1ra parte de "Solo soy un detective"
Alexis Mefhisto, nombrado como el mayor criminal del planeta se encuentra en los últimos instantes de su existencia. Rodeado de la fuerza del país y parado en la alcoba de un gran edificio, su final está más que claro. Sin algún lugar a donde escapar, decide acabar su historia de la mejor manera y, a la vista de todo mundo, salta del gran edificio abrazando el vacío. Pero, para su suerte, algo raro pasa: ¡No muere, sino que es transportado a otro mundo!
En un lugar dónde él nunca existió ¿Qué podría hacer el que alguna vez fue el maestro del crimen?
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Arco 1, Cap 18 - Asesinato en el hotel.
Una tranquilidad silenciosa inunda el Departamento de Agentes Especiales, de la cual solo un hombre goza de ella. Mientras toma un merecido descanso de sus labores a la vez que toma una buena taza de café para recargar energías, el Agente piensa en sus compañeros de trabajo. Con serenidad, mira el reloj de la oficina.
—Ya casi es hora de que el Agente Alex y el Agente Donnaiolo vuelvan del descanso. Si no cuento al pequeño holgazán, solo faltarían Gensei, la Agente Janneth y la Agente Aileen.
El hombre mira de reojo la pila de peticiones y solicitudes en su escritorio, recordando que una tercera parte de ella fue hecha por el nuevo integrante del departamento, provocando en su mente una indebida comparación de compañeros.
—Si tan solo Fimbulvetr trabajara así...
Como si sus palabras hubieran convocado su presencia, el celular de Chrono recibe una llamada de su compañero.
—Hasta que te dignas a mostrar señales de vida...
Chrono se toma su tiempo para contestar solo para hacerlo esperar a propósito, pero al final contesta la llamada, aunque no de la manera normal.
—Tienes agallas para llamarme sin haber entrado al departamento, espero y sea algo importante, de lo contrario te amarraré a una silla y te haré hacer todo el trabajo que queda pendiente.
—Hubo un suicidio.
Chrono se detiene al momento de lo que estaba haciendo para poner total atención a su compañero.
—¿Qué? ¿Un suicidio a plena luz del día?
—Sí, justo frente del hotel Brillian Bertha, aunque también es probable de que sea un asesinato, ven con unas patrullas y te explicaré lo demás cuando estés aquí.
—Está bien, llegaré en cinco minutos, mientras tanto, contén a la multitud, que no se acerquen ni mucho menos toquen el cuerpo, una vez asegures la zona, trata de examinar por encima la escena del crimen.
Chrono cuelga la llamada e inmediatamente sale del departamento para ir al hotel.
—Chrono ya está en camino, estará aquí en unos minutos.
Debido a la gran altura y al hecho de que el individuo cayó de rostro, el cadáver era irreconocible, como si no tuviera cara alguna.
—Rayos, esto sí que no me la esperaba, quería un caso por resolver y literalmente me cayó del cielo, que irónico —dice Alex.
—Es un poco devastador, el pobre tipo se estrelló de cara, apenas y puedo encontrarle forma... tendremos que identificar su identidad mediante su ADN o rasgos característicos —dice Fimbulvetr con una ligera sensación de disgusto al ver el cadáver.
Fimbulvetr le da la vuelta al cuerpo para poder apreciar mejor el daño de la caída.
—Maldición, el impacto hizo que me manchara la camisa de sangre, que lastima, era mi camisa favorita... —exclama el pelirrojo, mirando con tristeza el estado de su camisa.
—La camisa es roja, apenas y se nota la mancha, ¿Y en serio esa es tú camisa favorita? que malos gustos tienes —contesta Alex con una expresión de asco.
—Oh vamos, ¡Esta camisa es maravillosa! Es cómoda y fácil de lavar —contesta Donnaiolo con entusiasmo y levantando el pulgar.
—Suficiente de hablar de camisas, Ale, haz que la gente se vaya, no queremos que haya público que pueda perturbar la escena, y Donnaiolo, asegura la zona con la cinta policial —ordena el peliblanco.
