Dos caras, dos vidas ,un sufrimiento y dolor sin reparó. sin un ayer no hay un mañana y un mañana es el dolor del ayer, sin sacrificio no hay recompensa pero parece que está no es muy buena.
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CAPITULO 19
FERNANDO, después de llegar a la ciudad, se dirigió a la casa de ISMAR. Aunque al principio no lo querían dejar pasar, lo reconocieron y lo dejaron entrar.
FERNANDO: (Sonríe) Esta es su casa... (llora) Esta es la casa de mi amada.
Ese día, FERNANDO bebió como nunca lo había hecho. Al otro día, vio cómo las noticias comentaban la muerte de la mujer que mataba sin razón y sin explicación. Todos se preguntaban cuál era su rostro.
FERNANDO, al ver las noticias, se dirigió a la estación de policía.
NICOLÁS: (Con una fría expresión) FERNANDO, ¿qué te sucede?
FERNANDO: (Con una mirada penetrante, sonríe mientras llora) Se murió la mujer que amaba.
NICOLÁS: (Tocando su hombro) Tranquilo, amigo. Lamento tu pérdida.
FERNANDO: (Llora) Renuncio. No quiero ser más policía.
NICOLÁS: (Sorprendido) ¿Qué dices?
FERNANDO: (Con una triste mirada) Como lo escuchaste, renuncio.
NICOLÁS: (Preocupado) Amigo, no voy a reportar esto aún. Mejor piénsalo un poco mientras pasas el dolor de perder a tu esposa.
FERNANDO, molesto, se fue y decidió encerrarse en casa.
ISMAR: (Pensando) Siento como si mi cuerpo se desintegra poco a poco... y el dolor es desgarrador. Pero me encanta, porque comparado con lo otro, esto me hizo sentir espectacular. Nunca supe que una bala doliera mucho. Qué lástima, pensé que moriría. Pero por eso elegí ser villana y no protagonista. Tal vez un villano sufre más que un protagonista, porque él protagonista es cortado cincuenta veces, pero un villano ya no siente los cortes de tantos que le hicieron. Me imagino que él debe estar pensando que morí... (susurro) FERNANDO.
Persona misteriosa: (Preocupado) ¿Dónde estarás? Tus sentidos no responden. ¿Dónde estarás? Maldita sea, ¿dónde estás? Si tú no estás, yo moriré. Pero este es el destino de alguien que depende de otro. Pero su villanía me encantó.
ISMAR aún flotaba en el mar, hasta que un joven llamado Jacob la vio y pensó que había muerto. Pero se acercó y vio que respiraba, y se la llevó.
Jacob: (pensando con curiosidad) ¿Quién será esta joven? Es hermosa, pero está muy herida y su cuerpo está muy mal.
El quitó la ropa de ISMAR y limpió y curó sus heridas. Después de un día, ISMAR despertó.
ISMAR: (se queja) Auuhh... duele... (sonríe) ¿Quién diría que yo viviría?
Jacob: (preocupado) Señorita, ya despertó. ¿Se siente bien? Tómese esta medicina.
ISMAR: (molesta) ¿Sabés lo inevitable que es tu voz? Aún no estoy despierta.
Jacob: (haciendo gestos) Señorita, tiene mal temperamento.
ISMAR: (frunciendo el ceño) ¿Qué tanto viste?
Jacob: (suspira) No vi nada, solo curé sus heridas.
ISMAR sintió un gran mareo y recayó. Jacob inmediatamente le trajo un poco de sopa para que su cuerpo tuviera fuerza.
Jacob: (pregunta) Señorita, ¿cuánto tiempo lleva en el mar?
ISMAR: (levanta las cejas) Creo que lleva una semana... o no sé. ¿Qué día es hoy?
Jacob responde con tranquilidad: Hoy es martes 16 de noviembre.
ISMAR: (suspira) Sí, ha pasado una semana desde el incidente... Él debe odiarme (sonríe).
¿Quién?, preguntó Jacob con curiosidad.
ISMAR: (con tranquilidad) Lárgate, no te importa. Además, quiero dormir un poco.
Jacob fingió irse, pero se acercó sigilosamente a ver a ISMAR dormir. Sin embargo, mientras ISMAR dormía, recordó que ella llevaba su arma cuando cayó al mar . Al despertar, ISMAR se sintió alterada.
