Frío Distante

Kora sobre el regazo de su esposo mirando a la nada bajo su vestido mostrándose frente a él desnuda, Demian la observaba en silencio, mientras ella se mostraba nerviosa estaba sobre él lo observaba como esperaba que ella tomara acciones.

—demian.......—dijo nerviosa.—esto es un error....—dice en voz baja casi solo para ella, como si se le escapara del pensamiento.

—Un error, no, no lo creo—su voz era fría y muy firme, pero no podía evitar sentir los efectos de su cuerpo desnudo al verlo. Suspira.

—Nunca me he negado, pero estoy tan cansada de tu indiferencia que no tiene sentido hacerlo, solo tomas todo sin dar nada a cambio que tan patético es eso?!!, —no haré esto...—se viste y se levanta del regazo de Demian.

Demian mira a su esposa que se viste y se le sube el humo a su cabeza. Él la detiene con uno de sus brazos y la mira directamente a los ojos.—No te vayas, no hemos terminado todavía con esto—dice enojado y con una voz fuerte.

—Demian se mira a su esposa que se viste y se le sube el humo a su cabeza.Él la detiene con uno de sus brazos y la mira directamente a los ojos.—No te vayas,no he terminado todavía con esto—dice enojado y con una voz fuerte.

—suéltame Demian—forcejea—no quiero más esto, no quiero que me toques, por favor suéltame!!!—

—Nada de eso—se niega a soltarla apretándola con más fuerza y sin tener intenciones de dejarla ir. La siente muy cerca de su cuerpo y a pesar de que dice no soportarla de todas las formas posibles, su cuerpo está reaccionando a su cercanía y su contacto físico de una forma que no tiene control sobre ella por más que le gustaría.

—es lo único que te importa de las personas Demian? Solo te interesa lo que te puedan dar...—mira buscando respuestas aunque suponía respuestas.

Demian no respondió de inmediato a esa pregunta, parecía bastante molesto e incluso enfadado—No voy a negarlo, me gusta lo que tú me das y no tengo la intención de esconder que lo único que se está dando entre nosotros solo es sexo, pero no es lo único que me interesa de las personas—dijo sincero a pesar de su mal humor.

Al escucharlo kora simplemente se quedó sin palabras estaba incrédula, al darse cuenta de lo tonta que había sido, solo estaba siendo usada al beneficio que él prefería como desde el principio había sido, simplemente lo dejo ahí y no dijo nada más.

Los días habían transcurrido la herida de Demian se había curado por completo no obstante se abrió una nueva sobre la piel de kora, su destino estaba marcado desde que piso la casa de sus tíos y no lo sabía era totalmente cuestión de tiempo aun si no hubieran ocurrido así las cosas tarde o temprano, de una o de otra forma terminaría a manos de ese frío y desalmado hombre que le estaba carcomiendo el corazón y el alma.

Sus besos en mí han actuado como veneno sin darme cuenta poco a poco caí en decadencia, uno fue más que suficiente para adentrarse en mí y poseerme, Demian es un demonio que me ha llevado a sus garras, su indiferencia duele, y un solo gesto de amabilidad me capturo, pro no tengo los ojos cerrados solo fue una pantalla hacia los demás un espejismo en el que quede atrapada...

Demian regresaba como de costumbre a su trabajó dentro de casa su oficina estaba llena de personas entrando y saliendo durante todo el día hacía días que el hombre no miraba la cara a kora y no tenía intenciones de hacerlo, ella lo había estado evidentemente evitando, el humor de ese hombre estaba insoportable, los gritos y maldiciones se escuchaban resonar en la casa como un día cotidiano.

— MALDITA SEA!!!!!!—

—cálmate Demian, debemos encontrar solución, por el momento solo podremos enviar más hombres y uno de nosotros ir ahí... Por órdenes de tu padre tendrás que ser tú...—explica Javier.

—sabes que odio ese maldito lugar, no hay absolutamente nada está en medio de la nada, y mi padre se empeña que arregle sus negocios de ese lugar que jodidos le pasa!!!!—reniega

—voy por un trago, no es más una maldita botella es lo que necesito!!!— con un andar rápido se dirige a la cocina, detrás de él venía Javier tratando de hablar con él.

— Demian por dios, aún tenemos asuntos que hablar, este asunto es serio...—

Demian a mitad de camino se detiene en seco Javier que venía detrás de él no se limita a observar y se adelanta a ver el por qué se paró, Demian estaba frente a su esposa después de varios días sin siquiera verle la espalda, él estaba sumamente molesto y no tenía ánimo de verla como era de costumbre en él se dirigía a ella duramente.

—Javier—le da una media sonrisa, evitando mirar a Demian quién se encontraba parado frente a ella.

—lárgate a tu habitación...—ordeno Demian en un tono de molestia —no quiero verte deambulando hoy por aquí kora así que vete a tu maldita habitación.—

— Demian solo estaré aquí por un rato, subiré después tomaré algo de aire y...—

—cállate y vete ahora—la orden de Demian es directa, él no quería que ella estuviera allí en ese momento.

— Demian, terminemos de hablar…—Javier en su intento que Demian lo escuchará.

—los dejo solos iré al jardín.—

Él no estaba de humor par verla, tomando la del brazo amenazo firmemente—vete a tu habitación de una maldita vez si no quieres verme aún más molesto—frunce el ceño soltando abruptamente el brazo de kora, yendo a por su botella Demian se la empina tomando un gran trago.

