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Una Mujer En La Mafia #2 -

Una Mujer En La Mafia #2 -

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Mafia / Reencuentro
Popularitas:9.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Ashly Rijo

Segundo libro de- UNA MUJER EN LA MAFIA. Aclarando solo dudas del primer libro. No es que es una historia larga. Solo hice esta breve historia para aclarar algunas dudas.

NovelToon tiene autorización de Ashly Rijo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una mujer en la mafia

Llegamos a Italia después de un largo y tenso vuelo, y al bajar del avión, la sensación de estar en casa me golpeó. El aire de Italia, a pesar de ser el mismo que conocí cuando era pequeña, parecía extraño en este momento.

James caminaba unos pasos por delante de mí, como si yo fuera invisible. Ya no nos mirábamos, como si nuestras miradas pudieran herirnos aún más. ¿Qué éramos ahora? Había momentos, solo momentos, en los que su cercanía aún me perturbaba. Pero lo más extraño era cómo podía ignorarlo tan fácilmente, incluso después de todo lo que había pasado entre nosotros.

Scott se puso a mi lado, con la mirada fija hacia el frente. Me pasó una mano por la espalda, como queriendo ofrecerme un poco de consuelo, y aunque no sabía si lo hacía por su propia conveniencia o por la mía, sentí que no podía apartarme de su presencia.

—¿En serio?—me dijo con una sonrisa algo burlona. —¿Dejarse de hablar después de todo lo que pasó? Son unos niños, ¿no?"

Lo miré de reojo. No me sentía como una niña, ni mucho menos. Pero había algo en sus palabras que me hacía pensar. La verdad, sí, tal vez lo éramos. Nos habíamos quedado atrapados en ese momento incómodo entre nosotros, un espacio lleno de palabras no dichas, de miradas esquivas y promesas rotas.

Suspiré y miré hacia adelante, hacia el oscuro paisaje italiano que nos esperaba, sin saber qué hacer con todo lo que sentía, con todo lo que aún no había entendido.

*

El coche avanzaba por las sinuosas calles italianas, el aire frío de la tarde entrando por la ventana bajada. La tensión entre los tres era palpable. Scott, sentado en el asiento delantero, no dejaba de lanzar miradas furtivas, mientras que James, a mi lado, mantenía el rostro serio. De repente, Scott rompió el silencio.

— Entonces, ¿qué fue lo que pasó entre ustedes dos? ¿Cómo acabaste con alguien tan mayor? —preguntó, su voz cargada de sarcasmo.

— ¿Qué tiene de malo? —respondí sin mirarlo, manteniendo la mirada fija en el paisaje que pasaba por la ventana—. La edad no lo es todo, ¿no?

Una risa burlona escapó de Scott, como si la pregunta fuera absurda.

— ¡Oh claro! Claro que no. A pesar de que tiene 35 años, parece de 23, ¿no?

James, que hasta ese momento había permanecido callado, soltó una risa suave y miró a Scott por el retrovisor.

— A pesar de mi edad, no me veo tan viejo, ¿verdad? —dijo con tono juguetón, casi burlón, como si estuviera dispuesto a jugar con la situación.

Miré a James, luego a Scott, y sin perder la calma, respondí.

— Exactamente. ¿Y qué pasa con eso? Cuando tú tengas 35, las arrugas ya estarán llamando a tu puerta.

James me miró, y pude ver una chispa de diversión en sus ojos, mientras Scott no dejaba de fruncir el ceño.

— No te preocupes. Las arrugas siempre llegan, pero cuando tú tengas 35, no creo que me veas como algo peor —dijo James con tranquilidad, mirando a Scott en el espejo retrovisor.

Scott resopló, claramente molesto.

— No entiendo cómo acabaste con él. En serio, ¿qué le ves?

— Lo que vi en él… —Lo dije con calma, porque sabía que no iba a poder explicarlo de forma lógica para él—. Y no, no tiene nada que ver con la edad. Es más complicado que eso.

Scott giró hacia nosotros, visiblemente irritado, como si lo estuviera procesando. Se recostó en el asiento y cruzó los brazos.

— Lo que sea. Pero ¿qué tiene que ver eso con que hayas decidido quedarte con él? ¿Y tú, James? ¿Qué pretendes con todo esto?

James, que seguía manejando, dejó escapar una risa suave, como si la pregunta de Scott fuera un juego.

— ¿Qué pretendo? —repitió James—. Pues, tal vez lo que tú no entiendas, es que la edad no importa tanto. Lo importante es lo que sientes. Cuando llegues a mis 35, vas a ver que no se trata de aparentar.

La mirada de Scott se endureció, y giró rápidamente hacia James.

— No te preocupes por mi edad, viejo. El tiempo ya me dirá cómo será, a parte tu hija es mia, y tenemos la misma edad.

-

La mansión donde vivía James se veía imponente bajo la luz de la tarde. El aire estaba cargado de tensión cuando entramos, y no pude evitar sentir una extraña mezcla de familiaridad. Scott, al parecer, no podía dejar de hablar.