Apenas da la orden, los agentes actuan de inmediato. Alex empieza a alejar a la gente de la zona.
—Aléjense todos ustedes, esto es una escena del crimen, no un teatro, vuelvan a sus casas o a donde sea que vayan —grita el ex-criminal para que toda la gente en la zona lo escuche y se aleje, por suerte los trabajadores del hotel llegan a ayudar, lo que agiliza las cosas
Una vez despejada la zona, Donnaiolo saca desde su cuerpo una cinta policial y empieza a cercar el área.
—Qué demonios, ¿De dónde demonios sacaste esa cinta? ¿Te la metiste en el trasero? Qué asco.
—¡Por supuesto que no!, Es mi habilidad, me permite guardar cosas dentro de mí, como en un limbo infinito, aunque no sirve con seres vivos.
Donnaiolo saca unas tijeras para cortar la cinta, y después las guarda junto con la cinta.
—Ya veo, gracias por la explicación, caja de sorpresas.
—Que rápido eres poniendo apodos, increíble...
Con la zona asegurada, los agentes se centran en examinar el cuerpo y la escena.
—Veamos... Por su complexión tal parece que era un hombre adulto, aunque es difícil saberlo cuando tiene toda la cara destrozada, lleva un saco y corbata, probablemente un trabajador de oficina.
Alex se acerca y mete su mano en los bolsillos del cuerpo, pero no encuentra nada.
—¡Oye, no metas mano, de eso se encargará el perito!
—No tiene ninguna pertenencia encima, puede que no llevara ninguna o se las quitaron antes de caer.
Alex mira hacia la punta del edificio, el cual era enorme, probablemente con más de 70 pisos.
—Pero de algo estoy seguro, esto no es un suicidio, sino un asesinato.
—¿Por qué estás tan seguro? —pregunta Donnaiolo.
—Si miran fijamente, se puede ver que hay un disparo en su frente —con delicadeza le da vuelta al cuerpo para ver la nuca—, también hay sangre en la nuca, tal parece que la bala no logró salir.
—¿Entonces le dispararon a la cabeza y el cuerpo cayó desde arriba?
—Lo dudo, si hubiera sido así, el cuerpo no habría caído de rostro de manera tan perfecta, lo que me hace pensar que probablemente lo mataron y después lanzaron el cuerpo de frente con la esperanza que cayera con la cara al piso, y funcionó, para su suerte.
—Lo mataron primero, lo trasladaron al techo del edificio y después lo arrojaron de cara para dejarlo irreconocible y así retrasar una futura investigación —reafirma Fimbulvetr.
—Algo así, es lo que puedo intuir con lo que vemos —dice Alex.
—Seguramente ya ni siquiera estén cerca, nuestros criminales saben lo que hacen, *suspira* por lo menos no sufrió dolor —dice Donnaiolo viendo el cadáver con pena.
—Mmm... no creo que haya sido desde el techo, quizás fue más abajo, pero desde aquí no logro ver ningún cristal roto, maldito sol... me quema las retinas.
—¿Cristal roto? Ahora que lo dices, no cayó ninguno junto con él...
Alex ve a un empleado del hotel y le hace señas para que se acerque un poco, a lo que el hombre accede.
—Oye, ¿Hay alguna habitación con vista hacia este lado en la que se pueda quitar el cristal? —pregunta Alex.
—No quitar, pero se puede salir a un pequeño balcón, en el piso 42 —contesta el empleado.
—Ya, entonces es probable que lo asesinaran allí, esperemos a Chrono y las patrullas, iremos a inspeccionar la habitación cuando lleguen —dice Fimbulvetr separándose del cuerpo, pero aun buscando alguna pista cerca.
—Aunque no cayó desde lo más alto, el impacto fue tan fuerte que salpicó bastante lejos...
Alex contempla lo grotesco que se ve la escena, recordando los últimos momentos de su antigua vida, acompañados con un escalofrío.
«Si no hubiera reencarnado habría terminado igual que este tipo, que suerte tengo...»
—Aunque es increíble el lugar donde pasó... —dice el pelirrojo mientras mira la entrada del hotel.
