Volvi de la muerte, solo para vengarme de los que me lastimaron, tuve que cambiar y volverme fuerte para no sucumbir ante el amor, ese amor que nunca fue y nunca será, mi único objetivo es recuperar lo que un día fue mío.
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Capitulo XX Abigail es mi hija
— Buenos días. — Saludo Diana y Fernando al entrar a la oficina.
Emir se quedó mirando fijamente a Diana quien desprendía un aire de superioridad, además se veía muy hermosa, llevaba un traje elegante combinado con un blazer negro el cual inyectaba un toque de rebeldía a su apariencia, combinado con unos pantalones llamativos y unos tacones altos, los cuales resonaban con cada paso que daba.
— Buenos días, señora Sandoval, señor Leal, por favor tomen asiento. — contesto Emir con cordialidad.
— Gracias. — respondió Fernando pasando a sentarse después de Diana.
— Y bien, ¿cuál es el problema del contrato?. — pregunto Diana yendo directo al grano.
— Aquí les estoy entregando los nuevos cambios que les propongo. — explico Emir entregándoles una carpeta a cada uno.
Diana y Fernando empezaron a leer el fulano contrato, la expresión de Diana cambio de relajada a molesta en cuestión de segundos, lo que estaba escrito en aquel papel era inaudito.
— ¿Acaso se volvió loco?, es no es totalmente absurdo, no pienso correr con la responsabilidad de su incompetencia. — manifestó Diana lanzando el documento sobre el escritorio.
— No se altere, señora Sandoval, como verá no podemos seguir con este acuerdo, así que lo mejor es romper relaciones definitivamente. — explico Emir seriamente.
— Y estoy de acuerdo con usted, pero no pienso correr con la mitad de las perdidas. — respondió Diana sin emoción alguna.
— Así son los negocios, a veces se gana a veces se pierde. — las palabras de Emir llenaron más de ira a Diana.
— No voy a arriesgar el bienestar económico de mi hija solo por un inconsciente como usted, nos veremos entonces en la corte. — respondió Diana poniéndose de pie para retirarse.
— No tengo tiempo para ir a una corte, como sabrá me casaré en unos días y necesito solucionar este problema hoy mismo. — dijo Emir provocando a Diana.
— Usted, su boda o sus problemas no son asuntos míos, así que me importa un bledo lo que tenga que hacer. — acotó Diana indignada.
— Si así piensa entonces tampoco es de mi incumbencia el dinero que usted pierda, así que terminemos este contrato de una vez. — exigió Emir con una mirada sombría.
— Si quieres guerra, pues guerra tendrás. — amenazó Diana harta de esta situación.
Al ver qué Diana se disponía a marcharse, Emir no pudo evitar sentirse abatido, él estaba claro que está reunión era solo una excusa para verla, pero su orgullo no lo dejaba aceptar esa realidad.
— Hay algo más de lo que tenemos que hablar. — dijo Emir evitando que Diana se marchara.
— Creo que ya todo está dicho. — respondió Diana volteando a ver a Emir.
— No todo está dicho. — comento Emir.
— Entonces diga lo que tenga que decir rápido, no me gusta perder el tiempo. — aclaro ella sin ánimos de seguir hablando con Emir.
— A solas. — pidió Emir con su arrogancia característica.
— Fernando es mi mano derecha y entre nosotros no hay secretos. — dijo Diana mirando a Emir.
— Puede ser su mano derecha, pero no es la mía, así que por favor señor Leal déjenos solo.
Fernando espero la aprobación de Diana para salir de aquella oficina, él no aceptaba órdenes de nadie más.
— Fernando por favor déjame a solas con el señor Figueroa. — pidió Diana amablemente.
— ¿Estás segura? — pregunto Fernando preocupado.
— Si, no me pasará nada, solo no te vayas muy lejos, esto será rápido. — contesto Diana asintiendo con la cabeza.
Fernando salió de la oficina de Emir con dudas, él no quería dejar sola a Diana, y no era porque estuviera enamorado de la mujer, era simplemente un cariño de hermano que sentía por ella, pues Fernando había estado con Diana en todo aquel terrible proceso por el cual paso y no quería que su mejor amiga y hermana sufriera por nada no nadie.
— ¡Vaya!, veo que los admiradores te persiguen. — comento Emir celoso.
— ¿De qué quiere hablar?, no estoy para rodeos.
— Ok, entonces directo al grano. — contesto Emir con ironía.
— Por favor y gracias. — dijo Diana en el mismo tono de voz que usó Emir.
— Bien, estuve analizando la situación y sacando cuentas he llegado a la conclusión de que Abi puede ser mi hija biológica. — explico Emir tranquilamente.
Diana se rió de Emir a carcajadas, pues no podía creer lo lento que era aquel hombre para darse cuenta de las cosas, obviamente ella no le iba a negar su parentesco con Abigail, pero tampoco se lo iba a decir de buenas a primeras.
— ¿Apenas se dio cuenta?, creo que le falta agilidad, la misma agilidad que le sobra para juzgarme. — señaló Diana con altivez.
— Entonces estoy en lo correcto, ¿Abi es mi hija?. — volvió a preguntar Emir algo entusiasmado.
— No se lo voy a negar, no tendría caso. — respondió Diana tajantemente.
— Hasta eso me nego, sabía lo importante que es para mí tener un hijo. — contesto Emir decepcionado.
— Pensé que tendría muchos hijos con Mariana, así que no le vi el caso de revelar esa verdad. — aseguro Diana sin cambiar su actitud altanera y prepotente.
— Ya basta del tema de Mariana, esa mujer no significa nada para mí, ahora estamos hablando de mi hija, la hija que usted me negó. — dijo Emir alterado.
— Si no le dije nada, pues fue porque tanto mi hija como yo corremos peligro, así que le voy a pedir que no le diga a nadie sobre ella. — Diana estaba preocupada por la seguridad de la niña, así que fue lo único que Diana pidió con amabilidad.
Emir vio por primera vez el temor en los ojos de Diana, en esos ojos ,azules que tanto amaba se vieron reflejados la ansiedad, la desesperación, la angustia, Diana se mostraba perdida en sus pensamientos, ese tipo de preocupación no podía ser fingida, realmente Diana sentía que Abigail estaba en peligro.
— Realmente tienes miedo por la niña, lo puedo notar en tus ojos. — comento Emir preocupado.
— Olvídalo, yo veré cómo protejo a mi hija,ahora sí eso es todo por favor retirese. — Diana estaba cansada de darle explicaciones a Emir, si él no quería creer en ella entonces que se fuera a la mierda, ella nunca lo ha necesitado y no va a empezar ahora.
tienes mucho talento te felicito