Caprichos De Amor

Sebastián.

Valentina me mira con asco, trataré de que ella se mantenga a mi lado, Martina me miró con odio es muy difícil estar en medio de dos amores a una amo con todo mi ser mientras que la otra me ama sin condición, mi corazón quería ir atrás de Martina y decirle que la amo más que nunca, pero mi mente decía que me quedé con Valentina porque la decisión ya estaba tomada, como ella quería quitarse otra vez el anillo, yo la abrace y esa acción mis padres lo vieron con alegría y aplaudieron.

Rubén----: Me siento feliz al verlos así abrazándose.

Tahis----: Entonces es cierto, hijo anoche no te creí pensé de que era un arranque de emociones que tenías, me alegro que te quedes con Valentina.

Valentina----: La verdad que yo si quiero el divorcio, no quiero estar casada con él, fue mucha humillación en estos días y yo como mujer no estoy dispuesta a recibir esta clase de trato, además ya tengo mi boleto para regresar a Panamá junto a mi hermano.

Sebastián---: Pues viajaré contigo, y si tengo que arrodillarme para pedirte perdón lo haré, pero no me divorciaré.

Valentina----: Permiso, necesito ir a mi habitación (enojada)

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Valentina

Sebastián es un ser repulsivo, asqueroso que al final no tengo palabras para describirlo, ahora me sale que quiere continuar casado cuando fue el que decía con tanta arrogancia que no me soportaba y quería el divorcio, y ahora sale con esta estupidez, ingresé a mi habitación con la intensión de recoger mis cosas para regresar a Panamá, sin imaginar que Martina iba a ser tan atrevida para cuestionarme a mí, cuando ella es la única zorra de entre las dos.

Martina---: Maldita zorra, como te atreves a obligar a Sebas a quedarse contigo, cuando él me ama a mí, yo siempre he sido su amor, tú solo eres una entrometida que buscas arruinar a los demás.

Valentina----: Arruinar a los demás, (ríe) la única que arruina a los demás eres tú, porque entre las dos quien es que anda con un hombre casado, dime soy yo a caso... De las dos quien es la que cuernea a su esposo, míralo al pobre de Alberto unos meses más y santa Claus lo confunde como de sus renos.

Martina---: Desgraciada cállate (intenta golpearla)

Martina se le fue encima a Valentina, para golpearla, le jalo el cabello, pero Valentina no era una chica sumisa y dócil ella era una chica que si le tocaba arañar lo hacía, como Valentina tenía tanta rabia no vio nada y la sencilla blusa de Martina fue arruinada dejando uno de sus senos al descubierto, y la sangre y piel dentro de las uñas de una Valentina furiosa y además muchos cabellos fuera del cuero cabelludo, mientras que valentina estaba ilesa y ningún aruñón apareció en su piel, el pecho de Martina sangraba porque tenía los aruñones profundos, Sebastián llegó y las separó poniéndose en medio de las dos.

Sebastián---: Basta, ya...

Valentina----: Sinvergüenza, como te atreves a venir a insultarme, cuando tú eres la amante ocupa tu lugar y agacha la cabeza cuando esté en mi presencia porque las mujeres como tú deberían ser muertas a piedra.

Martina---: Maldita te arrancaré los ojos.

Valentina----: Quiero ver que lo intentes.

Sebastián---: YA, basta de tanta discusión, mis padres están en el comedor, Martina ve a cubrirte y cámbiate por favor.

Valentina----: No es nada nuevo ver sus pechos para tí, no entiendo cuál la incomodidad tuya.

Martina---: Si, él conoce todo mi cuerpo, y vaya que le gusta verlo porque todo de mí ha explorado, en cambio, a ti... Querida no siquiera sabe cómo es tu cuerpo y a qué sabe tu piel (ríe).

Sebastián---: Martina por favor.

Valentina----: Par de asquerosos, ve cúrale las heridas de su pecho, viste la, pero aléjate de mí tú también, fuera.

Sebastián---: Val, tu eres mí esposa y decidí quedarme contigo, por favor, llevemos la fiesta en paz.

Valentina----: Tu decidiste quedarte conmigo, pues no me interesa, porque no quiero estar contigo, en solo imaginarlo me da náuseas.

Sebastián---: No digas eso... Yo.

Valentina----: El divorcio va porque va, yo no, no soy una segunda opción, fuera de mi habitación.

Valentina empujó con todas sus fuerzas hacia afuera, aunque Sebastián intento resistirse, pero los gritos de desesperación de Tahis terminó con la discusión termine, Sebastián y Valentina se dirigieron hasta la sala y al ver a Tahis y a Rubén llorando desesperado se preocuparon

Sebastián---: ¿Que ocurrió?

Rubén----: (entre lágrimas) es tu hermano, está muerto.

Sebastián quedó estático y a su vez un escalofrío invadió su cuerpo, las palabras no salían de su garganta, como era posible que su hermano haya muerto si hace una hora se despidió de él como siempre, Valentina se acercó a Tahis y la consoló sus lágrimas rodaron por sus mejillas, Alberto también era su amigo.

Rubén----: Hijo tu madre está mal, acompáñame a reconocer el cadáver, tu hermano está muerto.

Martina---:¡Queeee!

Martina al escuchar que Alberto había muerto se desmayó, Sebastián corrió a su lado y la tomo en sus brazos, la recostó en el mueble, exigiendo algo de alcohol para establecerila, cuando Martina despertó, empezó a llorar en los hombros de Sebastián, Valentina no le prestó atención, ya que ella estaba concentrada en Tahis que lloraba desconsoladamente por la perdida de su hijo mayor.

Rubén llamo al médico familiar para que atienda a su esposa y nuera que estaban devastada, el médico que no vivía muy lejos de ahí, llegó en quince minutos, le aplicó un tranquilizante a Tahis mientras que a Martina le hizo hacer una prueba de embarazo antes de aplicarle cualquier medicamento, Martina en contra de su voluntad realizó la prueba de embarazo casera que le facilito el médico. Para la mala suerte la prueba salió positivo, Martina estaba embarazada poniéndola tensa y su llanto de lamento está vez fueron reales, porque ella no sabía realmente quién era el padre de su hijo.

Mientras que en la morgue, Sebastián y Rubén identificaban el cadáver, que al verlo quemado e irreconocible lloro, su dolor era profundo porque era una mezcla de remordimiento y dolor por lo mal hermano que fue, sentía que le había fallado, el cuerpo fue identificado por Rubén y Sebastián, ya que el tenía una cadena de oro que Rubén les envío hacer cuando ellos cumplía la mayoría de edad, además también estaba en su dedo el anillo de bodas.

Rubén----: ¡es mi hijo, por Dios mi hijo!

Rubén se desplomó en el frío piso de la morgue, Sebastián levantó a su padre y ambos lloraron, perder a un ser querido era tan devastador como un desastre natural.

En las afueras de la ciudad en la vía a la costa, un camión con cuatro tripulantes se estacionaba a un lugar para poder alimentarse.

Nery---: Jefe, despierte.

Alex---: Será que lo golpee muy fuerte.

Nery---: Tiene sus signos vitales Normales.

Alberto---: Estoy bien dejen de hablar.