Un Amor Imposible

Estaba en la facultad sentada en una banca con Jasper, el estaba tomando mi mano, nos estábamos besando, y yo dije su nombre, de repente toda la atmosfera se volvió rara, el me dijo algo, parecía decepcionado, pero por alguna razón no lo podía entender, era como si me hablara a través del agua, pero estaba frente a mí, me beso otra vez, un beso que se sintió más real que el primero, pero de repente ya no era Jasper a quien yo besaba, era alguien más, pero quien

-¿Jasper que…? – intente articular palabra, mientras me apartaba, pero no salió mi voz, la persona frente a mí, yo no podía ver su rostro, Jasper estaba mirándonos no decía nada, pero parecía triste

De repente todo a mí alrededor, comenzó a desdibujarse, y escuche mi nombre – Alison – dijo alguien, y desperté.

Mi hermana pequeña estaba de pie a la orilla de mi cama

– quiero hacer pipi – me dijo frotando sus ojos – no quería despertarte, pero me da miedo, Salir al baño –

-espera – respondí, me levante, tome la bata que estaba sobre la cama y me la puse en cima.

Mientras iba con mi hermana al baño, seguía pensando en mi sueño, ese beso al principio se sintió real, pero ¿Qué significa el que Jasper se haya ido? Tenía una sensación extraña respecto a esto.

-¿Qué haces fuera de la cama? – me dijo mamá, que venía de la cocina

-Charlotte quería ir al baño – señale, justo cuando la puerta se abrió, y mi hermana salió soñolienta

-quisiera entrar también – le dije a mamá

-ve, yo llevo a tu hermana –

Después de ese sueño, me costó volver a dormir, no tenía idea de que significaba, ni quien era este otro chico, a mí no me gustaba otra persona, ni estaba confundida con nadie más, tome el celular y vi la hora, tenía un mensaje sin leer, de Jasper, era de cerca de las once y media, no lo abrí, me dio las buenas noches, eran las dos de la mañana, no sabía cómo podría explicarle, haberle dado una respuesta a esta hora, así que deje el celular en la mesita, y volvía a tratar de dormir.

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Al día siguiente…

Había dormido pésimo, y ni yo misma entendía por qué, ya que yo no era la clase de persona a la que los sueños la perturbaran demasiado, solía olvidarlos nada más al despertar. Y aquí estaba de mal humor, por falta de sueño.

-¡hey! Bella durmiente, ¿Cómo amaneciste? – Dionisio vino, y trato de darme un abrazo, pero por alguna razón me aparte

-no estoy de humor para bromas, si bien estoy aquí de vacaciones también tengo cosas que hacer, para que mis abuelos puedan tener una vida más cómoda – termine mi desayuno y me salí.

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Volvimos a casa después de año nuevo, pero esta vez Jasper era quien estaba fuera de la ciudad ahora, visitando a unos parientes, así que no nos habíamos visto, en días, nuestra comunicación era solo mensajes y llamadas, eso era increíblemente molesto, lo extrañaba más de lo que quería admitir, y odiaba eso, porque sentía que me estaba poniendo en una posición vulnerable.

-estas de un humor insoportable estos días – se quejo Gus, tirado en la colchoneta, era la tercera vez que lo derribaba

-y tu estas distraído – respondí, desabrochando mis guantes molesta

-Gus – Eve y Ara estaban ahí, Eve lo llamo y le dijo – ve a descansar chico, nosotras nos encargamos –

-por dios ¿Qué te hizo ese pobre chico? No es necesario que te desquites con él, creí que tu relación iba bien –

-no hay una relación como tal, no aun, solo nos besamos eso es todo, pero ambos estamos ocupados, no he podido verlo aun -

-¿y eso te tiene de mal humor? –

-no estoy de mal humor, estoy confundida –

-¿confundida? – me pregunto Ara

-es solo que quiero una relación, pero no sé si estoy lista para, ponerme en una situación vulnerable –

-¿Por qué te sentirías así? – me pregunto Eve

-porque para estar con él tendría que bajar mis defensas, y eso es algo que yo nunca hago, hacerlo por primera vez, me aterra un poco – termine de admitir, mirando a la colchoneta, y no a mis primas.

-creo que eso solo lo sabrás, realmente cuando lo veas de nuevo, si cuando se vean sientes ganas de besarlo otra vez, tu solo déjate llevar, por eso, si te pones a pensarlo, solo vas a frenarte sola –

-¿a quién vas a besar? – Dionisio venia entrando, con ropa deportiva, sabía que entrenaba, pero él no lo hacía con nosotros, así que jamás lo veía hacerlo.

Me puse de pie, y arrojé los guantes al piso, junto con las vendas – nadie va a besar a nadie aquí, me voy a bañar –

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El día por fin llego, era hora de regresar a clases, y aquí estaba fuera del auto, de pie, mirando hacia la entrada del edificio donde vivía Jasper, estaba esperando a que saliera, cuando se abrió la puerta de la entrada y lo vi salir acomodando su bufanda sentí una punzada de felicidad.

Como si sintiera mi presencia levanto la vista y sonrió, por fin le habían quitado su estúpida férula, y podía caminar sin dificultad sobre el camino nevado frente a nosotros, la nieve no era mucha, pero era resbalosa, debía conducir con mucho más cuidado, estos días.

No sabía cómo debía reaccionar cuando lo tuviera enfrente, para mi fortuna él lo hizo por mí, me abrazo atrayéndome hacia él con fuerza, y me acerco tanto como nuestros abrigos nos los permitieron.

-te extrañe – me dijo al oído

Me separe un poco de él, y lo vi tenia la nariz roja por el frío, y las cosas que estaba sintiendo y pensado días atrás se fueron, de lo único que tenía ganas en este momento era de besar de nuevo al chico frente a mí, así que eso hice.

El me empujo un poquito hacia atrás, contra mi auto, pero ambos terminamos resbalado, y si no fuera por mis reflejos, ambos habríamos terminado en el piso.

-hay que subir al auto, antes de que termines con una férula de nuevo – comente, separándome de el

Una vez en el auto el ambiente comenzaba a ponerse un poquito incomodo, yo solo miraba el camino, y él para cualquier otro lugar menos a mí.

-¿Qué tal tu viaje? – le pregunte

-terrible – me respondió un poco más tranquilo – sabes que mi familia es de abogados, mi hermana y yo como buenas ovejas negras lo pasamos fatal, las conversaciones en la mesa eran una pesadilla, y los sermones que me dieron por elegir mi carrera peor, me sentí en un juicio –

-dios, eso suena como una tortura, lo lamento por tus pobre oídos –

-es bonito verte sonreír otra vez – me respondió

Aproveche el alto para poder mirarlo – Jasper –

-dime –

¿Cuál es nuestra situación ahora? –

-estamos saliendo – me dijo, pero no estaba mirándome, era obvio que el también tenía esa duda

-¿no te parece que debemos conocernos más Y tener citas? Ya después podemos ser novios, ¿te parece bien?-

-pero… ¿puedo seguir besándote, verdad? -

-¿solo eso te preocupa? – pregunte avanzando, cuando la luz se puso en verde

-es una de mis preocupaciones –

El trafico era tan lento, que me tuve que detener otra vez – aproveche ya le di un beso en la mejilla - trato hecho entonces, tu y yo somos exclusivos, a partir de este momento –

-¿No lo éramos ya? -