—Sí, y pensar que un asesinato haya pasado justo en este hotel, su reputación quedará totalmente manchada, eso es seguro —afirma Fimbulvetr.
—¿Tan importante es este hotel? —pregunta Alex.
—¡Por supuesto! En este lugar solo puede ser usado por altos funcionarios, o por gente que les sobre el dinero —dice Donnaiolo.
—Para poder hospedarme, aunque sea un solo día, tendría que trabajar por un mes entero, con horas extras incluidas... —agrega el peliblanco, pensando en el sufrimiento que viviría si trabajara horas extras.
—Y viendo que nunca trabajas significa que nunca podrías poner un pie en este lugar como cliente —dice Alex con un tono neutro, pero que hiere.
—Soñar es gratis, Ale, soñar es gratis... —murmura Fimbulvetr mientras le sale una lágrima de su ojo al notar su deprimente realidad.
Minutos después, Chrono y la policía llegan a la escena. El Agente baja del coche, pasa la cinta policial y se acerca al cuerpo junto con un equipo de peritos, que tomarían imágenes de la escena.
—Por fin llegas, me estaba aburriendo de esperar, y eso que no estamos tan lejos de la agencia —dice Alex.
—¿Agente Alex? Se supone que estaría en su descanso.
—Resulta que esto pasó justo en nuestras narices, por eso no llegamos a la Agencia.
—Ya veo... ¿En qué momento se encontraron con Fimbulvetr?
—¿Al albino? Estaba en la Agencia y decidió acompañarnos a comer.
Chrono mira al peliblanco e inmediatamente a este lo recorre un escalofrío atroz. Una sola mirada del Agente fue suficiente para comunicarle lo que pasará con él cuando lleguen a la agencia.
—¿Descubrieron algo destacable? —pregunta Chrono serenamente mientras mira el cuerpo.
—Llegamos a la conclusión de que fue un asesinato, tiene signos de que le dispararon antes de lanzar el cuerpo, y los más probable es que haya sido desde una habitación y no desde la azotea —contesta Alex.
—Estábamos esperando a que vinieras para entrar al departamento y examinar la zona —dice Donnaiolo.
—Muy bien, entonces entremos a investigar, los peritos se encargarán del resto y se llevarán el cuerpo.
Los agentes entran al hotel y caminan a dirección del ascensor. Antes de poner un pie dentro, Alex se percata que, como se esperaba de un hotel de gran renombre, tiene cámaras de vigilancia.
«Cámaras, espero y también las haya en las habitaciones»
—Ale, anda, sube al ascensor —dice Fimbulvetr.
—Sigan ustedes, ahora los alcanzo —contesta Alex.
—¿Qué pretende hacer? —pregunta el Agente Chrono.
—Conseguir algo que probablemente nos sirva —contesta Alex con una sonrisa pícara.
—Ya veo, pero le pido que no tarde —dice el Agente.
Alex da la vuelta por un pasillo y desaparece de sus vistas. Chrono, Fimbulvetr y Donnaiolo entran al ascensor y pulsan el botón para el piso 42.
—¿Qué creen que sea esa cosa que dijo Ale? —pregunta el pelirrojo para evitar el silencio dentro del ascensor.
—Ni idea, pero probablemente sea algo útil —responde Fimbulvetr con confianza.
—Solo espero y no se escape y nos deje todo el trabajo —exclama Donnaiolo con un ligero tono de angustia.
—A diferencia de ustedes dos, el Agente Mefhisto sabe concentrarse en su trabajo —dice Chrono mientras limpia su monóculo.
—No sabía que tuvieras favoritismo por tus compañeros de trabajo... —reprocha el peliblanco.
—Cómo no tenerlo, apenas es su primer día y ya hizo el trabajo que ustedes dos juntos hacen en una semana, si me dieran la oportunidad de cambiarlos, lo haría sin dudarlo.
—¡Tus palabras me hieren, pensé que lo nuestro era algo especial! —exclama el peliblanco de una manera muy dramática.
El ascensor llega al piso y sus puertas se abren.
