Dos Villanos En Aprietos

Para un reino que ha perdido a su rey y a sus príncipes nobles, ven con miedo al gran ejército que entró al reino, un emperador con cabello blanco entra con sus duques a lo que queda del palacio, ahí una princesa agacha la cabeza ante él, pues su reino no tiene ejército.

-Majestad, gracias por ser benevolente con mi pueblo.

-La población no tiene la culpa, siento mucho lo de su hermano.

-Majestad estoy sola, si desea el reino, no pondré resistencia, solo le pido clemencia para mis hijos.

-Princesa, no me interesa el reino, el imperio de Tahalís es lo suficientemente grande para mí, además tienes la capacidad para lograr que el reino esté en paz.

-no se si pueda.

-Thaslis la ayudará no se preocupe.

Para Nesuria, la organización será un reto, la princesa debe nombrar nuevos ducados, su sobrina es una niña pequeña, la señorita Michelle le ha pedido poder tenerla a su cargo en Thaslis y no sabe que hacer, si lo hace la niña crecerá fuera del ducado, lo mejor será traerla y que esté con sus hijos.

Han decidido hacer una coronación después de unas semanas los nuevos duques serán solo los nobles que ayudaron a su hermano, que son solo tres, ahora dividirá el reino en 4 casas nobles, un ejemplo que le ha servido a Thaslis.

-Yo Alondra de Nesuria, reina por gracia de Dios y de mi pueblo, juro lealtad, prometo ser leal y respetar la paz que hoy se firma.

Luciel la corona para demostrar que el está de acuerdo con esto, a nombrado a dos generales uno de ellos es quien la ayudo y su cuñado, su esposo murio al tratar de salvarla, los culpables fueron ejecutados.

-Dare dos avisos, todo atentado contra la familia real tendrá como consecuencia la muerte de toda la familia, si excepción.

-El ducado del sur es de mi sobrina Fátima, quien no será comprometida con nadie, regresará al reino y crecerá aquí en el palacio.

Michel que estaba presente no quería eso, Pero la reina lo ha ordenado, debe ir por Fátima.

Una vez que todo termina, Luciel sale de regreso a casa, se quedan centinelas al resguardo del palacio, y parte del ejército, cada casa noble que no participo con el Rey, ahora se encargará de resguardar el reino.

Michelle va con la reina.

-Majestad me llamo?

-Si, ve por mi sobrina, ella debe estar aquí.

-Él me la encargó, le prometí hacerlo.

-Eso era en caso de que yo también muriera, ella debe crecer aquí.

-Pero...

-Señorita, por favor, no eres nada de ella, te recuerdo que eres una espía, si bien tu misión era para algo bueno, no puedes quedarte debes continuar con tu vida, si él estuviera no le gustaría que cargaras con una responsabilidad que no te corresponde.

-Yo quiero a Fátima.

-Lo se, a él lo amabas?

-Si, por eso déjeme cuidar de su hija.

-Entonces ve por ella... ella tiene derecho a ser la Duquesa del sur, hija de un héroe, es su derecho de sangre, mi hermano amaba a esa niña más que nada.

-Lo entiendo

Así Michelle viaja al sur con su madre, viajará en barco para ir al puerto, mientras en un gran bosque en una pequeña cabaña un caballero despierta.

-Donde estoy? Tu quien eres?

-Cariño estás despierto por fin?

-Que?

El está confundido, no recuerda nada tiene la cabeza vendada, esa noche él estaba herido.

Cayó desmayado y un hombre mayor con su nieta lo ayudo, el hombre mayor lo reconoce y cura sus heridas, ve llegar a un caballero parecido a él, como puede se defienden Pero ambos mueren, la joven con mucho trabajo cambia sus ropas y joyas, con ayuda de otro hombre lo saca de ahí, el hombre que la ayudo había regresado al palacio para robar cosas de valor y queda atrapado en el fuego, así nadie sabe que el duque está vivo.

Cómo todo era un caos ella logró transportarlo, sabe que es el duque, lo había visto un par de veces en el palacio, es un hombre atractivo, pensó en que él al recuperarse la recompensará, además ella no es fea si logra conquistarlo dejaría de estar en la miseria, además se lo debe por salvarle la vida.

-Quien soy?

-Te golpeaste la cabeza al huir, eres mi esposo te llamas Daniel, yo soy Míriam

-Al huir de dónde?

-Bueno eres un caballero, solo que ahora eres un desertor, no podemos regresar a la capital

-Un desertor, como es que hui.

Ella le cuenta sobre el Rey y le hace creer que él estaba de su lado, además que es culpable de la muerte del príncipe.

-Debes comer, es poco, pero pronto la Reina mandará víveres.

-Donde nos Conocimos?

-En el palacio, después nos casamos.

Aquella mujer en lo que le sirve de comer parece decir la verdad, pero siente que no la conoce, es bonita, aun así no sabe si dice la verdad.

Los días pasan y su herida va mejorando, sale a caminar con ella en la tarde y en aquel pequeño pueblo la conocen y la felicitan por qué su esposo es guapo, el trato de ella es natural, pero no siente nada, en ocasiones ella ha intentado besarlo, pero él gira la cara por instinto.

Solo ve el atardecer y siente tristeza al ver a unos niños jugar.

-Siempre quisiste niños, ya que estés mejor podemos intentarlo -le decía cerrando un ojo-

Ella junta algunas flores, lo que dijo en lugar de ponerlo feliz le parece desagradable.

-Porque mi cuerpo la rechaza, si es mi esposa debo amarla, mínimo gustarme, Pero no, mis manos son las de un caballero que empuña la espada, aun así no me siento a gusto.

-Quiero volver a la capital.

-Que? Nooo te condenarán.

-Si soy un caballero, solo seguía órdenes la reina no puede condenarme por eso, como un simple caballero puede ponerse a un superior.

-Aquí estaremos bien, solo seamos la familia que siempre quisimos ser.

-Pero que haré aquí, con el pan que haces, apenas y alcanza, debo trabajar es mi deber como tu esposo.

-Pues no quiere que regreses y te maten.

Le dice gritando y se va, el solo la ve y no sabe cómo reaccionar, se siente mal al no recordarla.