La novela trata de la vida de Rouse y Henry, él es profesor de la universidad de letras y ella su alumna, ambos se embarcan en un romance prohibido. Él le enseña un nuevo mundo de morbo y pasión, cumpliendo todas sus fantasías, pero no todo siempre es color de rosa. El padre de Henry y su ex se unirán para cambiarlo todo por un propósito egoísta.
Traiciones, engaños, malentendidos y más tendrán que vivir y decidir si vale la pena seguir juntos o no.
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Capítulo 18
Charles estaba junto a sus hijos discutiendo febrilmente. Al terminar el anuncio de Morgana sobre el compromiso, los focos se apagaron, y cambiaron el tema, se notaba que estaba todo organizado para que así fuera.
Henry enloquecido, tomó a Nat de la mano y salieron a paso firme de allí.
A los pocos minutos de llegar a la casa de Henry, se sintió el chirriar de unas llantas, y a los segundos el timbre.
Charles los había alcanzado, tras su salida todos habían empezado a cuchichear acerca del compromiso, y algunos otros querían comprometer también a Nat, lo que sería una muy buena inversión para cualquiera.
Henry tomó a su padre del cuello de la camisa y lo levantó levemente, sus fosas nasales se abrían y cerraban de la ira contenida.
-¡Vos orquestaste todo esto!, ¡¿Verdad que sí?! nunca nada puede ser simple con vos - le gritaba enfurecido a su padre
-¡Lo hago por tu bien, maldita sea! - se soltó de su agarre Charles - ¡Casarte con Morgana es lo mejor que podría pasarte!
-¡Eso no lo decidís vos, es mi decisión! - contesto igual de furioso
Ambos hombres parecían dos bombas de tiempo a punto de estallar en cualquier momento.
-Bueno, de acuerdo, calmemosnos... - intervino Nat tratando de calmar el ambiente, aunque en vano - Además Henry... - Nat estaba por revelar su relación con su cuñada, Henry lo notó a tiempo y muy imperceptiblemente negó con la cabeza, dando a entender que no debía nombrarla - Henry no la quiere, ella en el pasado le hizo daño, ¿porqué deseas que vuelva con alguien que quiere hacerle daño? - lo arregló rápidamente ella
-¿Daño, pero qué, acaso tienes cinco años? arreglense y ya - criticó Charles terco
-A vos nunca te hemos importado ni un poco, solo nos ves como moneda de cambio para cerrar tratos en tu maldita empresa - suspiró resignado Henry - Pero quiero que sepas, que no la quiero, no la acepto y ciertamente jamás lo haré.
-Con el tiempo lo harás, estoy seguro. De igual modo no puedes negarlo, ni decir nada acerca del compromiso, sino nuestra empresa se vería afectada gravemente, quedaríamos como unos mentirosos ante todos - protestó Charles pensando en la empresa
-No me interesa tu empresa - respondió indiferente Henry
-No te olvides que allí también trabaja tu hermana, aunque a vos no te importe, a ella sí y es su futuro - lo manipuló
-A mi no me metas en tus problemas - inquirio Nat molesta, luego se volvió hacia su hermano - Henry, niegalo, no me importa, de verdad que no
Henry lo pensó un momento, no quería tener nada que ver con la desgraciada de su ex, pero tampoco podía hacerle eso a su hermana. Solo quedaba hablar con Rouse.
-Despues lo decidiré, ahora necesito descansar - suspiró, se volteó hacía su padre - y vos no sos bienvenido en mi casa, por lo tanto, fuera - y termino por sacarlo como a un perro que gritaba furioso
Nat no espero una invitación para salir también, veía que el ambiente no daba para más, lo mejor era dejarlo solo para pensar. Besó a su hermano en la mejilla cariñosamente y salió.
Henry se la pasó todo el fin de semana tratando de hablar con Rouse para contarle lo sucedido y pedir consejo, pero al parecer ella se había sumergido de cabeza en los estudios y no salía de ahí.
Cuando llegaron al lunes, ella llegó justo cuando sonó el timbre que anunciaba el comienzo de la clase, por lo que no pudo contarle nada, luego seguía el exámen para él que se había estado preparando.
Y al finalizar el día escolar, se le estaba por acercar para hablar cuando sintió muchos murmullos a su alrededor, al voltearse se encontró de frente con su ex, Morgana. Ella estaba vestida con un traje de un intenso rojo, y unos tacos que le hacían resaltar su figura. Todos la observaban embelesados, sin saber la clase de cobra que era. Y sin que nadie se lo viera venir, ser agarró del brazo de Henry muy posesivamente.
-¡Hola cariño, te estaba esperando para ir a comer a nuestro restaurante favorito! - comentó demasiado alto y con una sonrisa petulante en su rostro
Inmediatamente el lugar se llenó de murmullos, pero Henry sólo se volvió hacía Rouse, que lo miraba fijo a los ojos.
Ella se había quedado en shock, estaba tiesa, sus nudillos se habían vuelto blancos de tanto apretar sus apuntes, sus ojos se habían puesto cristalinos por las lágrimas retenidas.
Él sintió como su corazón se rompía al mismo tiempo que el de ella. Dió un paso inseguro hacía ella, Rouse dió otro hacía atrás. Estaba por ir hacía ella y contarle todo, se sentía muy impotente, estaba desesperado, pero ella salió corriendo de allí y justo cuando la iba a seguir, Lexy se interpuso en su camino con una mirada fulminante.
A él no le importaba mucho, la iba a esquivar, pero como custodiando sus laterales, Cris y Víctor a cada lado de Lexy se pararon firme frente a él. Henry pensó que si no estuvieran en la universidad, hace rato ya lo hubieran golpeado.
- No es lo que creen, se los juro - explicó con voz de súplica Henry
- No es lo que creamos, sino lo que vimos y escuchamos. Ahora vete, y no la molestes más o estrenaré con mucho gusto el juguetito que me diste con vos - amenazó Lexy.
Resignado asintió, se volteó, y sin siquiera prestarle atención a Morgana, salió de allí a toda prisa.