¿Qué pasaría si eres la villana de una historia mal contada? Anneliese Ross es la hija menor del conde Ross, quien recientemente ha perdido la memoria y no recuerda las sensaciones o personas, durante ese lapso de tiempo descubre cosas desconocidas que siempre la rodearon antes de ser Anneliese.
Porque Anneliese Ross es una persona sobrenatural y desconocida, a la que siempre la envolvían las desgracias y siempre estaba rodeada de chismes.
¿Qué harás cuando tuviste que haber muerto y no lo hiciste? Anneliese Ross, ¿Que harás para sobrevivir?
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17.
Capítulo 17
La extraña suceso que invadió el orfanato, ¿Quién eres realmente Anneliese Ross?
Un suspiro llenó el aire y sus oídos. El príncipe Zack se sentó a su lado y acostó cómodamente en el pasto. El vasto silencio llenó el ambiente y los bonitos sonidos del bosque eran la poca compañía.
— ¿Por qué estás aquí?
— Es difícil supervisar un evento, más aún cuando los nobles buscan el mínimo fallo para criticarlo.
— Ya veo. ¿Sir. Dargel Ha quedado atrás?
— No importa ese insolente.
— ¿Ha sucedido algo?
El no respondió, solo observó el estrellado cielo en silencio, disfrutando de su compañía y soledad.
Quizás fue el momento adecuado para abrazar el silencio y detallar al hombre frente a sus ojos. Con la mirada fija en el cielo, los ojos rojos detallar Zack brillaron intensamente e iluminaron su perfil. Una nariz alta y perfilada y cejas pobladas, una quijada fuerte y pómulos altos. Sin hablar de su gran y fuerte figura resaltante.
El príncipe Zack era un hombre guapo y llamativo.
Quizás si el diario no hubiese dicho lo contrario, podría enamorarse de su gran físico y belleza.
¡¿Pero qué estás diciendo, Anneliese Ross?!
Su rostro sonrojado fue tomado bruscamente por sus manos, acariciando sus mejillas calientes tratando de tranquilizar el calor abrumador.
¿Qué clase de pensamientos abrumaban su cabeza? No, no, no. Anneliese Ross concéntrate, la persona en que piensas está justo a tu lado, ¿Que crees que estás pensando?
Zack a su lado, observó sus acciones, su rostro rojo y su intento absurdo por ocultar su sonrojo. Sonrió ante tales acciones.
— Jajaja.
— ¿Eh?, ¿Qué sucede?, ¿P-por qué se ríe su majestad?
— ¿No eres graciosa?
— ¿Eh?
— ¿En qué estás pensando para estar tan roja?
Su rostro ya rojo se colorió aún más. Expandiendo su sonrojo desde sus orejas hasta su cuello, ¿Cómo podría decirle que estaba pensando cosas sucias de él?
Era una barbaridad ese solo pensamiento, y más aún viniendo de alguien de la nobleza. Lo peor en esa situación era que él era un príncipe y para empeorar todo el único mago imperial.
Rayos Anneliese Ross, eres una idiota.
— ¿Por qué no respondes?
— Porque no hay nada de interés que pueda hablar con su alteza.
— ¿Es así?
— Lo es.
La sonrisa que antes dibujaba los labios de Zack desapareció y su rostro frío y afilado se abrió paso como expresión. Un suspiro lleno de cansancio se escapó y llamó su atención.
— ¿Por qué lo hiciste?
— ¿Disculpe?
— ¿Por qué no dejaste que la matara?
— Disculpe, S-su alteza, realmente no comprendo de q-
— A la sirvienta, ¿Por qué no dejaste que la matara?
¿Por qué preguntas eso tan de repente? Anneliese guardo silencio en su lugar y medito la respuesta, ¿Que podría decir que sonará convincente a ojos de Zack? Nada. Porque ella tampoco sabía porque había intervenido.
Pero meditando seriamente su respuesta no podría contestar incluso si tuviese una buena excusa, porque realmente no la existía.
— ¿Por qué querrías matarla?
— Ah.
El hombre suspiró cansado.
