Belva Arlettra Frison, una mujer joven y exitosa, con una carrera brillante y rodeada de riquezas. Eso es lo que todos creen, sin saber que en realidad es alguien cruel, que odia las formalidades, con una confianza enorme en sí misma, testaruda y con una paciencia tan delgada como un papel. Sin embargo, muere de una manera terrible: asesinada por negarse a dar una información que solo ella conocía.
Pero…
De pronto, al abrir los ojos, se encuentra en un lugar desconocido y con cosas extrañas pasando en su propio cuerpo. Se sorprende aún más al descubrir que ahora ocupa el cuerpo de una mujer casada. Y lo más impactante… ¿adivinen quién es su esposo?
Él… él es un mafioso.
En lugar de temerle, Belva —que ahora habita a una mujer con un nombre casi igual al suyo— se siente desafiada a descubrir los secretos escondidos por la dueña original del cuerpo.
“¿Por qué mientras más avanzo, más cosas sorprendentes aparecen?” —Belva.
“¿Después de todo lo que pasó… quieres huir?” —dice Kenzo con frialdad.
“Eres mía.” —su voz posesiva.
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Capítulo 19
"¡¿Qué?!" Ambos dijeron al unísono, se miraron y rápidamente desviaron la mirada. Sintiendo vergüenza por lo que Belva había dicho.
Belva se sintió divertida con ambos. "Sí, son muy compatibles porque ambos son igual de charlatanes". Luego se dio la vuelta, dejando a ambos atónitos al escuchar las últimas palabras de Belva.
"Señora... usted..." Ica, que normalmente es charlatana, ahora se queda sin palabras por las palabras de Belva.
"¿De verdad esa mujer me está emparejando con esta mujer pequeña?... Menudo mal gusto". Ahora era Andre quien pensaba con irritación. Miró a Ica, quien también lo estaba mirando. Sus miradas se encontraron.
No era una mirada de enamoramiento como la que imaginan, sino más bien una mirada de enemigos que se había prolongado durante mucho tiempo y ahora volvía a surgir.
"¿Qué miras, qué miras? ¡¿Recién te das cuenta de que Ica es hermosa?!" Dijo con desprecio, sacudiendo su cabello hacia la cara de Andre.
Andre se dio cuenta cuando sintió dolor en su rostro. Miró a Ica, que ya se había alejado. "¡Maldita sirvienta!... ¡Ya verás!" El grito de Andre no fue escuchado por Ica, ella incluso sacó la lengua a propósito.
"¡Lo siento mucho, señor Andre honorable!... Lo hice a propósito". Después de decir eso, se echó a reír a carcajadas y desapareció detrás de la puerta.
"¡Iss!" Contuvo su enfado y salió corriendo.
.....
"Atrás"
El movimiento de Belva se detuvo. "¿No te doy asco?... ¿O ya te has enamorado de mí, ya que soy hermosa?" Sacudió su cabello hacia atrás, si no fuera Kenzo, tal vez hubieran confirmado las palabras de Belva.
"Señora, allí deben ser una pareja de verdad para que crean que son felices, si se sienta adelante, es lo mismo que manchar el nombre de la familia Arsanio". Explicó Andre tratando de ser paciente, que no se le ocurriera usar palabras que hicieran que la mujer le arrojara sus tacones altos, solo imaginarlo le hizo agarrarse la cabeza.
"Qué bien, si mancho un poco mi reputación y hago que los Arsanio se avergüencen, entonces obligarán a Kenzo a divorciarse de mí". Pensó con un destello de brillo en sus ojos, solo Kenzo fue quien vio que Belva parecía tener una idea.
"¿Qué está planeando?" Kenzo solo pensó para sí mismo.
"¿Por qué no dijiste que era la fiesta de cumpleaños del abuelo?... Todavía no le he comprado un regalo". Refunfuñó Belva, sentándose a regañadientes junto al tranquilo Kenzo.
Si Belva recordaba, la tranquilidad de Kenzo era exactamente como la de alguien que conocía antes, pero lo que deben saber es lo terrible que era esa tranquilidad hasta que incluso tuvo que mudarse a este cuerpo.
De repente, el brillo de los ojos de Belva se atenuó, la atmósfera era mala al recordar eso, con eso también determinó mantener a Kenzo alejado.
Ah, recién recordó que antes ya había hablado sobre el divorcio, pero ¿cuál fue la respuesta?
"¿No es esto lo que querías? Deberías entender que entrar en la familia Arsanio es algo fatal, no hay divorcio".
"Entonces, ¿qué pasa si ambas partes ya no quieren ese matrimonio, no hay otra manera?"
"Sí".
"¿Cuál?"
"La muerte".
¡Deg!
Duk
"¡Aww!... ¿Puedes conducir o no?" Belva se enfadó, inmediatamente se dio cuenta de su largo ensueño y miró a su alrededor que estaba lleno de gente.
"Usted es la que tenía sueño, señora, no sueñe así si no quiere que la avergüencen". Andres estaba molesto con su propia señora porque estaba soñando despierta y no escuchó la explicación de su amo que estaba hablando, lo que le hizo frenar bruscamente, más precisamente detenerse en un gran edificio rápidamente.
Belva solo resopló fríamente a Andre, ese hombre era muy molesto, miró a su lado y resultó que Kenzo no estaba. "¿A dónde se fue?"
¡Clek!
"Vamos"
Belva miró a Kenzo con sorpresa, pero al ver que su auto era el centro de atención ahora sabía que el hombre estaba representando una farsa, con gracia Belva aceptó la mano extendida de Kenzo. Suavemente.
Tampoco dejaría su dulce sonrisa, haciendo que Kenzo sintiera que su pecho se estremecía, rápidamente abrazó la cintura de Belva. Al principio Belva se sintió incómoda, pero al ver lo lujoso que era el edificio alquilado, casi hizo que Belva se le cayera la mandíbula. "Los ricos no son de mentira". Pensó como si su vida anterior fuera igual de rica.
