Haniel Estrada un hombre de 22 años lleva 1 año de aprendiz para detective su más anhelado sueño.
Cuando creía que todo iba a ser de lo más normal, empieza a recibir pistas que lo llevan a lugares extraños para solamente quedar en shock al descubrir cadáveres de mujeres adolescentes o jóvenes.
¿En que tipo de juego macabro estará involucrado y por qué a sido el el elegido para jugarlo?
NovelToon tiene autorización de José Luis González Ochoa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
EPÍLOGO
"La sala estaba llena de sonrisas y aplausos mientras Haniel recibía su título oficial de detective. Los jefes de la policía se turnaban para felicitarlo y expresar su admiración por su valentía y habilidad en resolver el caso de Marcos.
—Detective Haniel, su madre estaría orgullosa de usted —dijo uno de los jefes, con una voz emocionada.
Haniel sonrió, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con brotar. La muerte de su madre aún era un dolor reciente, pero sabía que ella había dado su vida para protegerlo a él y a su familia.
—Gracias, señores —respondió Haniel, con una voz firme. —Mi madre siempre me enseñó a luchar por la justicia y a nunca rendirme.
Uno de los jefes le extendió una mano y le entregó un sobre.
—Este es un reconocimiento especial por su valentía y dedicación. Su madre fue una heroína y usted sigue sus pasos.
Haniel abrió el sobre y encontró una medalla con la inscripción "Valor y Justicia". Se sintió orgulloso de su madre y de sí mismo.
—¿Qué pasará con Marcos? —preguntó uno de los jefes.
—Su cuerpo fue encontrado en un lugar alejado de la ciudad —respondió otro jefe. —La investigación concluyó que fue asesinado por su propia esposa, Monserrat.
Haniel asintió, sabiendo que su madre había dado su vida para protegerlo.
—Es un final justo para un hombre como él —dijo Haniel, con una voz firme.
La reunión terminó con aplausos y felicitaciones. Haniel salió de la sala, sintiendo un sentido de orgullo y propósito. Sabía que su madre siempre estaría con él, guiándolo en su búsqueda de justicia."
Sofía se sentó en la oficina del director, nerviosa y expectante. El director, un hombre amable y comprensivo, la miró con simpatía.
"Sofía, lo siento mucho por lo que ha pasado", dijo el director, su voz llena de empatía. "No podemos imaginar lo difícil que debe haber sido para ti y tu familia.
Sofía asintió, sintiendo un nudo en la garganta.
"Quiero disculparme por no haber sospechado nada", continuó el director. "La psicóloga del instituto, nos engañó a todos. Nunca imaginamos que estuviera involucrada en algo tan oscuro.
Sofía se encogió de hombros, aún tratando de procesar todo lo que había sucedido.
"No se culpe, señor", dijo Sofía. "Nadie podía imaginar que algo así estuviera pasando.
El director asintió.
"Quiero asegurarte que haremos todo lo posible para que te sientas cómoda y segura mientras estés en la secundaria", dijo. "Estamos trabajando en mejorar la seguridad y el apoyo emocional para todos los estudiantes.
Sofía se sintió aliviada y agradecida.
"Gracias, señor", dijo. "Significa mucho para mí.
El director sonrió.
"Eres una joven fuerte y valiente, Sofía", dijo. "Estoy seguro de que superarás esto y alcanzarás grandes cosas.
La reunión terminó con una sonrisa y un apretón de manos. Sofía se sintió un poco más ligera, sabiendo que tenía el apoyo de la escuela y su familia.
Haniel se detuvo frente a la casa de Lucía, sintiendo un peso en su corazón. Sabía que esta visita sería difícil, pero necesitaba hacerlo. Llamó a la puerta y, después de un momento, se abrió.
Los padres de Lucía, con ojos rojos y lágrimas en sus caras, lo miraron con una mezcla de tristeza y sorpresa.
"Haniel...", dijo la madre de Lucía, su voz temblando.
"Señores, lo siento mucho", dijo Haniel, su voz llena de emoción. "No pude hacer más para salvar a Lucía. Me culpo por no haber podido protegerla."
El padre de Lucía se acercó y puso una mano en el hombro de Haniel.
"No, Haniel", dijo. "No es tu culpa. Marcos era un monstruo. No pudiste hacer nada para detenerlo."
La madre de Lucía se secó las lágrimas.
"Gracias por venir, Haniel", dijo. "Significa mucho para nosotros saber que te importaba Lucía."
Haniel asintió, sintiendo un nudo en la garganta.
"La quería como amiga", dijo. "Me duele no haber podido hacer más por ella."
Los padres de Lucía se miraron entre sí, y luego volvieron a mirar a Haniel.
