Dalia Grantt, en un momento de vulnerabilidad y despecho, hace lo inesperado y con esa acción acaba con el orgullo y con el corazón de su marido, ella luchará por ganarse su perdón, pero el orgulloso Deimon se resistirá hasta el final.
NovelToon tiene autorización de ERUMED para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 19
Ella se sentó encima de él y comenzó a besarlo desde la boca hacia el cuello, él se sentía en la gloria, esta mujer se había convertido en su adicción,
__ ¿En qué piensas Dei? dijo ella tomándolo por las mejillas y pegando su frente con la de él, obligándolo a verla directamente a los ojos.
__ en ti, en nosotros, en nuestra felicidad, en que ojala nos dure para siempre, el suspiro y un sentimiento de nostalgia se apodero de él, es como si presintiera que se avecinaba una tormenta entre ellos.
Ella lo abrazo y le dijo:
__eso depende de nosotros mismos, nada ni nadie nos separara, si nosotros no lo permitimos, si nos amamos realmente, por mi parte te amo más que a mi vida, te lo juro delante este hermoso atardecer, señalándole el hermoso ocaso que se veía hacia el mar, donde el sol se ocultaba reflejándose en el agua.
__ Yo también te amo con todo mi corazón, besándola apasionadamente, Lía tomo el celular y se tomaron varias fotografías, luego se levantaron y se fueron a cenar en el mismo restaurant donde habían almorzado.
Después de cenar, Deimon la llevo a su Departamento, ella lo invito a quedarse, pero se negó, se disculpó con ella diciéndole que estaba muy cansado y se fue a su Pent House.
Cuando entro a su Pent House, tomo su teléfono llamo a Lía para avisarle que ya había llegado y desearle buenas noches, cuando colgó la llamada, se dio cuenta que tenía un mensaje de Darío y varias llamadas perdidas, afortunadamente él había puesto el teléfono en modo silencioso para no ser interrumpido en su tarde romántica.
El mensaje decía:
_Discúlpame Deimon, creo que me altere, en tres días estaré en New York creo que debemos hablar personalmente, no quiero perder tu amistad por un malentendido.
Eso le cayó a Deimon, como un balde de agua fría, debía pensar cómo evitar que Darío viniera a entrometerse en su nueva vida, mañana lo llamaría y acordaría con él verse en Los Ángeles.
Le inventaría una excusa a Lía y viajara hasta allá en dos días, debía dejar todo claro con Darío y su loca hermana de una vez por todas, lo que lo citaría en la casa de sus padres, ya que necesitaba el apoyo de ellos, conocía muy bien a Darío y siempre las cosas debían hacerse a su manera, pero esta vez estaba Lía de por medio y Deimon permitiría que este decidiera nada de su futuro.
Deimon no logro conciliar el sueño en toda la noche, se levantó más cansado y con grandes ojeras, estaba nervioso, había decidido que después del viaje a Los Ángeles si Darío insistía con esa locura de la boda, él le confesaría toda la verdad a Lía y le pediría adelantar su boda, aunque sea la del civil para quitarse a los hermanos James de encima.
Cuando llego a la empresa, coincidió con Lía en el ascensor, ella lo beso y le dijo:
__ te extrañe mucho amor, hoy no te me escapas esa cama es muy grande para mi sola.
__ Yo también te extrañe, está bien esta noche te recompenso, le guiño el ojo y le dio otro beso, cuando salieron del ascensor cada uno se fue a su oficina, tenían trabajo pendiente por la ausencia de la tarde anterior.
Max se dirigió a la Oficina de Deimon para entregarle unos balances que necesitaban su aprobación.
Toco la puerta y cuando escucho, que podía entrar, respiro hondo y entro.
__ Buenos días, imbécil le dijo a Deimon, sentándose sin ser invitado a hacerlo.
__ Buenos días, ya sabía yo que esa tregua era solo un pretexto barato para acercarte a mi prometida.
La próxima vez que te propases con ella, te va a ir muy mal.
Max sonrió descaradamente y le dijo:
__La tregua es solo con ella, a ti te voy a tener muy vigilado porque tienes algo que me pertenece y lo quiero de vuelta a mis brazos.
Y en cuanto a tu amenaza no te tengo miedo, pero no haré nada que perjudique a Lía, vine por ella y la voy a reconquistar al precio que sea.
Así que cuide sus pasos, Vicepresidente.
__ Ni lo pienses yo nunca la perderé, ella se va a casar conmigo porque me ama.
__ Nunca digas nunca, ¿sabes que con eso me das muchas esperanzas?, porque hace cuatro años yo sentía la misma seguridad que tú, y ahora mira en la situación en que estoy, Lía no da segundas oportunidades, pero voy a lograr que conmigo haga una excepción.
Pero bueno no vine a eso, aquí te dejo los balances, para que los revises y los firmes mando por ellos ahora.
__ nos vemos imbécil, dijo Max cerrando la puerta.
Deimon estaba furioso, justamente ahora que sentía que su relación con Lía pendía de un hilo, llega este imbécil con esta declaración de guerra. Deimon negaba con la cabeza y pensaba, NO, NO, NO, no la puedo perder, se acordó de Darío y empezó a marcarle al celular, pero éste desviaba la llamada
__Maldita sea, dijo Deimon arrojando al piso un vaso de whisky que se había servido para relajarse, respiro hondo y se puso a revisar los papeles que le había dejado Max y otros pendientes que tenía en la oficina, quería dejar todo al día para poder viajar a Los Ángeles, pensó en decirle a Trevor que viniera esos dos días a apoyar a Lía, pero primero debía confirmar el día del encuentro con el estúpido de Darío.
Así paso toda la mañana de vez en cuando insistía en la llamada, pero no había logrado comunicarse.
De repente, Entro Lía, camino hacia él, se sentó en sus piernas y le dio un largo beso, automáticamente Deimon se calmó y se olvidó de todos los problemas.
__Vamos a almorzar amor.
__ contigo hasta el fin del mundo le dijo el, abrazándola fuerte y besándola otra vez.
Salieron juntos al restaurante que estaba cerca, durante el almuerzo Deimon pidió un whisky y ella se extrañó, pero no emitió ningún comentario solo recordó que cuando entro en su oficina, también había percibido un olor a licor.
__ Vámonos amor, aún tengo muchos pendientes y no quiero salir tarde le dijo Deimon a Lía.
__ Ah no, nada de salir tarde hoy eres mío, paso por ti a las 18.00 así tenga que sacarte a la fuerza de la oficina, ya te prepare una sorpresa para esta noche, dijo ella guiñándole un ojo.
__ Lo que usted diga mi reina, como su escudero mi obligación es cumplir sus deseos. Tomo su mano y la beso.
__ ay Deimon extrañaba oírte decir eso. Te amo, ahora vámonos no quiero que tengas excusas para dejarme plantada esta noche.
__ jamás haría eso, hermosa y pensó: “ahora menos que el imbécil de Max esta como un buitre”.