En un mundo donde la magia y la mitología se entrelazan, "Círculos de Fuego: La Llama Eterna" narra la épica historia de un joven guardián, Elian, que descubre su destino en una antigua profecía. Su vida da un giro inesperado cuando encuentra un artefacto perdido que despierta una llama mística con un poder inimaginable. Esta llama, conocida como la Llama Eterna, tiene la capacidad de cambiar el destino del mundo, pero también atrae a fuerzas oscuras que desean controlarla.
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CAPITULO 20: EL RETORNO DE LA OSCURIDAD
Elian, Kael y Lyra regresaron a Eldoria con el cetro completo, pero una inquietud persistente nublaba su victoria. Al llegar a la ciudad, encontraron un ambiente de tensión y miedo. La noticia del retorno de Malakar había precedido su llegada, y la gente se preparaba para lo peor.
"Sabíamos que no sería fácil," dijo Kael, observando las caras preocupadas de los ciudadanos. "Malakar tiene muchos seguidores y su influencia es poderosa."
Elian sostuvo el cetro con firmeza. "Debemos ser rápidos. No podemos permitir que la oscuridad vuelva a dominar."
Lyra asintió, sus ojos reflejando la misma determinación. "La Llama Eterna es nuestra esperanza, pero también nuestra responsabilidad. Debemos usarla sabiamente."
En el templo central de Eldoria, comenzaron el ritual para restaurar el cetro y reactivar su poder. La energía de la Llama Eterna se canalizó a través del cristal verde, llenando la sala con un resplandor brillante. Sin embargo, mientras el proceso avanzaba, una sombra oscura comenzó a envolver el templo.
"¡Es Malakar!" exclamó Lyra. "Está intentando corromper la ceremonia."
De repente, las puertas del templo se abrieron de golpe, y Malakar apareció acompañado de sus mercenarios. "¿Pensaron que podrían detenerme tan fácilmente?" dijo con una risa siniestra. "El poder de la oscuridad es eterno. Siempre encuentra una manera de regresar."
La batalla que siguió fue feroz. Malakar desató una tormenta de magia oscura, intentando romper la conexión del cetro con la Llama Eterna. Kael y Lyra defendieron a Elian con todas sus fuerzas, pero la presión era abrumadora.
Elian cerró los ojos y se concentró, buscando la esencia pura de la Llama Eterna dentro de sí. "Debemos mantener la fe," susurró, sintiendo una oleada de poder. Con un grito de desafío, lanzó una explosión de luz que obligó a Malakar a retroceder.
Pero la oscuridad no cedía. Malakar, con una sonrisa torcida, canalizó una energía aún más siniestra. "Pueden tener el cetro, pero no pueden detener la oscuridad dentro de sus corazones," dijo, lanzando un hechizo que envolvió a Elian en sombras.
Lyra, viendo a Elian luchando contra la corrupción, utilizó todo su poder para mantener el escudo mágico. "No te rindas, Elian. La luz siempre encuentra un camino."
Con un esfuerzo supremo, Elian rompió las cadenas de oscuridad que lo aprisionaban. "La verdadera fuerza viene del interior," dijo, liberando una ola de luz que purificó el templo y debilitó a Malakar.
La batalla finalizó con Malakar debilitado y sus mercenarios huyendo. Sin embargo, la sombra de la oscuridad aún se cernía sobre Eldoria. "Hemos ganado una batalla, pero la guerra contra la oscuridad está lejos de terminar," dijo Kael, ayudando a Elian a levantarse.
Elian, sosteniendo el cetro, miró a sus amigos con determinación. "Debemos estar preparados. Malakar no se detendrá hasta destruir todo lo que amamos y deseamos."
Elian, Kael y Lyra regresaron a Eldoria con la Corona de la Luz Eterna, conscientes de que su misión aún estaba lejos de terminar. La ciudad había comenzado a prepararse para la inminente batalla, con guerreros y magos entrenándose día y noche. La tensión en el aire era palpable, pero también lo era la esperanza.
La noticia del regreso de Malakar y su ejército oscuro se extendió rápidamente, y Eldoria se convirtió en un bastión de resistencia. Los ciudadanos, inspirados por la valentía de Elian y sus amigos, se unieron para proteger su hogar.
Una noche, mientras Elian meditaba con la Corona y el Cetro, Lyra entró apresuradamente en la sala. "Elian, hay un problema. Los exploradores han detectado movimientos inusuales en los bosques cercanos. Parece que Malakar ha comenzado a movilizar sus fuerzas."
Elian asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. "No podemos esperar más. Debemos llevar la lucha a ellos antes de que lleguen a las puertas de nuestra ciudad."
Kael, entrando detrás de Lyra, añadió: "He reunido a los mejores guerreros y magos. Estamos listos para partir en cualquier momento."
Elian se levantó, con la Corona de la Luz Eterna brillando en su cabeza. "Entonces no hay tiempo que perder. Vamos a enfrentarlos y demostrar que la luz siempre prevalece."
El grupo se movilizó rápidamente, liderando un contingente de guerreros y magos hacia el bosque oscuro. La marcha fue silenciosa, con solo el sonido de sus pasos y el susurro del viento en los árboles. A medida que se adentraban más en el bosque, la oscuridad parecía volverse más densa, casi palpable.
Llegaron a un claro donde Malakar había establecido su campamento. La visión era aterradora: criaturas de pesadilla se mezclaban con soldados oscuros, todos ellos listos para la batalla. En el centro, Malakar observaba con una sonrisa maliciosa.
"Así que han venido a enfrentarme," dijo Malakar, su voz resonando en el claro. "Pero no se dan cuenta de que la oscuridad siempre encuentra un camino."
Elian, sosteniendo el cetro y con la corona brillando intensamente, dio un paso adelante. "La luz siempre prevalece, Malakar. Hoy terminaremos con tu tiranía."
La batalla comenzó de inmediato. Los guerreros y magos de Eldoria lucharon con valentía, enfrentándose a las hordas oscuras. Elian, Kael y Lyra se concentraron en abrirse camino hacia Malakar, sabiendo que derrotarlo era la clave para vencer.
Malakar desató todo su poder oscuro, creando un torbellino de sombras que amenazaba con consumirlo todo. Elian, usando el poder amplificado de la Llama Eterna y la Corona de la Luz, respondió con una explosión de luz que contrarrestó las sombras.
Kael y Lyra se unieron a la lucha, atacando a Malakar desde diferentes ángulos. Kael, con su espada encantada, rompió las defensas mágicas de Malakar, mientras Lyra lanzaba hechizos que debilitaban sus fuerzas.
Elian, sintiendo la fuerza de sus amigos y la luz dentro de él, concentró toda su energía en un último ataque. "¡Por Eldoria!" gritó, lanzando un rayo de luz pura que impactó directamente en Malakar.
El líder oscuro, atrapado en la luz, gritó de dolor. "Esto no ha terminado," dijo con su último aliento. "La oscuridad siempre regresa..."
Con esas palabras, Malakar se desvaneció en una explosión de sombras, disipándose en el aire. La batalla había terminado, y Eldoria había triunfado.
Elian, Kael y Lyra, exhaustos pero victoriosos, regresaron a la ciudad con la noticia de su victoria. Los ciudadanos los recibieron con júbilo, celebrando el fin de la oscuridad.
Aunque la batalla había sido ganada, Elian sabía que debían permanecer vigilantes. La oscuridad siempre encontraría formas de regresar, pero mientras hubiera luz en sus corazones, siempre habría esperanza.