Sinopsis: "La Felicidades No Está Hecha Para Mí" es la desgarradora historia de un joven que lo pierde todo. Después de que su familia muriera en un trágico accidente automovilístico, su mundo se derrumba por completo. Sumido en la desesperación y el dolor, el joven lucha por encontrar un sentido a su vida. Sin embargo, en medio de su sufrimiento, el joven encuentra un rayo de esperanza cuando conoce a alguien que logra despertaren él un sentimiento que creía perdido: el amor. A medida que su relación avanza, el joven comienza a vislumbrar un futuro más allá del abismo de la tragedia. Pero la felicidad que parecía al alcance de su mano se ve truncada cuando, de forma inesperada, su nuevo amor es brutalmente asesinado. Devastado por este nuevo golpe del destino, el joven se enfrenta a la dolorosa realidad de que la felicidad tal vez no esté hecha para él.
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Una Noticia Devastadora
Capítulo 19: Una Noticia Devastadora
Después de la emocionante propuesta de Nicolle, los siguientes días los llenamos de planes y sueños para nuestro futuro juntos. Hablamos sobre la boda, sobre donde querríamos vivir y sobre la posibilidad de tener una familia.
Siento cómo una sensación de plenitud y esperanza me envuelve. Después de tanto tiempo de dolor y soledad, finalmente he encontrado a esa persona con la que quiero compartir mi vida. Nicolle se ha convertido en la razón por la que mi corazón late con tanta fuerza.
Una tarde, mientras ultimamos algunos detalles para la boda, Nicolle recibe una llamada que parece alterar su estado de ánimo. La veo tensarse y su expresión se vuelve sombría. Cuando finaliza la llamada, me mira con una mezcla de preocupación y tristeza.
"¿Qué ocurre, mi amor? ¿Está todo bien?" le pregunto, sintiendo cómo una sensación de intranquilidad se apodera de mí.
Nicolle toma mi mano y la aprieta con suavidad, pero evita mi mirada. "Martín... tengo que hablar contigo sobre algo."
Un nudo se forma en mi garganta al escuchar su tono de voz. "¿Qué sucede, Nicolle? Me estás asustando."
Ella toma una profunda respiración y finalmente me mira a los ojos. "Mi padre... Mi padre está enfermo, Martín. Muy enfermo."
Siento cómo mi corazón se contrae al escuchar esas palabras. "¿Qué? ¿Qué le sucede?"
Nicolle lucha por contener las lágrimas que se acumulan en sus ojos. "Es un cáncer terminal. Los médicos dicen que no le queda mucho tiempo."
Un profundo dolor se instala en mi pecho al ver la angustia en su rostro. Inmediatamente, me acerco y la envuelvo en un cálido abrazo. "Oh, Nicolle. Lo siento tanto, mi amor."
Ella se aferra a mí, dejando que las lágrimas fluyan libremente por sus mejillas. "Martín, yo... Tengo que ir a casa. Tengo que estar con mi familia en este momento."
Asiento en silencio, sintiendo cómo un nudo se forma en mi garganta. "Entiendo, Nicolle. Claro que sí. Tienes que estar con ellos."
Nos separamos y Nicolle me mira con una expresión llena de dolor. "Pero eso significa... Eso significa que tendremos que posponer la boda. No puedo dejarlo ahora, Martín. Lo siento tanto."
Siento cómo mi corazón se parte al escuchar sus palabras. La perspectiva de tener que retrasar nuestros planes me llena de tristeza, pero entiendo la prioridad que tiene su familia en este momento.
"Nicolle, no tienes que disculparte. Tu familia es lo más importante ahora. No te preocupes por la boda, eso puede esperar."
Ella niega con la cabeza, dejando que más lágrimas resbalen por sus mejillas. "Pero es que... no sé cuánto tiempo estaré lejos. Y no quiero que pienses que estoy renunciando a nosotros."
Tomo su rostro entre mis manos y la miro con ternura. "Nicolle, escúchame. Yo entiendo. Sé que esto no es fácil para ti, y quiero que sepas que voy a estar aquí, apoyándote en todo momento."
Nicolle me mira con una mezcla de gratitud y desesperación. "Martín, ¿y si... y si no vuelvo a tiempo? ¿Y si algo le sucede a mi padre mientras estoy lejos?"
Siento cómo mi corazón se encoge al ver su angustia. Sin pensarlo dos veces, la abrazo con fuerza, tratando de brindarle el consuelo que necesita.
"Nicolle, mi amor, no te preocupes por eso ahora. Lo único que importa es que estés con tu familia en este momento. Yo estaré aquí, esperándote, sin importar cuánto tiempo tome."
Ella se aferra a mí, sollozando suavemente. "Martín, ¿y si... y si todo esto significa que nuestra boda ya no puede ser? ¿Y si todo tiene que terminar?"
Mis ojos se llenan de lágrimas al escuchar sus palabras. La sola idea de perder a Nicolle me llena de un dolor casi insoportable. "No digas eso, mi amor. Nada de esto significa que todo tenga que terminar. Yo voy a estar aquí, esperándote. Pase lo que pase, vamos a superarlo juntos."
Nicolle se separa un poco y me mira con una expresión de profunda tristeza. "Martín, lo siento tanto. Siento tener que hacer esto, pero... tengo que ir a casa. Tengo que estar con mi familia."
Asiento con comprensión, aunque cada fibra de mi ser grite de dolor. "Lo sé, Nicolle. Ve, y no te preocupes por mí. Tu familia te necesita ahora."
Ella toma mi mano y la aprieta con fuerza. "¿Podrás esperarme, Martín? ¿Podrás esperarme hasta que pueda regresar?"
Siento cómo las lágrimas escapan de mis ojos, pero le sonrío con todo el amor que siento por ella. "Por supuesto que sí, mi amor. Te esperaré el tiempo que sea necesario."
Nicolle se lanza a mis brazos y nos fundimos en un beso cargado de emoción y dolor. Siento cómo mi corazón se parte al pensar en tener que separarme de ella, pero sé que no tengo otra opción.
Cuando finalmente nos separamos, Nicolle me mira con una expresión desesperada. "Martín, te amo. Nunca lo olvides."
Le sonrío con tristeza y acaricio su mejilla. "Y yo te amo a ti, Nicolle. Vete tranquila, estaré aquí cuando regreses."
Con lágrimas en los ojos, Nicolle toma sus cosas y se dirige hacia la puerta. Antes de marcharse, se detiene y me mira una vez más. "Martín, te prometo que haré todo lo posible por volver pronto. No pierdas ese amor…
