Esta es una historia sobre un joven Omega llamado Kalet de campo que conoció a un Joven Alfa llamado Asher que era famoso por los alrededores por ser el hijo de uno de los hombres más ricos
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celo
La llamada emocionante
Asher llegó a casa y envió un mensaje a Kalet:
"¿Ya puedo llamarte?"
Kalet respondió:
"En un momento."
Asher esperó ansiosamente hasta que sonó su teléfono.
Kalet llamó y Asher respondió con una sonrisa.
"Hola, mi amor", dijo Asher.
"Hola, cariño", respondió Kalet.
Hablaron durante un rato, compartiendo detalles de su día.
Asher no pudo evitar expresar su sentimiento:
"Te extraño mucho, Kalet. Quiero verte."
Kalet sonrió ligeramente y se burló de Asher:
"Aguanta un poco, Asher. No puedo estar contigo todo el tiempo."
Asher se rió y propuso:
"Si quieres, puedo hablar con Ren para que te traiga a la ciudad. Podemos vernos."
Kalet pensó un momento antes de responder:
"Está bien... acepto."
Asher saltó de emoción:
"¡Genial! Entonces te espero mañana. Te quiero, cariño."
Kalet se rió:
"Te quiero también, Asher. Hasta mañana."
La llamada terminó, pero la emoción de Asher persistió.
Sabía que mañana sería un día especial.
Se durmió sonriendo, soñando con el reencuentro con Kalet.
La emoción es evidente
Asher llegó a la escuela, emocionado por el reencuentro con Kalet.
Estaba tan distraído que olvidó peinarse.
Al entrar en el salón, todos se le quedaron viendo.
Nunca lo habían visto despeinado antes.
Sus amigos se rieron y lo saludaron con bromas:
"¡Asher, parece que te levantaste del sofá y viniste directo a clase!", dijo Crist.
"¡O quizás estás tratando de hacer una nueva moda!", agregó Victor.
Asher se sonrojó y se rió.
"Solo estoy un poco distraído hoy", dijo.
Sam se acercó y le preguntó:
"¿Todo bien, Asher? Pareces muy emocionado.
Asher sonrió.
"Sí, todo está bien. Solo estoy esperando a alguien especial", dijo.
Sam sonrió también.
"¿Alguien especial, eh? ¿Quizás alguien que viene a visitarte hoy?", preguntó.
Asher asintió, sin poder ocultar su emoción.
"Sí, exactov", dijo.
La clase comenzó, pero Asher no podía concentrarse.
Estaba contando los minutos hasta que pudiera ver a Kalet de nuevo.
La emoción era evidente en su rostro.
Todos notaban la diferencia en él.
Asher estaba enamorado y emocionado.
El ciclo de celo
La clase continuaba, pero Asher se sentía cada vez peor.
Se sentía caliente y molesto, su corazón latía rápido.
Pidió permiso al maestro para ir a la enfermería.
"Disculpe, señor. No me siento bien", dijo.
El maestro asintió preocupado.
"Claro, Asher. Ve a la enfermería."
Asher se levantó y se dirigió a la enfermería.
El doctor lo recibió con una sonrisa amable.
"¿Qué pasa, Asher? ¿Te sientes mal?"
Asher explicó sus síntomas.
El doctor asintió.
"Estás en tu ciclo de celo, Asher. Es normal."
Asher se sonrojó.
"No lo sabía. ¿Qué debo hacer?"
El doctor le dio unos supresores.
"Toma estos. Te ayudarán a controlar los síntomas."
"Y es mejor que te vayas a casa a descansar."
Asher asintió, sintiéndose un poco enojado por no recordar que su ciclo de celo era hoy.
"Gracias, doctor."
Salió de la enfermería y se dirigió a la salida de la escuela.
No podía creer que su ciclo de celo hubiera llegado en el peor momento posible.
Kalet llegaría pronto, y él estaba en este estado.
Se sentía ansioso por ver a Kalet, pero también se sentía incómodo.
¿Cómo reaccionaría Kalet al verlo así?
Asher suspiró y se fue a casa, esperando que los supresores funcionaran pronto.
El ciclo de celo
Asher se bañó y tomó los supresores, pero no parecían surtir efecto. Se acostó en su cama, sintiendo la tensión creciente en su cuerpo.
El cuarto se llenó de feromonas, y Asher sabía que estaba en peligro de perder el control.
Justo entonces, escuchó el sonido de la puerta. Kalet había llegado.
Asher se levantó rápidamente y se asomó a la puerta.
"Kalet, vete de aquí, por favor", dijo, tratando de contener su respiración.
"Estoy en mi ciclo de celo... Lo siento, no podré estar contigo hoy."
Kalet se sorprendió.
"Asher, ¿qué pasa? ¿Estás bien?"
Asher sacudió la cabeza.
"No, no estoy bien. Mejor nos vemos otro día. Yo te llamaré después."
Kalet se acercó, pero Asher se alejó.
"No, Kalet, por favor. No te acerques. No quiero hacerte daño."
Asher ya no aguantaba más y cerró la puerta abruptamente, encerrándose en su habitación.
Se apoyó en la puerta, tratando de aguantar la urgencia que sentía.
"Lo siento, Kalet", susurró, sintiendo la soledad y la desesperación.
En su habitación, Asher luchaba por controlar sus instintos, esperando que el ciclo de celo pasara pronto.
La lucha interior
Kalet se alejó del departamento, sintiendo tristeza y por no poder ayudar a Asher.
Mientras tanto, Asher estaba sumido en su ciclo de celo, luchando contra sus instintos.
Su cuerpo clamaba por un Omega, pero Asher se negaba a ceder.
Tomó más supresores, tratando de calmarse, pero el dolor y la tensión seguían.
Pasaron días, y Asher se sentía agotado.
Casi una semana de lucha constante contra sus instintos.
Se encerró en su habitación, evitando cualquier contacto con el exterior.
Su mente era un torbellino de pensamientos y emociones encontradas.
"Kalet, lo siento", susurraba en la oscuridad.
"¿Por qué tengo que pasar por esto?"
La soledad y el sufrimiento se apoderaron de él.
Pero Asher se mantuvo firme, decidido a controlar sus instintos.
No quería lastimar a Kalet, no quería perderlo.
La lucha continuaba, pero Asher estaba determinado a salir victorioso.