—Suficiente, concéntrense en este caso —dice el agente antes de bajar del ascensor.
Los agentes salen del ascensor y dan marcha hacia la habitación con alcoba. Mientras tanto, Alex se encuentra en la puerta de la sala de vigilancia del hotel, y sin perder el tiempo toca para que le abran. A los pocos segundos, el guardia le abre la puerta.
—Qué tal, señor guardia.
Alex muestra su identificación de policía, haciéndole saber rápidamente al guardia que no es un simple cliente.
—Buenas tardes, oficial... ¿Qué puedo hacer por usted?
—Supongo que ya sabrás del desastre en la entrada del hotel, así que vayamos al grano. Necesito las grabaciones de la entrada principal, la entrada trasera, del piso 42, ah, y de la habitación que tiene la alcoba.
—Lo siento, señor, solo los Agentes Especiales pueden solicitar este contenido.
Alex se bloquea por un momento, y después recuerda que aún no le habían dado algo que lo identificara como Agente Especial. La identificación que había mostrado era la que tenía antes de cambiar de puesto.
—Oh mierda, es cierto... Esta porquería es de antes de que me ascendieran...
—Lo siento, señor, no puedo dárselas a usted, ya sabe, por protocolo y eso...
—Pero, si podrías mandar la evidencia directamente a la agencia, ¿Verdad?
—Bueno, eso quizá sea posible...
—Entonces te encargo eso.
—Deberá esperar a que el reporte sea hecho, pero iré preparando los archivos para entregarlos apenas llegue la orden.
—Perfecto, me alegra que nos entendamos rápidamente.
Alex se va de la sala de vigilancia y sube al ascensor para ir al piso 42. Por otro lado, los tres agentes llegan a la habitación.
—Estén atentos, cabe la posibilidad de que aún sigan dentro.
Los tres hombres se ponen alerta y toman sus incapacitadores. Donnaiolo toma la manilla de la puerta y nota que esta no está forzada.
—Vaya, la puerta está intacta...
—Intacta... Entremos.
Donnaiolo abre la puerta y los tres hombres entran rápidamente apuntando a todos lados. Dentro, se encuentran un lugar bastante elegante: muchos cuadros y objetos de porcelana de las caras. Además de eso, está ordenada, como si no hubiera pasado algo.
—En la sala no hay signos de alguna pelea o forcejeo, y la puerta del apartamento no parece haber sido forzada, al parecer entraron con el consentimiento de la víctima —dice Chrono mirando de cabo a rabo la sala.
Fimbulvetr entra a la habitación que parece ser el dormitorio, que también está muy bien acomodado, sin rastro de un crimen.
—Tampoco nada, de hecho parece que ni siquiera se usó hoy.
Los hombres revisan la cocina y el baño, pero no encuentran nada fuera de lugar.
—No hay rastro de que se haya cometido un crimen aquí, ¿No nos habremos equivocado de habitación...? —pregunta el pelirrojo con un ligero tono de preocupación.
—Todavia falta una habitación, Donna.
Los Agentes se acercan a la última habitación, el despacho de trabajo. Cuando abren la puerta, se encuentran con una gran mancha de sangre en la alfombra, justo delante del escritorio. Chrono hace una seña a sus compañeros para que aseguren la zona en lo que el empieza a examinar el charco de sangre.
—Aquí es donde lo mataron —pasa sus dedos por la sangre—. Está casi seco, dejaron que sangrara para después arrojarlo, y viendo que ningún vecino escucho algo, probablemente fue asesinado con un arma con silenciador —dice Chrono.
Justo a los lados de la gran mancha, se aprecian dos pares de pisadas totalmente distintas.
—Hay unas pisadas ensangrentadas que se dirigen al balcón, serán de los asesinos que arrastraron el cadáver, esto no fue hecho por una sola persona, hay más involucrados —agrega Chrono.
—Tiene una gran colección de libros, este hombre leía mucho, por lo que veo —dice Donnaiolo, que caminaba por los costados de la habitación para evitar el gran charco de sangre y así no manchar sus zapatos.
