historia. A su orden, mi señoría. 💕
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NovelToon
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