LOCO AMOR (La Historia De Selig Cuddyer)

“Narradora”

El silencio volvió a reinar en la pequeña vivienda que ocupaban Selig y Marisol.

Ella después de llorar desconsoladamente en brazos de Tamara y Megan, decide calmarse, recuperar la compostura y rogar porque Selig volviera para poder hablar y tratar de solucionar el problema.

Sabía que no la tenía fácil debido al sentimiento de traición que se reflejó en sus ojos, pero tendría que entender que para ella tampoco fue fácil.

“Era tan víctima como él.”

—Mar, no tienes que sentirte culpable por la situación —dijo Tamara —fuiste tan víctima como él en las manos de esa bruja y...

—No quiero hablar —respondió entristecida, uniendo sus manos y bajando su cabeza.

Megan solo la observó con tristeza y negó a Tamara para que ya no dijera nada, pues en cierto punto imaginaba como podría sentirse después de vivir un momento traumático.

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—Te traje un poco de agua —dijo Megan con amabilidad, extendiendo el vaso en dirección a Mar.

—Gracias —respondió desganada, tomando el vaso y bebiendo el agua —. No te guardo rencor por si lo pensaste alguna vez —comentó mientras dejaba el vaso sobre la mesita de centro y levantaba su mirada a la mujer —siempre creí que eras lo que Selig necesitaba para ser feliz pero... No imaginé que te haría vivir un infierno a causa de nuestra historia pasada —suspira —incluso me siento culpable por permitir que pagues un dolor del cual eras ajena.

—Hay muchas formas de sacar el dolor y la tristeza, Marisol —respondió la dulce mujer, sentándose a su lado y tomando sus manos —pero los seres humanos tienden a elegir la peor de las opciones y se arrepienten de todo ello una vez el daño está hecho.

—¿Crees que Selig se arrepintió con sinceridad? —preguntó, viéndola asentir.

—Sé que su arrepentimiento fue sincero y aunque parezca loco, lo he perdonado por todo eso —contestó —. Admito que al principio estaba llena de rencor y odio contra él. Me juraba una y otra vez que jamás perdonaría todo el daño que me causo, pero... al final terminé comprendiendo que el guardar odio no le afectaría a nadie más que a mí y que la única forma de liberarse de ello, era enterrar el pasado, darle el perdón que pedía y seguir cada quien con su vida.

—Pues creo que él necesitaría oír eso para ponerlo por obra ahora, porque me acaba de condenar —contestó con una sonrisa, una que venía acompaña de lágrimas y un sollozo de dolor.

—Tienes que darle tiempo —dijo limpiando sus lágrimas —puedo asegurar que cuando el enojo pasé, ustedes hablaran sobre todo lo que pasó y borraran ese cruel pasado dejando los momentos más hermosos y obtendrá por fin la tranquilidad que necesitan. Para ustedes y para ese hermoso ser que crece dentro de ti, el cual fue concebido con y por amor.

—Realmente espero que sea así —finalizó, volviendo a llorar y refugiándose en los brazos de esa linda persona que Selig un día lastimó.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Unas pocas horas más tarde, la puerta es abierta por Craig, quien con ayuda de Zachary, traían a un Selig bastante embriagado.

—Selig... —dijo Mar asustada mientras corría a él.

—¡ALÉJATE DE Mí! —gritó este, impidiendo que ella llegara a tocarlo —ya te dije que no te quiero cerca —agregó, tratando de pararse por si solo mientras se tambaleaba de un lado a otro y las lágrimas volvían a inundar sus ojos —¿Por qué no te vas otra vez? Desaparece, como hace 6 años.

—Deja de decir estupideces de las cuales luego te arrepentirás, Selig —dijo Megan mientras abrazaba a Marisol, quien por las palabras de su amado había comenzado a llorar.

—¡Claro que me arrepentiré! —contestó —pero de no haberla evitado cuando pude, de haberle abierto mi corazón y caer una vez más en sus redes.

—¡Ya basta Selig! —intervino Zachary.

—Basta nada —contestó dando unos pocos pasos adelante y abrir sus brazos —. Mírame, es la segunda vez que bebo de esta manera por tu causa —sonríe mientras las lágrimas caen por su rostro —volviste a lastimarme una vez más, felicidades —agregó dando unos cuantos aplausos.

—Mejor lo llevaré a su habitación —intervino Craig, doliéndose al ver a su prima llorar con tanto dolor.

Era algo que jamás toleraría, el ver llorar a una mujer por causa de un hombre.

—QUIERO QUE TE DESAPAREZCAS OTRA VEZ, NO QUIERO VOLVER A SABER DE TI —gritaba una y otra vez, mientras era guiado por Craig a su habitación.

—Y tú decías que lo mejor era contarle la verdad —mencionó Mar, sin quitar la mirada por la cual su amado se fue, para luego volverla a Zachary —dijiste que lo entendería y estaríamos bien, pero ya vez que no fue así.

—Lo siento mucho Mar, te di conclusiones erróneas y...

—No es tu culpa —lo interrumpió —. Creo que volver fue una mala idea. Preferiría que me considerara una maldita infiel a tratarme de traidora por no contarle la verdad desde un inicio.

—Mar...

—Me iré si así lo desea, pero lo haré luego de que su borrachera pase y podamos hablar como dos personas civilizadas —sentenció, caminando nuevamente al sofá y sentándose en este.

Nadie dijo nada por una serie de minutos, los cuales parecían eternos y llenaban de incomodidad a los presentes en el lugar.

—Ya está dormido —anunció Craig, mientras se reunía con todos —creo que lo mejor es dejarlo descansar por esta noche y esperar a mañana para hablar.

—Si, lo sé —respondió Mar, dando un gran suspiro —bueno, gracias a todos por estar presentes hoy y... Lamento que no sea en una buena situación.

—Mar, si quieres...

—Estaré bien —interrumpió a su cuñado —dormire aqui por esta noche y en cuanto amanezca iré por una respuesta definitiva.

—Ese sofá no es muy como para ti y...

—De cualquier forma no creo poder dormir —suspira —en verdad estaré bien, gracias por la preocupación y por traerlo devuelta.

Y ya sin añadir un argumento más, las dos parejas decidieron marchar, deseándole lo mejor.