El maltrato se manifiesta de diversas maneras y no siempre a través de la agresión física. A menudo, la vida nos coloca en situaciones donde la baja autoestima nos juega una mala pasada, afectando nuestra percepción y bienestar. Sin embargo, la autoconfianza puede proporcionarnos las herramientas necesarias para transformar nuestras vidas de manera sorprendente, permitiéndonos superar los desafíos y reconstruir nuestra autoestima. En este contexto, es fundamental reconocer las distintas formas de maltrato y trabajar en el fortalecimiento de la autoconfianza como medio para alcanzar una vida plena y saludable.
Es necesario comprender que tenemos valor y no somos simples objetos al servicio de los demás.
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capitulo 20 madrugada agitada.
Cuando llegó don Miguel al hospital, sus nietos ya habían nacido.
Lily esperaba observando atentamente a las enfermeras, mientras atendían a los bebés.
Entregó el bolso con la ropa para los niños y su hija esperando a que le dieran las novedades.
Elizandra fue llevada a una habitación y su padre la acompaño.
Estaba preocupada por ella porque se la entregaban dormida.
— ¿Le pasa algo a mi hija??..— preguntaba tocandole el rostro con cariño.
— Está dormida del cansancio,nos dijo que estaba trabajando cuando sintió los dolores de parto.
¿Usted es??.— preguntaba la enfermera empujando la camilla.
— Soy su papá, seguro está todo bien..— quería colaborandole con el trabajo.
— Si lo está, va a dormir unas cuantas horas no se preocupe.
Está demasiado agotada,no debería estar trabajando con un embarazo a término. — eso sonaba a recriminación.
—¿Y los niños están bien??.— preguntaba por los bebés.
— Si ,las enfermeras están encantadas con sus nietos,nunca vimos bebés recién nacidos tan bonitos.
Se lo digo en serio,siempre les mentimos a las mamás pero con estos dos, no es necesario.
Pero no nos ha dicho el nombre que les daría a los niños,así que colocamos el nombre de la mamá en sus pulseras de identificación.
Son dos pelirrojos hermosos,creo que tendrán ojos azules.
Me imagino que por el papá.— sonreía pensando en que parecían dos bebotes de juguete de tan bonitos.
— Si ...por el papá, entonces voy a ver a mis nietos.— dijo al ver que su hija estaba bien, ya en la habitación.
—Señor son inmensos,tienen casi dos kilos y medio cada uno .
¡¡Pobre madre!!.— no sabían cómo había conseguido cargar a dos bebés tan grandes.
— Siempre cuide de la alimentación de mi hija,ella es una vencedora,voy a verlos.— sonreía orgulloso de su trabajo bien hecho.
En la nursery , volvió a encontrarse con Lily.
Estaba con un bebé en cada brazo y se los mostraba todo alegre.
Las enfermeras al saber que era el abuelo lo llamaron para que entrara y los cargara también.
Lily se puso a sacarle fotos con los niños.
Buscaría de hacerles un álbum con los recuerdos del momento.
— ¡¡Que lindo que estuvieras con ella!!.
Siempre habla de ti con cariño.— le agradecía por todo.
— Yo soy la bendecida de haberla encontrado.
Me da mucha pena que este sola en estos momentos, pero nos tiene a nosotros.
Se que usted al igual que yo ,vamos a mal criar a esos dos hasta el cansancio.
¿Y la tía??.— preguntaba mirando a través del vidrio a ver si se encontraba a doña Alma.
— No vino,aun siguen peleadas.— se lamentaba la situación de tira y afloje en su casa.
— ¡¡Que triste que una madre no apoye a su hija ante la traición!!.
Yo pase por mucho ,pero estaba sola.
Pero ella los tiene a ambos y son una familia especial.— estaba enojada con la actitud de doña Alma contra alguien inocente.
—¿ Quien la traicionó??.— preguntaba, no se enteraba de nada.
— ¿No les dijo??.
Creo que metí la pata.— le había prometido que les contaría y pensó que eso ya estaba resuelto por el bien de los niños.
— Dime que sabes que nosotros no sabemos .
¿Es sobre el papá de los niños??.— empezaba a especular y sacar conclusiones.
—Ella no me ha hablado del papá de los niños,no demasiado.— se atajaba sin saber que decir a continuación.
— Entonces de quien.
Te lo pido por éstos angelitos que no tienen la culpa de nada.— le pedía ayuda.
— No se si deba,en serio pensé que ya lo sabían.
La aconsejé que se los dijera.
Nos la hemos pasado madrugadas enteras ,contándonos nuestras penas.— no quería traicionar su confianza.
— Si sabes algo que pueda solucionar los conflictos entre madre e hija... dímelo.
Te prometo que ésto se queda entre nosotros.— estaba harto de vivir en pie de guerra.
— No se si deba.— había metido la pata.
— Te lo pido, mi esposa me dijo que estaba teniendo a los bebés y se acostó a dormir como si no tuviera nada que ver con ella.
No está bien que esté hasta el último momento del embarazo y casi pariendo en el trabajo.
Por mi no hubiera trabajado ni un solo día.— Lily sabía que no mentia al respecto,así que resolvió hablar por el bien de Elizandra.
— Es sobre Gustavo, pero yo no se lo dije.