— Me acuerdo de esta casa —dijo, mirando alrededor—. Aquí fue donde me disparó esa perra…

James, sin cambiar de expresión, respondió de manera tranquila:

— tu padre me dejó esta casa en unos papeles que ni siquiera yo sabía que existían.

Scott se quedó en silencio por un momento, como si el comentario de James lo hubiera descolocado por completo. De repente, cambió de tema con la rapidez de alguien acostumbrado a escapar de las incomodidades.

— Bueno, ya basta de hablar de cosas del pasado. Vamos a prepararnos, no soporto que mi novia siga un segundo más allá —dijo, y sus palabras resonaron en la habitación con un toque de desesperación.

Sin esperar mucho, subí a una habitación cualquiera, cerrando la puerta detrás de mí. Necesitaba concentrarme. Rápidamente me puse un chaleco antibalas y una ropa más cómoda para la ocasión, sintiendo el peso de la pistola sobre mi cuerpo.

James entró a la habitación sin hacer ruido, como si siempre hubiera estado ahí. Me miró y, sin rodeos, me dijo:

— Después de esto, debemos hablar.

Lo mire aburrida. No quería hablar, no ahora. Mi paciencia estaba al límite.

— No debemos hablar de nada —respondí con voz firme, girándome hacia él. Sentía una mezcla de rabia y dolor, como si toda la tensión de los últimos días se hubiera acumulado en ese momento. Y no pude evitar soltar lo que llevaba dentro—. Me ocultaste tantos malditos secretos, y ahora pretendes que hablemos. ¡¿Por qué apareciste?! ¿Por qué me metiste en este maldito mundo? Dices que quieres estar ahí, pero ni siquiera lo estás. ¿Dónde diablos estabas cuando mi tía murió?

La mirada de James se oscureció y, por un segundo, pude ver una grieta en su fachada de dureza. Me sorprendió su respuesta, pero sus palabras me hicieron sentir una especie de angustia inexplicable.

— Estuve ahí… aquella noche cuando gritabas en el cementerio, te vi. Escuchaste algo y volteaste, pero no había nadie. Si… fui yo quien estaba ahí, siempre lo estuve.

Sus palabras me dejaron paralizada, una mezcla de incredulidad y shock se apoderaron de mí. ¿Cómo era posible? Había escuchado ruidos esa noche, había sentido la presencia de alguien, pero jamás imaginé que fuera él. Todo el tiempo, él había estado ahí, pero nunca supe.

Me giré lentamente hacia él, tratando de procesar lo que acababa de decirme. Mi corazón latía desbocado, y la confusión me ahogaba. James había estado cerca, lo había visto todo, incluso cuando yo pensaba que estaba sola, sufriendo. Pero, ¿por qué no se había acercado? ¿Por qué no había hecho nada?

— ¿Por qué no te acercaste?

James no respondió de inmediato, solo se acercó a mí y me miró con una intensidad que no había visto antes. Sus ojos, tan llenos de secretos y arrepentimientos, parecían intentar decirme algo, pero no pude entenderlo. No sabía si quería que confiara en él, si quería que lo perdonara por todo lo que me había ocultado. Todo era tan confuso.

— Lo siento, Adeline —dijo al fin, su voz rasposa—. Lo hice porque creí que era lo mejor. No quería que te involucraras más de lo que ya estabas. Y más de ver que has cambiado tanto.

Me quedé en silencio por un momento, procesando cada palabra. Pero aún sentía esa necesidad de justicia, esa sensación de haber sido engañada, de no haber tenido el control de mi vida.

— No sé si puedo perdonarte, James —respondí, con un nudo en la garganta—. Todo lo que me has hecho… lo que has dejado de hacer… no sé si tengo fuerza para seguir adelante con eso.

James asintió, su rostro grave, su expresión mostraba que comprendía la seriedad de lo que le estaba pidiendo.

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Estella Mazo Medina
gracias por tú tiempo ☺️ y felicitaciones estuvo muy bonito todo fue algo diferente y también impactante Dios te bendiga siempre 😊
Ashly Rijo: Muchas gracias cariño. No sabes lo feliz que me hace ver tu comentario. Espero verte en mis próximas novelas .❤️❤️❤️❤️
total 1 replies
Nereida Hernández montes
Malo
Rosalia Gonzalez
Bueno
Ylsi Alvarez
Excelente
Joscarina Figueroa
Actualización
actualización
actualización
actualización
actualización
Joscarina Figueroa
Autora actualiza rápido por favor
Ashly Rijo: Chicas despacio. Es que trabajo y llego super cansada a casa. Pero os quiero por estar tan pendientes cada día. Me esforzaré un poco más.
total 1 replies
Joscarina Figueroa
Autora soy nueva lectora por favor actualiza rápido
Ashly Rijo: Ok jjjj.
total 1 replies
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