Maryory Williams es una mujer de 33 años de edad periodista de profesión cuya carrera está a punto de ser destruida por defender a su antiguo amor de la secundaria y se encuentra en un momento muy importante de su vida porque debe enfrentar su mayor reto profesional, Porfirio Ruíz es un hombre de 33 años, un exfutbolista exitoso el cual está enfrentando el peor momento de su vida
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Capítulo XX: Contra toda posibilidad parte 3
Maryory debido a los medicamentos durmió por dos horas y durante todo ese tiempo Porfirio se sentó en el borde la cama para vigilar que ella se encontrara bien y se sentía ansioso porque deseaba preguntarle una vez que se despertara sobre su embarazo, aunque, por otra parte, estaba temeroso de que ella le dijera que no se trataba de su hijo, así que decidió que fingiría que no sabía nada para observar sus acciones de cerca
-¿Cuánto tiempo estuve durmiendo? – Preguntó Maryory
Maryory se sentía un poco mejor gracias a las medicinas y se daba cuenta de que Porfirio la observaba de forma
muy intensa como si quisiera preguntarle algo y estaba preocupada de que la doctora le hubiera contado sobre su embarazo
-Dormiste por dos horas – Respondió Porfirio
Porfirio intentaba contener su curiosidad debido a que era consciente de que este no era un buen momento para
preguntarle sobre su embarazo y si existía la posibilidad de que era el padre de su hijo, decidió esperar a que Maryory tomara la iniciativa o confrontarla una vez que le entregaran los resultados de los exámenes que sugirió su doctor que se hiciera
-Porfirio estoy muy avergonzada por causarte tantos problemas – Dijo Maryory
Porfirio le sonrió con amabilidad porque no le molestaba ayudarla después de todo desde que se conocían, ella siempre fue una persona muy desinteresada con él.
-No me molesta ayudarte Maryory - Dijo Maryory
Maryory con la ayuda de Porfirio se sentó en la cama y fue un alivio, no sentirse mareada y se dio cuenta de que era un buen momento para regresar a su casa porque necesitaba contarle la noticia a su madre
-Debo regresar a mi casa - Dijo Maryory con preocupación
Porfirio estuvo de acuerdo con Maryory, porque no tenía manera de evitar que ella regresara a su casa además
de que era muy difícil contener su ansiedad
-Voy a acompañarte – Dijo Porfirio
-No es necesario – Dijo Maryory
Maryory sabía que Porfirio era un hombre muy amable, pero deseaba poner distancia entre ambos, ya que
ignoraba como reaccionaria si llegaba a contarle sobre el bebé
-Insisto – Respondió Porfirio
Porfirio la acompañó hasta la entrada de su apartamento y esperó hasta que ella entrara y cerrara la puerta, luego de eso regresó a su casa y era una suerte tener que ocuparse de sus dos hijos porque de lo contrario no sabría qué hacer mientras esperaba
-¿Maryory donde estabas? – Preguntó Matilde
Matilde observaba a Maryory y se preocupó porque parecía estar enferma, para la atenta madre no pasó desapercibido que durante estas últimas semanas su hija no se sentía bien
-Es una larga historia mamá, así que toma asiento porque necesitamos hablar – Dijo Maryory
-¿Qué está pasando Maryory? – Preguntó Matilde
Maryory a pesar de que se sentía incómoda, decidió contarle lo que le ocurría a su madre porque después de todo a ella no podía ocultarle la verdad durante mucho tiempo
-Estoy embarazada mamá – Respondió Maryory
Matilde observó a su hija y finalmente sus síntomas tenían sentido, aunque le extrañó mucho porque Maryory
no tenía pareja y salvo la noche de la fiesta de exalumnos ella rara vez salía
-No te preocupes porque sabes que cuentas conmigo – Dijo Matilde
Matilde le dio un fuerte abrazo y escuchó a su hija sollozar y le daba palmaditas en la espalda como cuando
era una niña
-Sé que puede ser aterrador, pero estoy segura de que vas a ser una excelente madre - Dijo Matilde
-Mamá, no tengo miedo de ser madre, estoy preocupada, es por la reacción del padre cuando se lo cuente incluso
estoy considerando no hacerlo – Dijo Maryory
Matilde observó con severidad a su hija porque no estaba de acuerdo con su decisión
-Maryory ese hombre necesita saber que va a tener un hijo y si no desea involucrarse entonces será su pérdida, pero no tomes una decisión por él.