—que le pasa, Javier?—pregunta kora asustada.

—no se preocupe señorita, son asuntos de trabajo~~~—lo interrumpe Demian.

—exacto!!!, sin cosas que no son de tu incumbencia—dice señalando también con la cabeza a kora que se fuera.

Kora no se atrevió a desobedecer lo al ver lo mal que se encontraba, su mirada era pesada y agresiva—que le pasa ahora!!—decía kora en sus pensamientos dejando a Demian y Javier solos en la sala. La mirada entristecida de kora se penetraba a través de la ventana que daba a su habitación en su mente una y otra vez venían pensamientos del porqué estaba ahí, porque tenía que pasar por esa situación y aún más el porqué tenía que estar al lado de un hombre que la aborrecía, un hombre que se aprovechó de su situación para liberarse de la suya sin darse cuenta estaba en un abismo en una crisis existencial, sabía que las respuestas a sus preguntas jamás las obtendría, pero si podía cambiar su vida aunque fuere un poco, a su mente vinieron todos esos lindos momentos que recordaba de sus padres y en lo bien que se había sentido al ayudar a su tío al librarlo de semejante monstruo...su esposo... Demian.

Una refrescante ducha la hizo relajarse por completo, el agua refrescante recorriendo su cuerpo era una sensación que le gustaba, al salir del baño su buen ánimo desapareció, esos ojos negros de largas pestañas que la veían furioso tanto que su mirada era pesada, aquellas cejas frondosas arrugadas ante la preciosa, hicieron tragar salida y tomar aire a lo pesado.

— Demian!!, señor que hace aquí?—pregunta tras acomodarse la toalla con la que estaba envuelta.no obtuvo respuesta al instante, el silencio invadió por unos largos minutos esa habitación, la incomodidad de kora se notaba, no era como si nunca la había visto a poca ropa sino que ella simplemente con él no estaba en comodidad, miraba la botella de alcohol en la mano de Demian y asumía que estaba ebrio, no quería pensar que por estar ebrio vendría a estar con ella íntimamente, sin ánimos pensó en decirle cualquier cosa para que desistiera.— Demian…—

Se queda recostado sobre la cabecera de la cama y la mira de manera larga e inquieta. Aun así, no parece tener ningún deseo de responder a su pregunta. Se queda callado por un momento y luego habla, su tono de voz es muy distinto al de antes.—tengo que arreglar unos negocios...—dice sin más.

Ella simplemente se quedó en silencio esperando que se fuera, él, por otro lado, cerraba los ojos mientras empinaba la botella de alcohol a su boca.—señor por favor no tomé más es demasiado alcohol, la botella está casi vacía— kora se apresura y toma la botella mientras la tenía él en la boca, más no hizo esfuerzo en quitarla de sus manos aún, abriendo los ojos Demian la miro a poca distancia de diferencia, mirando su cuello.

— no me molestes...—ordena, quitándole la mano de la botella volviendo a ponerla en su boca para tomar otro sorbo.

—Señor por favor, no más —suplica, está vez tomando por completo la botella, intentando alejarla él sorprendentemente dejo que la quisiera alejar, Demian no puso oposición.—es mejor que se vaya a dormir a su habitación es tarde...— abriendo los ojos en grande al sentir como él rodeaba con sus brazos su cintura.

—porque me dices señor?—levantando una ceja, la aprieta hacía él, mirando arriba en dirección a los ojos de kora.—mierda cuántas veces te he dicho que no me digas así acaso no sabes mi nombre?— pregunta esperando la respuesta prontamente.

—estas... Ebrio por favor vete a tu habitación—suplica, sin embargo, él no estaba dispuesto a hacer algo que le pedía.

—quien te crees para darme órdenes?!!!—su ceño fruncido aún más y la presión que ponía sobre ella hacía notar que estaba molesto, aun así no era algo que llegara a lastimar a kora.

—Tu esposa!!!! Soy tu esposa!!!—sus palabras resonaron en la habitación, tragando saliva kora sostenía entre sus manos la cara de Demian.

La palabra 'esposa' le hace perder el control y en ese momento parece que iba a estallar. Entierra su mano en la cabeza de ella y la acerca repentinamente a su pecho para que sintiera su respiración pesada y enojada.—Mi esposa es la palabra que detesto más en este momento, la palabra que más odio y la que más odio escuchar, así que por favor cállate antes de que haga algo de lo que me arrepienta después—. Se queja con una voz dura y nerviosa.

—si la odias entonces porque me hiciste casarme contigo, porque me ... —calla antes de terminar la oración.empujándolo se logra apartar yéndose a unos metros de él.

Él soltó su brazo, pero no la soltaría de su vista. Aún estaba bastante enfadado. Se quedó mirándola con sus ojos fríos e inconmovibles.—Si no fuera por mi madre, tal vez no lo hubiera hecho, y si lo hubiera hecho, no cambiará nada si eres tú o es cualquier otra mujer eso tenlo claro.—

—señor está ebrio, por favor vaya a su habitación—kora intenta sacarlo de la habitación, se acerca a él queriéndolo llevar a la puerta. Tomando las palabras de Demian a la deriva no dándoles importancia.

Demian fue tajante no le permitió —dormiré aquí está noche.—observándola en toalla de baño, se recuesta en la cama.—vístete y prepara una maleta que mañana nos vamos.

Cerrando los ojos Demian se acomodo no sabiendo más sobre kora, ella queriendo saber más volteo a verlo pero sus ojos ya estaban cerrados.