DULCE VENGANZA

DANTE

Desperté con mi bella mujer abrazada a mi pecho, Martina era todo lo que alguna vez soñé encontrar estaba seguro de esto, la amaba, la amaba con toda mi alma, la quería como mi esposa, la madre de mis hijos y mi compañera hasta el día de mi muerte

No sé que sería lo que tanto quería decirme, Pero sea lo que sea nunca haría que la dejé de amar, ella llegó a mi vida para cambiarla por completo, para sanar mi alma destrozada, se que está mujer podría hacer lo que quiera conmigo y aun así jamás dejaría de amarla, la protegeré siempre de todos incluso de mi mismo si es necesario, aunque no entendía porque me había despertado con una extraña sensación en el pecho, como una angustia, como si algo malo fuera a ocurrir este día

Por otro lado hoy pienso arreglar cuentas con el miserable de mi padre y le dejaré en claro de una vez por todas que no le permito que se meta con mi mujer...

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Martina

Me desperté al sentir suaves besos a lo largo de toda mi espalda desnuda, solté una pequeña risita al darme cuenta que Dante me estaba haciendo mimos desde tan temprano, tenía sueño apenas si había dormido unas dos o tres horas nada más

- Buenos días - dije aún con los ojos cerrados

- Buenos días preciosa, vamos arriba te traje el desayuno

Desayunamos en la cama y luego de bañarnos salimos nuevamente para la mansión hoy sería un día complicado, al llegar a la mansión vimos que el auto del padre de Dante estaba estacionado en la entrada

Subimos los escalones de mármol de la entrada a mansión abrazados, al entrar Dante me dio una nalgada lo que me hizo soltar una risita, quise devolverle el golpe dándole un golpecito en el hombro

- Ah con que eso quieres? Ahora verás - dijo Dante y comenzó a hacerme cosquillas por todos lados ayer él había descubierto que las cosquillas eran mi debilidad

Jamás en mis últimos doce años de vida, me había reído al menos una vez como lo había hecho con Dante estos últimos dos días

Nos estábamos riendo a carcajadas cuando una voz fuerte y demasiado agresiva nos saco de nuestra burbuja de felicidad

- SUFICIENTE!! YA NO LO SOPORTO!!!

ACASO DANTE NO TIENES TRABAJO POR HACER? - el maldito infeliz de Julio Salvatore estaba parado frente a nosotros mirándonos como si quisiera matarnos la vena de su cuello parecida que se le reventaría en cualquier momento estaba que ardía de furia

- Si tengo trabajo o no es mi problema no te metas - le respondió Dante de muy mala manera a su padre

- No me hables de esa manera!! - dijo su padre dando un paso hacía adelante Dante me empujó levemente detrás de el y le hizo frente a su padre

- Y como debería de hablarte Julio? - pregunto levantando una ceja

- Con más respeto soy tu padre

- El respeto se gana y tú solo te has ganado mi desprecio

- Te haces muy el hombre porque está esa maldita ramera de mala muerte contigo porque sino jamás me hubieras hablado de esa manera - dijo su padre mirándome con tanto asco que deseé tener un arma cerca y dispararle

- A Isabella no te permito que le faltes el respeto! No eres mas que un viejo miserable e infeliz que hizo de mi vida un maldito infierno Pero ya no mas Julio, ya no mas el jefe te guste o no soy yo y no permito que me sigas humillando o le faltes el respeto a mi mujer - dijo Dante apretando los puños para controlarse y no terminar golpeando a su padre

- Tu mujer! No me hagas reír - dijo el viejo miserable soltando una carcajada - Esa puta no es mas que eso una puta a la que me follare en cualquier momento y luego mataré y tú querido hijito no podrás hacer nada al respecto

Lo próximo que le siguió a eso fue un terrible golpe de puño cerrado que Dante le dió a su padre, Julio Salvatore se tambaleó un poco pero enseguida se recompuso golpeando a su hijo, Dante le volvió a devolver el golpe y en cuestión de segundos eran dos fieras golpeandose una a la otra sin que nadie pudiera separarlos, era impactante ver pelear de esa manera tan brutal a un padre y a u hijo, debía de reconocerlo que Julio Salvatore a pesar de su edad era muy bueno luchando

Ambos estaban llenos de sangre pero ninguno quería dar el brazo a torcer, temía por la vida de Dante, no se porque me sentía desesperada de pensar qué algo malo le sucediera