"No te culpes, Haniel", dijo el padre. "Tú hiciste lo que pudiste. Lo que pasó no es tu responsabilidad."
Haniel asintió, sintiendo un poco de alivio.
"Gracias", dijo. "Me siento mejor sabiendo que entienden."
Después de un momento de silencio, Haniel se despidió y se retiró, dejando a los padres de Lucía con sus lágrimas y su dolor.
Días después, Haniel visitó a Sofía en la casa donde vivían juntos, la misma casa donde habían crecido. Él había dejado el departamento que tenía para regresar a vivir con su hermana.
En medio de una comida, Sofía le dijo a Haniel: "¿Qué será de Jessica? Ella quedó huérfana. Yo sé que su padre murió a causa de que tú te defendiste, pero el punto aquí es que quedó sola. No me parece justo que ella quede en un orfanato. Necesitamos hacer algo para que no esté tan sola."
Después de escuchar las palabras de su hermana, Haniel estuvo pensativo, observándola y recordando que ella también había quedado huérfana, al igual que él. Los tres habían quedado huérfanos y tenían algo en común.
"Vamos a hacer un proceso legal para poder adoptarla", le dijo Haniel a Sofía. "Para que sea nuestra pequeña hermanita. ¿Te parece?"
Sofía se alegró mucho, se levantó de su silla y se acercó a su hermano mayor. Lo abrazó diciéndole: "Te quiero mucho, te amo. Estoy muy orgullosa del hombre en que te has convertido."
Haniel sonrió, sintiendo un calor en su corazón al ver la emoción de Sofía. Sabía que habían pasado por mucho juntos, pero en ese momento, se sentía agradecido de tener una hermana como ella.
"Vamos a hacer todo lo posible para que Jessica se sienta amada y segura", dijo Haniel. "Vamos a ser su familia."
Y así, Haniel y Sofía comenzaron el proceso de adoptar a Jessica, decididos a darle un hogar lleno de amor y felicidad.
Haniel se había dirigido a una tienda de mascotas en el corazón de la ciudad, conocida por su variedad de razas caninas. La tienda se llamaba "Amigos Fiel" y tenía un letrero con una imagen de un perro sonriente. Al entrar, Haniel fue recibido por el dueño, un hombre amable de mediana edad con una barba blanca.
"¡Bienvenido! ¿En qué puedo ayudarte?", preguntó el dueño.
Haniel sacó su teléfono y mostró una imagen de Max, su querido perro que había fallecido.
"Estoy buscando un cachorro que se parezca a mi perro que murió", dijo Haniel. "Se llamaba Max. Me gustaría encontrar uno que tenga características similares."
El dueño miró la imagen y asintió.
"Entiendo. Déjeme ver qué tengo", dijo.
El dueño revisó sus registros y luego los llevó a una sección de la tienda donde había cachorros de raza mixta.
"Creo que tengo justo lo que buscas", dijo el dueño.
Y ahí estaba, un cachorro que era el clon exacto de Max. Tenía el mismo pelaje marrón claro, las mismas orejas caídas y la misma cola movida.
"Este es", dijo Haniel sonriendo. "Este es mi nuevo Max."
Después de adoptar al cachorro, Haniel salió de la tienda con su nueva mascota en brazos. Caminó por la acera, disfrutando del sol y el viento en su cara. De repente, su teléfono sonó.
Haniel miró la pantalla y vio un número desconocido. Se detuvo en seco y respondió...
Al otro lado de la llamada, respondió una voz muy similar que ya conocía. Era Carlos, el joven al que había interrogado en la sala de interrogatorios.
"Nuestro padre me enseñó todo lo relacionado con matar", dijo Carlos. "Todo lo relacionado con morir, todo lo relacionado con secuestrar, todo lo relacionado con ser un psicópata como lo era él. Un asesino profesional, un asesino en serie."
Haniel escuchó atentamente, sin dejar que sus emociones tomaran el control.
"Querido aprendiz, o debería decir maestro", continuó Carlos. "Lograste vencer a nuestro padre en el juego que él mismo te puso. Mi madre y él están muertos, tu madre también no está. Pero hay algo todavía que puedo usar en tu contra, querido hermano. Y tú sabes muy bien de quién se trata. Podrás proteger a tu hermana de mí."
La llamada se cortó abruptamente, dejando a Haniel con más preguntas que respuestas. Pero en lugar de sentir pánico o miedo, simplemente volteó a ver a su nueva mascota, Max junior, y le dio un beso en la frente.
Luego, se dirigió al teléfono y dijo: "Claro que te voy a encontrar y te voy a detener. Porque el maestro de la muerte nunca falla."