UN PACTO ENTRE TÚ Y YO.

Después de hablar Vladímir con Gerard y Serena, hizo los preparativos para ir a Italia.

Gerard: Tío queremos ir contigo, esto nos concierne también, puesto que ese imbécil intento matarnos.

Y recuerda que dentro de dos días los narcos de América del sur van a mandar el plan de negocios, no podemos olvidarnos de ellos pueden ser de ayuda.

Vladímir: Tienes razón, vamos juntos a Italia pero eso si yo soy el que hablarte con Alessandro él es muy quisquilloso y tengo que presentarlos antes.

Serena: está bien no veo problema en eso, además el más afectado por toda esta situación es él, ya que le quieren quitar su territorio.

Vladímir: Está bien, nos vamos dentro de 3 días a Italia, voy a esperar los papeles de América de sur a ver si nos conviene hacer negocios con ellos, por otro lado, tengo entendido que Diego estaba haciendo negocios con Marcos, ¿no?. ¿Ya pasó la semana que requerían para mandar el cargamento??

Serena: Se cumple mañana, si ese cargamento no llega mañana Diego te dará más enemigos.

Digamos que eso nos conviene, pero no tenemos manera de sabotear ese cargamento.

Gerard: Eso no nos convendría, ya que ellos pueden que se vuelvan socios nuestros y si lo llegan a descubrir eso sería traición.

Vladímir: Gerard tiene razón serena y no podemos correr riesgos.

Sería muy estúpido y poco ético de nuestra parte.

Serena: Bueno yo solo decía, tampoco era como si fuéramos a hacer.

Después de esa conversación cada uno agarró por su lado, Serena y Gerard iban en el auto rumbo a la empresa.

Serena: Hoy hablo con mi padre para decirle que nos vamos a Italia no le daré detalles no sabemos si nos escuchan así que le diré que nos vamos a dar una luna de miel.

Gerard: Me parece bien.

En eso Gerard toma a Serena de la mandíbula para que lo vea y le roba un beso que ambos disfrutaron y los dejo sin aliento.

Gerard salió de la oficina de Serena con una gran sonrisa de satisfacción y ya tenía tiempo de querer probar esos labios que lo llamaban al pecado.

Pero sería paciente, ya que no estaban en la mejor situación posible con el tío loco, una guerra en puerta y como si fuera poco negocio con unos socios nuevos.

La empresa era una locura todo era pesar de que su papá la maneja, pero él tenía que hacer su parte para que esto funcione.

Esto era una locura, pero sabía que lo mejor que podía hacer es darle tiempo y paciencia para acabar con ese dolor de cabeza.

Así que llegó a su oficina y trato de adelantar todo lo que pudo en tres días se iban a Italia, no quería dejarle tanta carga a su padre.

Ya habían pasado las horas cuando se dio cuenta ya eran las 10 de la noche.

Tocaron la puerta de la oficina, no esperaba que fuera su secretaria, ya que ella se fue hace horas.

Gerard: Adelante!!

Serena: Hola!! Traje comida china, supongo que aún no cenas.

Gerard: La verdad estoy muriendo de hambre.

Serena: Que bueno que soy una esposa al pendiente jajajaja

Ambos rieron de la ocurrencia aunque para Gerard era bonito que ella estuviera pendiente de él, eso quería decir que al menos tenía un pequeño espacio en su corazón.

Serena: Bueno cierra esa laptop y ven a comer ya arreglé todo.

Gerard se levantó y fue a dónde estaba Serena y se sentó a su lado y comieron hablando de todo un poco.

Gerard: Serena, ¿qué te gusta hacer?

Serena: Mmm... Bueno la verdad que muchas cosas, pero la principal es hacer diseños de modas, sabes que mi mamá es diseñadora y PS no pasó por alto tener ese talento y me gusta poder crear.

¿Y tú?

Gerard: Bueno este es un secreto, mi padre no lo sabe, pero me encanta ir al campo de tiro y saber cómo van los negocios de mi tío, obvio no voy a ser su sucesor, pero me gusta estar enterado no sabemos cuándo estaremos en peligro y hay que estar preparados.

Me encantó saber que estabas entrenada por mi tío sé que no tengo una esposa indefensa.

Sonrieron ante las palabras de Gerard y siguieron comiendo, al terminar de comer empezaron a recoger y cuando intentaban agarras el mismo vaso sus caras quedaron de frente y muy cerca de sus labios, Gerard no pudo evitarlo y la beso tan suave, tan íntimo que parecía que estaban solos en el universo.

El tomo la cintura de Serena y se acostaron en el sofá aún besandose, se separaron por falta de aire y en sus ojos se podía ver el deseo que se tenían el uno por el otro.

Gerard: Te deseo, pero sé que no es el momento ni el lugar para tener nuestro primer encuentro.

Decía Gerard con la entrecortada por el deseo y claro que Serena sintió a su amiguito despierto, pero no le molestó ni sé sintió incómoda, ella ya empezaba a quererlo y a sentir deseo por él.

Serena: ¿Qué tal si nos vamos a casa?

para continuar lo que querías empezar.

Gerard abrió los ojos como platos y con una sonrisa de medio lado dijo

Gerard: Vamos!!

La tomo de la mano y entre besos llegaron al ascensor y no dejaron de tocarse hasta llegar al estacionamiento, al subirse al auto serena le dijo.

Serena: Gerard, tengo que decirte algo.

Gerard: Mi amor si no estás lista, está bien.

Serena: Me gusta como me llamaste, pero no es eso.

Gerhard: Entonces??

Serena: Gerard yo no soy virgen, lo que te dije en restaurante fue por qué me gustaste mucho, pero sentí que ibas a pensar mal de mi y por eso te dije que era virgen.

A Gerard eso no lo tomo por sorpresa, puesto que él ha tenido tantas mujeres que no puede molestarse por qué su esposa allá tenido hombre antes que él.

Gerard: Eso no me molesta ni cambia mi opinión de ti aún quiero hacerte mía y solo te diré una cosa.

Serena: ¿Qué?

Gerard: Seré el último por qué no pienso dejarte ir.

Serena le dio otro beso con pasión y se separaron por falta de aire.

Serena: Bueno ya que sabes que no soy una virgen inocente, quiero hacer algo por qué francamente no creo aguantar hasta llegar a casa.

Gerard la mira de un modo picarón y le dice.

Gerard: Y que quiere hacer mi pervertida esposa.

Serena: Pon el auto en marcha y lo sabrás.

Gerard puso en marcha el auto y cuando saliendo del estacionamiento Serena se acercó a Gerard y le bajó la cremallera del pantalón y le práctico sexo oral durante el viaje a casa.

Gerard estaba que explotaba por todas las sensaciones que su esposa le estaba dando y no podía creer que fuera tan buena, con esa cara de ángel que tiene quien diría que puede ser toda una diablita.

El camino para ellos fue lo más placentero y pasional de lo que esperaban al estacionar el auto en la casa se bajaron y entre besos y caricias subieron hasta su habitación.