UN DULCE AROMA A CARAMELO [OMEGAVERSE]

—¿Bley? ¿Bley, me escuchas?

Pestañeó un par de veces notando como le alumbraban sus ojos con una pequeña linterna.

Y no supo cómo responder a esa pregunta porque no lo sabía. No sabía si estaba escuchando, viendo o qué. Todo su cuerpo lo sintió extraño e incluso pensó en que no era el suyo. Soltó un quejido porque su dolor de cabeza parecía aumentar cada vez que habría los ojos.

—Te acabas de desmayar y tienes tu presión muy alta.

Escuchó y a la vez no.

—¿Sientes algún dolor en una parte específica de tu cuerpo?

—Mi… cabeza…

—¿Todo alrededor o en la parte delante simplemente?

No respondió, pero el doctor vio como le señalaba que era toda la cabeza. Asintió mientras anotaba algunas cosas.

—Y bien, doctor —habló el padre —, ahora, ¿cuál es el problema? ¿Se va a morir? Si es eso, dígamelo sin más que me dolerá, pero lo podré tolerar.

El doctor no le vio mucho el chiste a esas palabras, pero se quitó sus lentes y aclaró su garganta para decir:

—Su hijo acaba de reaccionar a algunas feromonas.

El hombre soltó una carcajada porque, a pesar de que sus guardias andaban buscando al individuo que había entrado a escondidas, no le pareció mal el reírse un poco y más cuando era un chiste tan bueno como ese.

Al ver que el doctor no se reía ni un solo poco, dejó de hacerlo para mirarlo de manera detenida.

—Espere, ¿lo dice en serio? Si jamás ha reaccionado a nada. Usted mismo me dijo que debía perder las esperanzas como cincuenta veces.

El hombre asintió porque era verdad. Reconocía que muchas veces le había recomendado aquello, pues la negación en el cuerpo de Bley era de casi un quinientos por ciento, hasta ahora.

—Ahora mismo, retiro lo dicho. Su hijo ha reaccionado a unas feromonas.

—¿Cómo está tan seguro de eso?

—Su cuerpo está caliente y, ambos sabemos, que su cuerpo no se calienta tanto ni siquiera en verano con casi cuarenta grados. Sus pupilas están dilatadas y su cabeza duele.

—La cabeza puede doler por cualquier cosa.

—Claro, cualquier cosa, tales como: jaqueca, cefalea, estrés, estar al sol mucho tiempo y, una reacción propia de un Omega que ha sentido las feromonas de un Alfa dominante e intensas.

El padre se quedó dudoso viendo a su hijo en la cama que estaba con sus ojos cerrados. Por pura seguridad, se acercó tocando sus mejillas notando el hecho de que estaban calientes, demostrando que podía tener fiebre, y no la fiebre normal de cualquier persona, sino que la fiebre característica que podría tener un Omega en celo.

—¿Feromonas de quién entonces?

El doctor guardó unas cosas en su maletín que siempre andaba trayendo cuando iba a ver a sus pacientes a la casa.

—Debemos averiguarlo. Como usted sabe, el doctor nuevo que usted le llamo, le dio unas pastillas. Tal vez sea por esas pastillas o por qué sintió unas feromonas especiales. Lo mejor ahora es que descanse. Déjelo dormir hasta que se sienta bien y que nadie entre. No sabemos lo que puede suceder o si sus síntomas pueden empeorar.

El padre asintió y ambos salieron fuera. Cerró la puerta con cuidado dándole una breve mirada verificando que estaba dormido. Se quedó parado unos segundos y luego siguió caminando.

Le encargó a unas sirvientas que se preocupen de él y que ningún guardia podía subir por ningún motivo.

Bley nada más estaba durmiendo. No había escuchado nada de lo que el doctor y su padre habían hablado en ningún momento. Estaba perdido en el sueño que estaba teniendo y que era el mismo que había tenido anteriormente.

Se sentó en la cama mirando a todos lados notando una extrañeza, para luego ponerse de pie y caminar hasta la puerta. Al tomar la manilla de la misma, experimentó la sensación de ardor en su mano, mas no la aparto y la abrió de una sola vez para salir al pasillo. No miró a ningún lado porque sus piernas sabían a donde debía ir y que era lo que necesitaba sin duda alguna. Bajó las escaleras para llegar hasta donde estaba esa llama danzante de fuego que esperaba por él.

Sonrió porque quería tocarla, quería sentirla, quería perderse en ella y quemarse por completo.

Estiró su mano para ir sintiendo como sus dedos se iban quemando seguido de su muñeca, su codo hasta que la presencia se posicionó detrás de él nuevamente.