Fue antes de la fiesta de egreso.
La tía no la dejó ir a una fiesta en la playa por las notas bajas en matemáticas.
Pero se escapó y fue a buscarlo a su casa.
Su madre le dijo que estaba en la fiesta ,fue hasta el lugar.
Lo encontró en una tienda con una de las chicas más populares de la escuela en una situación complicada.— eso era más o menos el lo había deducido al escuchar a su hija llorar en la habitación cuando fue por agua.
Mas bien ,pensó que era porque no le habían permitido ir a la fiesta,pero con la separación de Gustavo todo le quedó más claro del porque.
— Entiendo,que mas..— debía haber algo mas.
— Gustavo se la pasó buscándola para regresar ,tenía una sorpresa preparada para ella en el baile de egresados ,por eso no fue.
Se enteró también que Gustavo andaba todo el tiempo con las dos y comprendió porque esa chica se burlaba todo el tiempo de ella.
Pero no fue todo.— estaba levantando presión del enojo.
—¿Que más pasó??.— sentía pena por su hija haber pasado por eso sola ,como ahora.
No entendía porque no tenía confianza de hablarles con la verdad.
— Es que Sandra su mejor amiga de esa época vino a verla y le dijo que estaba embarazada de Gustavo.
Queria que lo dejara libre para que tuvieran una oportunidad.
Era algo absurdo cuando ya no tenían nada que ver uno con el otro, se sintió más traicionada.
Ella lo amaba aún y no soportaría verlos juntos ,casados o lo que fuera ,así que resolvió irse a trabajar para estar lejos.— era más complicado de lo que creía.
— Pero el casi no se casa ,fue mas por presión de sus padres.
Venía todos los días preguntando por Eli.
Ni nosotros sabíamos donde estaba,si no seguramente la hubiera convencido de regresar con el.—recordaba como su esposa lo consolaba y se ponía de su lado
— Si.... me lo dijo.
Creo que por eso no les daba la dirección de donde vivia,pero el la traicionó y no lo soportó .
Tenía derecho a no perdonarlo pero creo que su esposa piensa diferente.
Tal vez la tía crea que los cuernos están bien.— pensaba que doña Alma no era tonta y debía imaginar la traición.
— Si supiera de esta historia, no creo que estuviera tan enojada con la niña.— esa era su percepción.
— Bueno abuelito, la niña creció, ahora es una mamá ,una mujer que necesita de nuestro apoyo.— lo consolaba Lily.
— Si...después quiero mas fotos con mi hija y los niños.
Quiero guardar este recuerdo no solo en mi mente , si no que para siempre.—le pedía.
— Todas las que quiera .
Cuando fui al mercado estaba con la cámara, me gusta sacar fotos cuando no tengo ideas .
Tuvieron suerte que la tia Lily estaba preparada,¡¡ hay que lindos son mis sobrinos!!— sonreía.
— Se parecen a mi,decididamente se parecen a mi.— sonreía besando a los pequeños en sus brazos.
Ya tenía otro eslogan para la nueva campaña publicitaria.
Era sobre pañales de bebés y quería a los dos gemelos en ella ,vestidos como ositos.
Tal vez su amiga le prestara a sus hijos para hacerla y de paso ganaba algunos dólares que necesitaría para la crianza de sus hijos.
La mamá de Elizandra no podía dormirse.
Se levantó a limpiar lo que su esposo había roto cuando se fue enojado.
Preparo café y espero a que amaneciera.
No habían rastros que su marido pretendiera regresar, ni una llamada.
Del otro lado Enrique llegaba como siempre a abrir su tienda y uno de los conocidos del puesto de combustible le entregaba la bolsa de Elizandra y las llaves de su auto.
—¿Porque me traes esto??
No puedo creer que el auto de Eli no arrancó.— sonreía pensando en su frustración y en la cara de Gustavo cuando se lo reclamara.
—No es nada de eso.
Creo que nos quedamos sin empleada en la noche por un tiempo .
Nacieron tus sobrinos.
¿No te avisaron??.— le preguntaban.
— ¿ Como que nacieron??.— cuida la tienda voy a salir.
—No puedo cuidar la tienda..— era tarde, ya se marchaba.
Llamó a su madre inmediatamente tal vez no sabían nada.
—Dime..—
— Eli esta en el hospital .— le comunicaba.
— Lo sé tú padre está con ella.— seguía con el desayuno.
— ¿No fuiste a ver a tus nietos??.— no creía la frialdad con la que seguia tratando a su hermana.
—No ,no fui.
No voy a seguir haciéndole fiesta a sus tonterías.— seguía en una posición firme e irreductible.
— Mira mamá ...¡¡me tienes harto!!, y a papá también.
Nunca me metí ,porque se que Eli no quería que lo hiciera.
Gustavo la traicionó.
Ella lo vio con una,yo con varias y nunca le dije nada.
Fui un mal hermano ,pero la apoyé cuando me necesitó .
Fui yo el que dió dinero para que se fuera sin avisarle a nadie.
Si quieres pasar tu vida enojada porque dejo a ese traidor allá tu.
Yo estoy feliz que lo hizo.
No termines un casamiento de años por alguien que no lo vale.— le corto la llamada y fue por su hermana.