— ¿Enserio estás preguntando eso?
— No lo recuerdo, su alteza. No entiendo el porqué querría matarla. Tampoco sé que es lo que yo hubiese hecho.
— Entonces debiste dejarme matarla, Anneliese, no tienes ni idea que carne oculta la suave oveja.
— Pero tampoco sé las intenciones del lobo, alteza.
Sus ojos se miraron fijamente y el silencio los acompañó, abrazando sus respiraciones y cuidando de sus espaldas destapadas. Porque Zack no pudo responder a Anneliese y Anneliese no pudo seguir la conversación de Zack.
Entonces no quedó alternativa que guardar silencio. Y Zack agradeció el silencio penetrante que llenaba el lugar.
— Entonces, la princesa Anneliese prometerá algo.
El silencio arrollador llegó a su fin con las palabras cortantes de Zack, acompañadas del suave toque de sus dedos enredándose en el cabello suelto que desenredaba su trenza.
— No te acerques a esa mujer por un tiempo.
— Su alteza. Es un sirviente fiel a la casa Ross, no sucederá Na-
— Promételo Anneliese.
¿Por qué debería? ¿Podría confiar en Zack después de aquel diario que perturbó su sueño y dañó su confianza? Pero contrario a sus creencias los ojos decididos y brillantes del hombre decidido parecían tener una confianza impredecible en lo profundo de su pupila.
Una pequeña sonrisa se formó en mis labios, porque era maravilloso el sentimiento que se instalaba en ese momento en mi pecho.
“No confíes en Zack”
“No confíes en Zack”
“No confíes en Zack”
¿Qué?
¿Por qué esa frase se repetía tan detenidamente en su cabeza? No, ¿Qué estaba pasando?
‘Mantén una distancia, Anneliese. Por favor no dejes que fallezcamos una vez más. Se buena entonces’
¿Que?
Su mente se nubló y la misma frase se repetía en su cabeza, puntuando cada frase y deteniendose en el nombre grabado en lo profundo de su mente. Zack, Zack, Zack. No confíes en el.
Era imposible detener un pensamiento que ni siquiera se había empezado, pero era aún más difícil el dejar de pensarlo.
— Lo haré, su alteza.
— Si te llegase a pasar algo Y-
— ¿Su alteza Zack?, ¿Está por aquí?
Una mujer vestida de negro y con un velo cubriendo su cabello llegó al lugar, atravesando los arbustos y moviendo las ramas con sus brazos. Una mujer mayor llamó a Zack y asintió ante su presencia.
— ¿Podría por favor dar fin al evento? Aún debemos repartir la cena y dormir a los pequeños. Despedir a los nobles y-
— Iré en un segundo, hermana Aisha.
Zack se levantó del suelo y miró mi figura aún en el suelo por un segundo.
— Vendré en un momento. No te vayas de aquí.
— No lo haré, su alteza.
Zack asintió y finalmente su figura desapareció del lugar, dejando consigo la ausencia que causaba de su presencia y dejando un vacío en el lugar.
De manera consecutiva, el frío del antiguo y lejano invierno recorrió su espalda y erizo sus cabellos, el cálido verano se veía lejano y el predominio del helaje de invierno seguía presente en el lugar.
El intenso revolotear de las hojas y el cantar de los grillos fue una clase de canción que hizo adormecer sus oídos. Zack ya no estaba en aquel lugar y el sueño la había invadido.
Estaba aburrida.
Y para su sorpresa habían pasado varios minutos desde que Emily había ido por un abrigo y no había regresado.
¿No era extraño?
Aunque para sus vagos pensamientos aquella acción no resultaba extraña, quizás para la distraída Emily se había olvidado de su orden. No era algo de suma importancia a su parecer.
— Señorita Ross.
— ¡Ah!
— Oh discúlpeme, lamento haber aparecido de sorpresa, su alteza el príncipe Zack la está buscando.
Una persona de apariencia similar a la antigua hermana había aparecido en el lugar, agitando su tranquilidad y corazón ya dormido.
Una mujer joven de ojos azules oscuros, con un rostro perfectamente pulido y una sonrisa esculpida en sus labios. Perfecta a su parecer.
