Cruel Venganza

Pero, ¿qué dices?, aquí la única que importaba era Roxana, pero ya no está y tú aquí no tienes nada que hacer.

Bueno, no voy a discutir eso contigo, necesito que me digas en dónde está mi sobrina.

Pues fíjate que convencí a Arap para que la mandara a un internado. Te seguro que ella está feliz allá.

¿Por qué la mandaron a un internado?, si ella estaba estudiando, era la mejor alumna, ¿por qué separarse de ella?

Ay Sharon, tú no entiendes las cosas, en mi vida no existen los niños, Arap y yo vamos a ser felices, pero sin niños.

Quiero que sepas que Esthercita no saldrá de ahí hasta que cumpla la mayoría de edad. Ni modo Sharon, así son las cosas.

¿Sabes, Isabella?, Roxana siempre me decía que confiaba mucho en ti, que eras su mejor amiga. Siempre cuando platicábamos me decía que tú eras muy buena con ella y que se contaban todo. Me hablaba de su amor por su esposo, de todos los días en que salían a pasear juntos y mi sobrina iba con ellos. También me decía que tú eras la mejor amiga que pudo haber tenido.

De esas veces que tú y ella iban juntas al spa, al salón de belleza, cuando iban a que les arreglaran las uñas, todos esos momentos felices que vivió contigo. Eras casi una hermana para ella. Y mira lo que has hecho, quedarte con su marido a su muerte, pero aún no me explico cómo fue que murió Roxana. Ni tampoco me explico cómo es que andas con su esposo casi inmediatamente después de que murió o que, ¿su relación ya era de tiempo atrás? ¿Ustedes engañaban a Roxana?

Mira, Roxana era una mujer que nunca le hizo caso a su marido, él se refugió en mí por falta de amor. Yo no tuve nada que ver con Arap, cuando Roxana murió yo fui la única que estuvo a su lado.

¿Sabes que fuimos a exhumar la tumba de mi hermana y su cuerpo no estaba ahí? La policía está investigando este hecho porque eso no puede pasar desapercibido.

Arap ya lo sabe porque él fue con nosotros, pero te aseguro que esto no se va a quedar así. Alguien tiene que pagar por la muerte de mi hermana y tiene que saber dónde está su cuerpo.

Isabella tragó saliva, ¿por qué Arap nunca le platicó esto? ¿Arap y tú fueron a exhumar el cuerpo de Roxana? ¿Y por qué no fui requerida?, yo también quería ir.

Ya ves, mi querida Isabella, no eres tan importante en la vida de Arap. Por cierto, ¿tú sabes algo de la muerte de Roxana?

Yo no sé nada de la muerte de Roxana, y si no hay más que hablar me voy a la oficina que era de Arap porque así lo has dispuesto tú.

Isabella salió furiosa de la oficina de Sharon, echaba chispas por los ojos, pero a la vez se sintió nerviosa, al parecer, Sharon sospechaba de ella.

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Esa misma noche en la mansión de Arap.

¿De manera que fuiste a exhumar el cadáver de Roxana y no me avisaste?

¿Y qué querías que hiciera?, la policía casi me amenazó.

¿Sabes que todas las sospechas recaen sobre nosotros? Es obvio que no había nada en esa caja. Entonces, ¿qué vamos a hacer?

¿Vamos? Qué vas a hacer tú, recuerda que tú la mataste, no yo.

El problema aquí es que no está su cuerpo no sabemos si está muerta.

Fue tu culpa, si no hubiéramos estado besándonos esa noche nadie estaría muerto.

¿Y a poco nos besamos a fuerza? Los dos quisimos que así pasaran las cosas, lo único que no esperaba yo es que tú fueras a matar a Roxana.

¡Basta!, deja de decirme que yo maté a Roxana, fuimos los dos y no te quieras echar para atrás, los dos estábamos ahí en ese momento; empezamos a discutir por tu culpa.

Claro que no fue por mi culpa. Ella simplemente se apareció en ese momento.

¿Qué vamos a hacer si la policía se presenta de repente y nos acusa?

Yo no tengo ningún problema, al que van a detener es a ti no a mí y deja de estar molestando me voy a mi cuarto.

¡Isabella, no te vayas tenemos que seguir hablando! ¡¡Isabella!!

Pero Isabella se fue a su cuarto y cerró de un portazo ya no quiso escucharlo más.

Arap se pasó las manos por la cabeza estaba desesperado. Sabía que la policía pronto acabaría por descubrir la verdad.

"Roxana, ¿dónde estás? ¿De verdad estás muerta o...?"

"Una idea se le vino a la cabeza... No, no es posible, Sharon es su hermana, pero no es Roxana. Aunque es muy raro que haya aparecido al morir Roxana. Nadie conocía su existencia, ni siquiera mi hija".

Desechando esas ideas raras decidió ir a su cuarto, pero Isabella no lo dejó entrar.

Por favor, Isabella. Abre.

¡Déjame en paz, vete a dormir a la alcoba!

Isabella, no me hagas esto.

Te prometo que no te molestaré más, solo quiero dormir.

Por fin Isabella abrió la puerta, él entró en silencio, se dio un baño y se acostó a dormir.

Isabella también se acostó.

Ambos se dieron la espalda en la cama y quedaron profundamente dormidos.

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En el internado...

Esthercita, ven a comer hijita, Sor Patricia le hablaba con todo cariño y dulzura.

Ya no estés triste, yo sé que te duele que tu padre te haya traído para acá, pero aprenderás muchas cosas y serás feliz, yo te lo prometo.

Mi papá me trajo para acá porque no me quiere, dijo Esthercita al borde de las lágrimas.

No digas eso hijita, tu padre está muy ocupado en su trabajo, pero te aseguro que te quiere mucho y quiere lo mejor para ti.

¿Y cuánto tiempo voy a estar aquí, sor Patricia?

No te preocupes por eso Esthercita, te aseguro que aquí estarás bien y aprenderás bastantes cosas. Aquí hay maestras muy eficientes, por favor, tienes que acoplarte con tus amigas, ¿estamos?

Sí, maestra, pero me cuesta trabajo hacerlo, quiero regresar a mi casa con mi papá y mi tía Sharon.

No te preocupes, en cuanto estés lista para enfrentar al mundo regresarás a tu casa. Y ahora vamos a comer, que se enfría la comida.

Está bien, vamos.

La comida transcurrió sin incidentes, más de 20 niñas comían alegremente.

Solo Esthercita estaba callada, no tenía humor para platicar con nadie.