Un disparo en el aire resonó logramos que al fin padre e hijo se separarán, Damián guardo el arma que acaba de usar y ordenó a los guardias que sacaron a julio Salvatore de la mansión

- Estás muerto Dante juro por mi vida que me las vas a pagar tú y esa maldita mujer me las pagarán

Corrí en dirección de Dante y lo ayude a ponerse de pie, estaba bastante golpeado Pero no tanto como su padre, por lo que ví Dante lo podría haber matado si hubiera querido Pero estoy segura que se contuvo para no asesinar a su propio padre

Se apoyo en mi hombro y con Damián lo llevábamos a la habitación, Damián se despidió ya que se iba de viaje y yo ayude a Dante a quitarse la ropa y entrar en la bañera, busque un botiquín y cure sus heridas

- Te juro que nunca dejaré que mi padre ni nadie te lastime, tendrán que pasar por sobre mi cadáver antes de tocarte - dijo acariciando mi mejilla con tanto amor que logro terminar de derretir mi corazón el no se merece lo que le estoy haciendo

Intento levantarme para frenar todo este plan pero se que mi jefe me mataría si le hecho abajo el arresto de los mafiosos Salvatore lleva años detrás de ello, lo único que puedo hacer es decirle toda la verdad a Dante para que pueda escapar a tiempo, se que una vez que se entere que le he mentido todo este tiempo me va a odiar, tal vez hasta quiera matarme, Pero no importa ya no puedo más, me enamore de Dante, lo quiero, lo quiero demasiado para dejar que le hagan daño, me duele fallarle a mis padres pero no puedo seguir con esta farsa aunque también me duele saber que después de que que diga toda la verdad a Dante lo perderé para siempre

-Qué ocurre preciosa? Por qué lloras? - pregunta Dante cuando se percata que estoy sollozando

- Dante hay algo que debes saber - digo con un terrible nudo en la garganta que apenas me permite respirar

- Que ocurre cariño? No tengas miedo dime lo que sea yo te protegeré

- Dante antes que nada quiero que sepas que lo lamento muchísimo - El me mira sin entender de que le estoy hablando, de pronto sale de la bañera y se envuelve un toallon en la cintura

- Isabella habla cariño dime lo que sea, por favor mi amor confía en mí

- Yo.. Yo...yo no soy quién tu crees - digo con un hilo de voz

En ese momento una gran explosión se siente en toda la mansión fue tan fuerte que varios vidrios estallaron, Dante me tira al suelo y me protege con su cuerpo, quiero gritarle que no merezco que arriesgue su vida por mi, Pero ya es demasiado tarde varios hombres uniformados entran a la habitación seguido por mi jefe quien tiene la sonrisa más grande que pueda existir en el mundo, con este arresto se ganó la lotería

- Dante Salvatore queda detenido por tráfico de armas, lavado de dinero, narcotráfico, múltiples asesinatos y demás crímenes tiene derecho a guardar silencio todo lo que diga será usado en su contra

Buen trabajo Martina - termina por decir mi jefe y es entonces cuando yo quiero que me trague la tierra y me escupa en cualquier lugar que no sea estar frente a Dante quién me observa atónito sin pestañear, está tratando de procesar lo sucedido

- Martina? - pregunta mirándome a los ojos con decepción

- Me llamo Martina Suárez y soy la hija del hombre que matastes cuando eras chico, soy la niña que te suplico por qué no lo hicieras Pero aún así tu terminaste de destruir mi vida... Lo siento Dante - cada palabra que dije fue como si me clavaran cientos de puñales en el pecho jamás pensé que esto sería tan doloroso se supone que no debería de sentirme de esta manera

La decepción en los ojos de Dante me hacen daño

- Todo esto fue una mentira? Todo lo que vivimos fue una maldita mentira? - pregunta con lágrimas en sus ojos y yo solo deseo correr hacía el para abrazarlo Pero no puedo

- Lo siento - digo al borde del llanto

- Tienes dos minutos para vestirte - le dice mi jefe a Dante - vamos Martina - me ordena mi jefe orgulloso de el mismo

- Lo siento - vuelvo a repetir antes de caminar a la puerta, antes de salir de la habitación volteo a observar por última vez a Dante quién sigue inmóvil esposado y mirándome fijamente, curiosamente no veo enojo o odio en sus ojos, veo tristeza y mucho asombro

Salgo de la habitación y me dejó caer al suelo rompiendo en llanto

Lo siento Dante, lo siento