—Pero, aun así, esto no nos dice nada del o los culpables, necesitamos más pruebas, un poco más concretas —dice Fimbulvetr mirando alrededor del cuarto con la esperanza de encontrar otra pista.
—¿No tenemos las grabaciones de las cámaras de seguridad? Puede que encontremos algo en ellas —dice Donnaiolo.
Chrono mira las esquinas del techo de la habitación, y en una de ellas encuentra una pequeña cámara muy oculta.
—Justo de eso vengo, pedí que llevaran las grabaciones de la entrada principal y trasera del edificio, junto con las del pasillo y de este apartamento, llegarán a la agencia dentro de poco... Vaya mancha de sangre, lo mejor será que tiren la alfombra —dice Alex, que iba apenas entrando a la habitación.
—¿Porqué no las revisaste antes? —pregunta Fimbulvetr.
—Como todavía no tengo mi identificación de Agente Especial, no me permitieron verlas... —contesta Alex mientras mira discretamente a Chrono.
—... Cierto, aún no se la he entregado, recuérdeme hacerlo cuando lleguemos a la agencia —dice Chrono sin perder la compostura a pesar del pequeño olvido.
Alex se adentra a la habitación y observa con detenimiento la escena del crimen.
—No hay signos que se haya rehusado, o probablemente fue sujetado antes de matarlo. Dos de ellos lo agarraron para que no se moviera, mientras que otro se encargó de plantarle una bala en la cara, justo... desde esta posición —dice Alex mirando la dirección de las pisadas de sangre y posicionándose desde el lugar donde probablemente disparó el asesino.
Donnaiolo se acerca al escritorio y vio que el hombre estaba escribiendo algo antes de que los asesinos llegaran, había pequeñas frases y otras palabras rayadas por encima, lo que las dejaba casi ilegibles, lo único que se puede leer es el encabezado.
—"Ideas para una nueva obra" ¿Se refiere a una obra de teatro? —pregunta el pelirrojo.
—O una novela... cualquiera de las dos es probable —agrega Fimbulvetr.
Alex se acerca y toma el libro para echarle un vistazo.
—Quién sabe, lo único que puedo decir es que estas ideas nunca verán la luz... bueno, tampoco es que sean tan buenas. Ja, escuchen esta: "renazco como el sostén de la princesa del reino" menuda mierda.
—¿Quizá la víctima era un novelista frustrado que tenía problemas con gente mala? —especula Donnaiolo.
—¿Y por qué los tendría? —pregunta Alex mientras sigue hojendo la libreta, encontrando más títulos absurdos que le sacan una sonrisa burlesca.
—Ni idea, solo estoy dando ideas...
—Quizá sea por esta libreta, cualquiera quisiera matarlo si leyese estas estupideces... "Reencarno como las medias favoritas de la presidenta del consejo estudiantil" este tipo tenía algo con la ropa interior...
—Ya hemos visto mucho por el momento, seguiremos con la investigación en la agencia. Los peritos nos llevarán las imágenes de la escena y podremos verla más a detalle —dice Chrono levantándose y reacomodando su monóculo.
—Tienes razón, mejor regresemos e informemos a los demás . Está claro que esto no fue solo un asesinato casual, probablemente un arreglo de cuentas. Nuestros culpables tienen a alguien moviéndolos —dice Fimbulvetr.
Chrono, Fimbulvetr y Donnaiolo se disponen a salir de la habitación. Antes de salir del departamento en cuestión, Alex nota un destello en el costado donde tapa la puerta al abrirse. Se acerca y toma el objeto: Un botón de metal hueco, probablemente de algún traje sofisticado, este está recubierto de latón para darle un color amarillo opaco. Se lo lleva al bolsillo de su chaqueta y sale de la habitación.
Espero la segunda parte💗
Vivió una vida horrible... y a pesar de eso... decidió quedarse por y para sus hijos...
Me acabo de dar cuenta de algo
¡¿Ella no se llama igual que-?!
¡¡No me digas esooo!!
Es horrible la cruedad de ese hombre para agredir a su familia de esa manera... y sin remordimiento alguno...