-Mamá, no lo comprendes, el problema es que se trata de Porfirio y se supone que él es estéril – Dijo Maryory con preocupación
-Mi consejo es que le cuentes a Porfirio la verdad sobre tu embarazo porque tiene derecho a saberlo
-¿Mamá, cómo voy a hacer para que me crea que se trata de su hijo? – Preguntó Maryory
Para Maryory aún era sorprendente la noticia de su embarazo, así que suponía que a Porfirio le costaría creer que se convertiría en padre
-Una prueba de paternidad servirá para aclarar su duda– Dijo Matilde
Esa noche tanto Porfirio como Maryory no pudieron dormir mucho debido a que tenían mucho que pensar, a la mañana siguiente Maryory fue a su doctor y le confirmó su embarazo
-¿Qué estará haciendo Maryory aquí? – Preguntó Carelia con curiosidad
Maryory caminaba en dirección al laboratorio para que le hicieran unos análisis de sangre y venía distraída leyendo las indicaciones que le dio su doctor cuando pasó a un lado de Ronald y Carelia sin notar la presencia de la pareja
-Lo que sea que Maryory haga en este lugar no es tu asunto – Respondió Ronald
-Ahora comprendo por qué ella no luchó por ti – Dijo Carelia con desdén
Carelia y Ronald se encontraban en el centro médico porque resultó que Dalia antes de morir le dejó un contagioso regalo a Ronald y este se lo transmitió a Carelia y se encontraban recibiendo un fuerte
tratamiento para curar su ITS
-Esto es tan humillante – Murmuró Carelia
Carelia se sentía muy enojada con Ronald, no obstante, se negó a terminar la relación y, por el contrario,
y a pesar de la evidente indisposición de Ronald, de igual manera se encontraban en medio de los preparativos para su boda
-Ya estoy harto de pedirte perdón – Respondió Ronald
-Parece que te olvidaste del favor que me debes – Dijo Carelia con malicia
-Deja de amenazarme Carelia
-Te imaginas lo que haría Porfirio si se enterara de tu relación con la puti zorra de Dalia
Ronald extrañaba a Dalia y realmente lamentaba su muerte, no obstante, no deseaba que su relación con Dalia saliera a la luz debido a que temía a las represalias que tomará Porfirio en su contra, además no le gustaban los niños y no deseaba convertirse en padre
Tres semanas después….
Aunque era difícil debido a sus síntomas, Maryory cumplía con sus plazos, por suerte su mamá la apoyaba mucho y poco a poco cocinaba comidas que pudiera tolerar, algo que le llamaba la atención era que Porfirio durante este tiempo le escribía varias veces a lo largo del día para preguntarle por su salud.
-Porfirio llegaron los resultados de tus análisis – Dijo el doctor
Porfirio observaba la expresión del doctor y era difícil de comprender que era lo que estaba a punto de decirle
-Estoy preparado para lo que tenga que decirme
-Me alegra que cumplieras con el tratamiento que te sugerí porque estos son muy buenos resultados
Porfirio no podía creer lo que estaba leyendo, aunque su conteo aún estaba por debajo de lo normal si había aumentado y el doctor le aseguraba que eso eran buenas noticias y con las pruebas en mano decidió esperar a que Maryory llegara porque necesitaba hablar con ella de inmediato, por suerte no tuvo que hacerlo por mucho tiempo porque ella acababa de llegar y estaba bajando de su auto cuando Porfirio aceleró el paso para acercarse a ella