SÁLVAME

Javier.

Dante había ingresado a mi habitación sin antes tocar, era algo me odiaba, pero no quería discutir con él, ni con nadie.

_ Ya estás dentro, qué más da.- le dije volviendo a lo que estaba haciendo.

Él se acercó a mi escritorio y observo lo que hacía.

_ Vaya, no sabía que eras tan bueno con el dibujo.- me dijo.

_ Hay muchas cosas que no sabes de mí, querido hermano.- le conteste.

_ Eso estoy viendo, Pero cuéntame ¿quién es esa hermosa chica?. - me pregunto.

_ Es alguien que conocí.- le respondí, sin dar mucha información.

_ Entiendo, es muy hermosa, quizás sea alguna enamorada.- indago.

_ Ya deja de preguntar, más bien dime a que has venido.- le dije.

_ Qué genio, solo quería saber como vas, has estudiado para tu prueba.- me pregunto.

_ Si, así que no preocupes, entraré a como de lugar.- le dije.

Bien, en ese caso, te deseo suerte, la necesitarás.- me dijo. Otra cosa, mamá te manda a decir, que en dos semanas habrá una cena en casa para celebrar el cumpleaños de papá, que por favor compres algo decente para ese día.

_ Ok.- le dije y continué con mis cosas.

Él salió y volví a quedar solo, la verdad era que tenía muchas cosas en la cabeza, pero no era solo lo del examen, Lorena estaba en mis pensamientos.

La había conocido, hacía dos años, es una mujer realmente hermosa, con ella quise restaurar una relación seria, pero se negó, dijo que odiaba los compromisos, así que me tuve que conformar con tener uno que otro encuentro sexual con ella.

Yo de verdad me había enamorado de ella y lo he estado por casi dos años, los mismos en los que he tratado de hacerla cambiar de parecer, pero ella sigue firme en su idea, de tener una relación abierta sin ataduras.

Pero el solo pensar que otro hombre la pueda tocar, me atormenta día y noche, y ahora con el que yo esté lejos empeora las cosas, así pierdo toda posibilidad de que ella acepte tener una relación seria conmigo.

_ Si tan solo estuvieras aquí.- dije viendo el dibujo que había hecho de ella.

El haber pensado en ella me hacía provocado una erección, por lo que tuve que darme una larga ducha y solucionar el problemita.

…

Mientras Javier solucionaba su problemita, su padre se reunía con jorge, su asistente en el despacho.

_ Me mando a llamar, señor.- dijo Jorge.

_ Sigue y siéntate Jorge.- le dijo Alonso.

Jorge ingresó y se sentó, Alonso firmo un documento para luego extendérselo a jorge, este lo tomo y lo leyó.

_ Está seguro de esto, señor.- pregunto el hombre un poco dudoso.

_ Nunca había estado tan seguro.- contesto Alonso sin dudar.

_ Bien, en ese caso, ya mismo salgo para notaria.- Jorge se puso de pie listo para marcharse.

_ Gracias jorge, por favor que nadie se entere de esto, no hasta que sea el momento.- dijo Alonso.

_ Por supuesto, señor.- contesto el hombre antes de salir del despacho.

Alonso relajó su cuerpo en la silla, ya hacía más de un año que le había entregado la empresa a sus dos hijos mayores, pero aun así el tener que lidiar con los problemas que Javier causaba era agotador.

_ Lo siento mucho hijo, pero de alguna manera debo salvarte de esa vida que has llevado.- hablo el hombre solo.

Alonso cerro sus ojos, no era fácil la decisión que había tomado, pero era necesaria si quería que su hijo aprendiera, que la vida no era solo diversión.

_ Puedo pasar.- pregunto Diana, su esposa desde la puerta.

_ Por supuesto.- contesto este.

Diana ingresó con una bandeja en sus manos, Alonso, al verla sonrió, era una mujer hermosa, aun a sus años conservaba esa elegancia y sencillez.

_ Te ves agotado.- le dijo ella mientras acomodaba una tasa de té en el escritorio.

_ Lo estoy.- le contesto Alonso, mientras la tomaba de la mano.

_ Siento todo esto Cariño, sé que es mi culpa.- le dijo Diana con pena.

_ No es así amor, ya Javier es un adulto y debe hacerse responsable de sus actos, así que no te culpe, tú lo apoyaste y era lo que tenías que hacer como su madre.- Alonso la atrajo a el para que se sentara en su regazo.

Gracias cariño.- le dijo esta. Crees que Javier nos odie.

_ Quizás al principio, pero después nos agradecerá, de eso estoy seguro.- Alonso, estaba igual de preocupado, pero debía mantenerse firme.

_ Tú odiaste a tu padre.- pregunto Diana.

Al principio lo odiaba, pero con el tiempo fui entendiendo el porqué.- Alonso suspiro. Y ahora, que estoy en su posición, lo entiendo aún más, será difícil, pero debemos mantenernos firme.

Diana asintió y luego lo abrazo.

_ Qué información tienes de esa mujer.- pregunto Diana sin dejar de abrazarlo.

_ Está como loca buscándolo.- le conteste él.

_ Tengo miedo que lo encuentre.

_ Es algo que no podemos evitar, así que debemos estar listo.

…

Houston.

Mientras en Houston, Lorena se reunía con su padre, el hombre alcohólico, quienes se aprovechaba de la belleza de su hija, para que esta le consiguiera dinero.

_ Lo has encontrado.- pregunto el hombre

_ No, es como si la tierra se lo hubiese tragado.- contesto Lorena.

_ Debes encontrarlo, esta es una oportunidad que no debemos perder.- le dijo el hombre de unos cuarenta y cinco años.

Lorena sintió y el hombre salió de la pequeña habitación. Lorena llevaba días buscando Javier, él sin previo aviso había desaparecido, cosa que la tenía extrañada, ya que él vivía comunicándose con ella.

Será que se aburrió de rogarme.- se preguntó ella. No, él me ama.

Lorena se levantó de su cama y se acomodó en el pequeño escritorio, por quinta vez revisaba su correo con la ilusión de encontrar un mensaje de Javier, pero una vez más este no había escrito

_ En donde estás.- dijo con frustración.

Laura en realidad amaba a Javier, pero sabía que el tener una relación seria con él, solo les traería problema, por eso le había mentido al decirle que no le gustaban los compromisos, ella de alguna manera quería protegerlo de su padre, ese hombre que solo pensaba en el dinero. Pero ahora que él se había enterado de que Javier, pertenecía a una familia influyente y quería sacar provecho de eso.