ISMAR: (pregunta alterada) ¿Dónde... dónde está mi arma?
Jacob: (suspiró) La vi y la bote junto con tu ropa .
ISMAR estaba muy molesta, su rostro enrojecido por la ira, lo que hizo que se desmayara de nuevo.
En la casa de ISMAR, Fernando estaba desconsolado.
FERNANDO: (triste) ¿Dónde está tu cuerpo para darle un adiós?
Entonces, Fernando recordó que ISMAR tenía un acompañante; tal vez él podría ayudarlo. Se dirigió a preguntar, pero todos daban la misma respuesta: que ella hablaba con alguien, pero nadie sabía la identidad de esa persona misteriosa, y que aún muriendo, no se había pronunciado.
Fernando se preguntó: "¿Quién es la persona que ISMAR había convertido en su aliado?".
Fernando estaba decidido a encontrar todo rastro de esa persona misteriosa, pero en la casa de ISMAR no había papeles o algo que hablara de ello. Mientras Jacob despertaba a ISMAR.
ISMAR: (vuelve en sí, molesta) ¡Imbecil! ¿Por qué quitaste mi arma? Sabes, es probable que me quieran matar.
Pues ISMAR pensaba que Fernando había revelado su rostro y que ya eran enemigos, pero en realidad Fernando no tuvo agallas para dañar la imagen de la mujer que amaba; por eso decidió retirarse.
Jacob: (sonríe) Este es un lugar muy aislado y no creo que lleguen aquí. Además, creo que eres muy linda para ser culpable de cualquier delito.
ISMAR: (molesta) ¡Oye! Tus padres no te enseñaron la elegancia y la educación.
Jacob: (sorprendido) ¿Por qué?
ISMAR: (molesta) ¡Porque no te callas la vendida boca! Eres una molestia.
Él le dio una calidad sonrisa.
ISMAR: (sorprendida) ¡Oye! ¿Por qué sonríes como si te gustara? ¿O acaso quieres matarme?
Jacob: (sonríe) Es que me recuerdas a una chica que una vez conocí. Era así como tú: me trataba mal, pero me hacía sentir que aún vivía, porque mi familia no fue como esperé... y la tuya.
ISMAR solo miró a Jacob y dio una gran sonrisa, y sonrió a carcajadas, como si nunca sus ojos hubieran llorado. Jacob la miró y se fue con una sonrisa.
Pero en el fondo, ISMAR sabía que una sonrisa de esas sale cuando los ojos se cansan de llorar y el alma de sufrir.
ISMAR (pensando): No, no puedo dejar que los recuerdos de ese demonio me controlen y no quiero seguir su voluntad. ¿Será que me enamoré de él? No, creo .Ahora somos enemigos y no me importa matarlo. Todo tiene un precio y yo no soy la excepción.
ISMAR se quedó pensativa después de la conversación con Jacob. No podía creer que hubiera sonreído de esa manera, como si hubiera olvidado su pasado. Pero sabía que no podía dejar que sus sentimientos la controlaran.
De repente, escuchó un ruido fuera de la casa. Se levantó y se acercó a la ventana. Vio a Fernando, que estaba observando la casa con una mirada intensa.
ISMAR se sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué quería Fernando? ¿Por qué había venido aquí?
Se volvió hacia Jacob, que estaba sentado en el sofá, observándola con una mirada curiosa.
"Jacob, creo que tenemos un problema", dijo ISMAR, tratando de mantener la calma.
"¿Qué pasa?", preguntó Jacob, levantándose del sofá.
"Fernando está afuera", respondió ISMAR. "No sé qué quiere, pero no me gusta".
Jacob se acercó a la ventana y miró hacia afuera. "No te preocupes, ISMAR. Estoy aquí para protegerte".
ISMAR se sintió un destello de gratitud hacia Jacob. Tal vez, justo tal vez, había encontrado un aliado en este hombre.
Pero entonces, Fernando desapareció de la vista. ISMAR se sintió un momento de alivio, pero sabía que no podía confiar en eso.
De inmediato ISMAR se levantó un poco agitada y repitiendo ésto es un sueño. Jacob al escuchar a ISMAR agitada se levanta para verla.
Jacob: (preocupado) estás bien.
ISMAR : (lo miró y se acostó) estoy bien.