Triste Despertar

Después de hablar con Victorino, llamamos a nuestros padres y le contamos nuestra decisión de no casarnos, pero si estar juntos por nuestro hijo, que queríamos que respetarán nuestra decisión. Mi abuela me pidió que pensaran bien las cosas, que ese niño necesitaba un hogar bien constituido, dónde la figura de un padre y una madre estuvieran juntos y presentes.

El papá de Victorino el señor Luciano, nos pidió que nos casáramos por civil si no queríamos casarnos por la iglesia, que con el tiempo y estando juntos eso cambiaría, Victorio me dijo vamos a casarnos por el civil, ya nuestras condiciones están claras, lo único es el quedarnos aquí, mi trabajo está en Italia, eso también tenemos que pensarlo, yo los quiero tener más cercanos, para verlos todos los días, quiero que pienses eso solamente un tiempo. Si no te adaptas nos regresamos aquí, por favor piénsalo.

Lucy me dijo que ella se quedaba al frente de la empresa, mientras yo estuviera en Italia, mi gemelo me dijo que él también se quedaba para ayudar a Lucy, acepte y le dije que estaba bien, planeamos él matrimonio para el sábado temprano y dos días después salíamos rumbo a Italia, mi abuelo me dijo, cualquier cosa, me llamas yo voy por ti y te traigo de regreso, ahora más que nunca quiero que sepas que nos tienes a nosotros esas fueron las palabras del abuelo y de eso estoy segura, yo no quiero irme algo me dice que no seré feliz en Italia. Llego el día de la boda y todo salió bien, nos casamos en el registro civil de Bari loche, presentamos a nuestro hijo y esa misma noche nos fuimos a Italia, mi abuelo le dijo a Luciano espero que tu hijo no la haga sufrir y él le responde yo cuidare de ellos, no te preocupes por eso. Salimos rumbo al aeropuerto, con destino. Milán ese era nuestro destino, llegamos a una bella casa de grandes jardines, el cuarto de mi hijo no está todavía y tenemos que organizarlo, él dormirá conmigo, al día siguiente cuando me levanto Victorino me toca la puerta de él cuarto y me pide que baje a desayunar, bajo con él al comedor, varias personas están sentadas en la mesa y una me llamo mucho mi atención, es una catira con cara de loca, que se queda mirándome, Victorino me presenta como su esposa y presenta a nuestro hijo. Ella se molesta y tira un vaso de vidrio a mis pies y una astilla de vidrio se le encaja a mi bebé En él brazo, mi suegro grito. Victorino y le pidió más respeto para mí y para mi hijo. Él se asustó mucho, cuando él niño lloro y yo le dije sabía que esto estaba mal y terminara muy mal, le pedí a Luciano que no se fuera o me llevará a su casa, no me gustaba la presencia de esa mujer, cuando se lo dije a Victorino él solo me dijo yo te lo advertí que cada quien Hacía su vida sin meterse en la del otro. Yo le dije que ese no era él acuerdo y mucho menos que en la casa donde viviríamos tenía que compartir con tu amante, o la sacas de aquí o yo me voy, Luciano llamo a Victorino al despacho no sé lo que hablaron, pero Victorino me dijo molesto no me esperes hoy, no sé cuando regrese. Yo sabía que esto pasaría, él no quiere ataduras, yo respeto su vida,, pero no que meta sus mujeres a la casa, luego que sé fue le dije a Luciano que esto no funcionaría y que era mejor que nosotros nos fuéramos antes que las cosas fueran peor, él me dio la razón y me pidio que me fuera a su casa yo le dije que me iba para La Argentina que ya él tenía lo que quería un nieto, que las puertas de mi casa siempre están abiertas para el cuándo quiera ver al niño. Esa misma tarde salí rumbo a Nueva York, llamé al abuelo para que me recibiera en el aeropuerto y le dije que al llegar hablamos, Luciano muy apenado solo me dijo que nos estaremos llamando. Me monté en el avión y con esto cierro definitivamente está relación. Que no debió ser.