Princesa Rota.

Odette.

Ya ha pasado más del tiempo establecido para estas vacaciones, aquí conocí a un Alecksander diferente, maravilloso, atento y perfecto, hablamos y me pidió que lo dejara hacer la prueba final dijo que era algo peligroso y sufriría si me perdiera, simplemente asentí, pero igual la haré yo por él, porque él es mi rey y mi deber es cuidarlo, además lo amo, Las vacaciones seguían y todo era amor, pero ya es tiempo de regresar aunque primero me había dicho que nos iríamos en más tiempo.

Algo pasó de un momento a otro recibió una llamada y tuvimos que regresar, en el vuelo se la ha pasado extraño, no es el mismo, no sé qué sucedió, pero lo tiene estresado, a todos les grita menos a mí, pero me evita y eso está empezando a preocuparme.

—Amor... Que tienes, te veo estresado — le pregunto tocando su mejilla y quita mi mano de su rostro haciéndome pensar que la bestia regresó.

Traté de justificar su comportamiento con algún problema de sus negocios y olvidé todo, fui a dormir a mi habitación y allí me quedé a esperarlo, pues, ese había sido nuestro plan, que dormiríamos como pareja, pero jamás llegó, toda esta situación me estaba colmando como llegamos en la tarde fui directo a descansar y no vi a Antuan, porque catrina todavía estaba con sus abuelos, esa noche me volví a sentir perdida y en la soledad de mi habitación lloré para sacar todo lo que me sucedía.

Me despierto y voy a la ducha, o mejor dicho me levanto de la cama porque la verdad no pude dormir nada en toda la noche, una vez vestida, bajo a desayunar y me encuentro con mi pequeña catrina.

—¡Bella! Te extrañé mucho— grita la pequeña mientras salta hacia mí y la alzó, por fin una muestra de cariño sincero.

—Yo también te extrañé muñeca, no sabes cuánto te adoro — una vez saludado a mi niña vamos a la mesa donde se encuentra Aleck desayunando.

— Buenos días, amor como amaneces, anoche, me quedé esperándote, llegaste muy tarde, en dónde estabas.— le digo y me mira con esa mirada que me dio cuando llegué aquí.

—Sí, salí, estaba con Jimena, me necesitaba y fui con ella, llegué muy tarde y para qué me esperabas en tu habitación, si yo tengo la mía — dijo y vi que algo había cambiado, entonces pensé en hacer que mi amor regresara y el hombre cruel se fuera.

Amor... Y si vamos a un parque o llevamos al zoológico a catrina, que dices mmm— le pregunté emocionada, pero me devolvió a la realidad de nuevo.

—Qué, salir... No tengo tiempo para esas estupideces, aquí hay mucho trabajo, además tú tendrás tu prueba hoy.— dijo y quedé sorprendida.

—Prueba... Pero los del consejo piensan que seguimos de viaje, como se enteraron de que estaba aquí — pregunté confundida, habíamos quedado en no avisar de mi regreso, para no comenzar con el dolor y disfrutarnos más.

—Yo los llamé y les dije que estabas aquí, no querías las pruebas, pues, allí están, asúmelas de una vez, así que desayuna y prepárate, ah se me olvidaba deseo que hagas la última prueba por mí, por favor no querrás que me lastimen cierto.— dijo y juro que casi me quiebro, qué le sucedía, tanto estrés estaba teniendo para que me hiciera eso.

—Está bien, lo haré amor igual pensaba hacerla yo— dije con una sonrisa triste por su comportamiento.

—Odette... Regresaste Angelita...— dijo Antuan y me abrazó, yo me levanté y le correspondí el abrazo.

—Te extrañé mucho Angelita— dijo aún pegado a mí.

—Y yo a ti Antuan y sabes que el ángel eres tú— dije y sentí como Aleck me rodeaba la cintura con sus brazos y me alejó de Antuan.

—Sí, regresamos de nuestra luna de miel y fue maravillosa, no es así bella— dijo y aunque me sorprendí de que me volviera a llamar así, Sentí tan bien al verlo celoso, eso demostraba que sí era solo estrés y ya.

—Me alegra que disfrutaras tus vacaciones, te mereces todas las alegrías posibles Angelita — dijo Antuan y sonreí.

—Bueno, bella, es hora de que te prepares para tu prueba.— dijo Aleck.

—Prueba... Pero acaba de llegar, quien los llamó — dijo y no contesté para no sentirme mal.

—No importa, así salgo de eso de una vez.— dije y fui a prepararme con la bata de siempre y esta vez un atuendo negro abajo, camino hacia el gran salón y está el líder de la orden y los demás que la conforman, pero hoy hay un hombre nuevo es un poco mayor y está a la cabeza según me comentó Antuan es el líder de líder y ellos me dicen.

—Bienvenida de regreso, mi señora, hoy será su última prueba y esta se trata de una misión donde irá directo a la boca del lobo y deberá de matar a un objetivo, él estará en una fiesta, esta noche deberá llegar y matarlo puede envenenarlo, asfixiarlo o dispararle, pero debe regresar, es algo peligroso porque esa gente dará pelea así que... Suerte sé que usted puede — me entregaron una serie de cosas y el hombre nuevo de la orden o al menos ante mis ojos me dijo que quería hablar conmigo y le asegure que luego quería concentrarme y después hablaría lo que él quisiera.

Fui a mi habitación y coloqué un hermoso vestido parecía otra, no vi a Aleck, antes de irme abracé y me despedí de Antuan y fui camino a mi posible muerte.

—Adiós, mi Angelita, tú puedes con lo que sea.—

—Adiós, Antuan lo sé, créeme que yo lo sé.—

odette