—Bley…

De tan solo escuchar ese susurro ronco en su oído, un gemido se escapó de sus labios y el calor lo comenzó a dominar con más fuerza. Sus brazos grandes lo rodearon y apretaron contra su pecho y no tuvo a donde escapar.

Fue sintiendo que el fuego iba quemando haciendo que, todo lo que estaba muerto, comenzara a vivir.

—Estás caliente —escuchó la voz en su oído, seguido de labios que besaron la piel de su cuello con deseo y ganas. Su lengua cálida hizo un camino por su piel haciendo que su cuerpo reaccione de inmediato y con una intensidad desmedida.

Echó su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos perdiéndose por completo en sus toques. Su cuerpo fue empujado y quedo prisionero entre la pared y el Alfa.

No le veía el rostro, pero mechones de su cabello rojo como el fuego, quedaban a la vista mientras besaba su cuello.

—Estás en celos.

—Ah…

—¿Dónde me quieres?

No fue capaz de responder porque sus piernas se sentían débiles completamente.

Cuando su cuerpo fue girado, todo el escenario cambio y se encontraban en la cama. El peso de su cuerpo sobre el suyo casi no lo dejaba respirar, pero le encantaba y llegó a sus labios con fiereza.

Su lengua entró en su boca sin dudarlo y una corriente recorrió cada parte de su cuerpo. El beso le dio vueltas la cabeza y el fuego siguió dominando su cuerpo sin parar mientras le iba quitando la ropa para seguir besando todo lo que él era y haciendo caminos con su lengua. Sentir como lo besaba y tocaba, cuando nadie nunca lo había hecho, fue intenso. Eran las primeras caricias que tenía, era el primer beso.

—Bley —volvió a repetir apretando su cuello y abrió sus ojos con lentitud viendo su rostro claro.

Sus ojos ya no eran negros, sino que dorados. Su cabello rojo como el fuego estaba despeinado y en su rostro se notaba el hambre que tenía por su cuerpo.

Lo vio como un león salvaje que quería probar cada parte de su cuerpo y devorarlo por completo.

—Te voy a hacer mío para siempre —dijo de manera lenta —. Vas a gemir mi nombre tantas veces que no serás capaz de gemir el de nadie más.

Respondió al beso que le daba y nadie nunca lo había tocado, así que, hasta la más mínima caricia, le provocaba enormes reacciones.

—Esto será completamente mío —habló en su oído mientras introducía un dedo en esa parte húmeda de él.

—¡Ah!

—Sí, gime más.

Abrió su boca dejando escapar una respiración acelerada y su cuerpo tembló.

—¿Quieres tenerme aquí? ¿Quieres que te llene? ¿Quieres que abra este estrecho lugar tuyo que me ha estado esperando tanto tiempo?

No respondió.

No supo qué decir cuando sus dedos eran capaces de hacerle sentir todo eso. Arqueó su espalda y se sostuvo de sus brazos soltando un gemido largo.

—Vas a tener que rogarme, Bley. Sé un buen chico y ruégame que te lo haga.

—P-por favor… —gimió respirando con rapidez y sintiendo su corazón acelerado casi al borde de un colapso.

—¿Por favor qué?

—Aaaah…

—Dilo.

—Por… favor…, mételo en mí.

Al momento en que sus ojos se abrieron realmente, no supo qué hacer.

Se quedó mirando el techo de su habitación sintiendo, más que bien, que todo su cuerpo estaba hecho un desastre. No necesitaba mucho verificar su ropa interior para saber lo que ahí se podía encontrar.

No quiso moverse y tragó saliva con dificultad porque nunca había tenido un sueño como ese.

Lo peor de todo, es que lo había sentido demasiado real que tenía miedo de mirar hacia el lado en la cama y encontrarse con el pelirrojo. No era capaz de entender lo que le estaba sucediendo para haber tenido un sueño como ese e imagino que se estaba volviendo un completo pervertido.

Decidió bañarse con agua helada aún sabiendo que podía pescar un resfriado, pero que prefería resfriarse a seguir teniendo ese sueño en su cabeza.

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Me disculpo por no haber actualizado durante estos días.

Siempre me ando metiendo a concursos de escritura y, en otro lado donde escribo, pues esos concursos se adelantaron y se volvieron bastante liosos porque colocaron y quitaron categorías que la verdad me desanimaron mucho y no había tenido muchas ganas de escribir, además que andaba tratando de averiguar qué pedo había sucedido con todo eso. Y aún no sé en qué va a terminar todo porque nadie da alguna explicación así que eso😕😕.

Espero que los cap les hayan gustado y les traje hartos de una sola vez para que los disfruten y gracias a todos los que comentan, votan y me siguen, se los agradezco muchísimo😊♥️.