El príncipe Zack que había desaparecido minutos atrás la estaba buscando en ese momento. Era un poco extraño ya que él había pedido personalmente que guardara por él en aquel lugar. Pero había tenido la hospitalidad de mandarla a llamar.
Estaba bien en ese caso.
— Está bien en ese caso. Iré en un momento.
— Por favor déjeme acompañarla. Su alteza Zack me encomendó personalmente cuidar de usted.
Su sonrisa permanecía estática en sus labios. Daba una imagen de una muñeca inerte. Sin personalidad ni pensamientos, mucho menos una mente racional. Pero aquello solo eran pensamientos erróneos.
Anneliese solo asintió. Siguiendo los pasos lentos y detenidos de la mujer, dejándose guiar por su conocimiento en aquel lugar desconocido a su parecer.
Pero el camino fue largo y rocoso. Porque no había sido como lo había recordado, el suelo estaba erosionado y algunas rocas se atravesaban entre el tacón de sus zapatos, los arbustos eran más altos y los árboles no dejaban de atravesarse.
No era el camino que había recorrido con Emily.
— D-disculpe hermana, ¿Está segura que su alteza está en este lugar?
— Es correcto Señorita Ross, el espera por usted al fondo del pasillo.
Antes de que fuera consciente del lugar que pisaban sus pies, las paredes poco seguras y los pasillos delgados y profundos se abrieron a sus ojos. Estaba en el interior del Orfanato.
Y era consciente de aquello porque múltiples puertas dejaban a la vista habitaciones de más de dos camas, acompañadas de una pequeña mesa de madera y un armario diminuto. Y al fondo del pasillo una habitación desconocida que era la única con su puerta cerrada.
— ¿E-estás segura que su alteza Zack me espera allí?
— Si señorita Ross. Por favor siga las órdenes de su alteza.
— N-no, dile a su alteza que salga aquí. No tardaré demasiado en irme.
— Señorita, obedezca las órdenes.
Quizás había sido muy tarde, pero había algo extraño en el lugar y una sensación desconocida invadía su pecho. Tenía miedo. Porque la hermana a su lado era sospechosa.
Pero más sospechoso era el vacío permanente que se tatuaba en el lugar. No había un alma más allí aparte de ellas dos.
A la vez, Zack iba a entregar la Cena con la hermana Aisha, ¿Por qué estaría en aquella profunda y desolada habitación?
— ¿Cuál es tu nombre?
— Señorita Ross, por favor obedez-
— Te pregunté tu nombre.
— No tengo un nombre.
— ¿Q-que?
— Entonces por favor. Obedezca las órdenes.
Como si de un cuento de terror se tratara, la carne perfecta que decoraba su bello rostro se deformó y sus ojos antes oscuros se tornaron de un color negro insólito. La carne deforme de su rostro caía como lodo al suelo y una sonrisa perturbadora llegaba de oreja a oreja.
— Obedezca las órdenes y muera ya. Anneliese Ross.
Seguido a sus lamentos. La habitación que ahora daba su espalda explotó significativamente. Trayendo consigo destruccion y un fuego estremecedor.
y como Anne no se dió cuenta de la sangre oscura antes cuando la seguía?
ojalá Zack no tenga que usar magia de vuelta,pueden que lo castiguen.
que sucedió con el monstruo o demonio ,la caída de los escombros lo mató o fue Anne ?por otra parte es bueno que la hermana aún estuviera ahí ,aunque se esté muriendo.espero que descanse en paz
gracias por el capítulo
por lo que ese demonio,se oculto bien
por otra parte si el principe Zack llega a ver qué se fue Anne ,de preocupara mucho
y la Anne anterior ya le dió una advertencia a la actual protagonista,
pero por qué el principe Zack mataría a Anne ,si parecen llevarse bien ?
que hacía el principe Zack allá ?
y por último que vio la adivina que las echo
gracias por el capítulo,espero que nuestra protagonista esté bien. me ausente por estudios pero hace tanto que no leo el libro que me pareció un escenario con mucho peligro para la prota.