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¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

¿Mujer, Indefensa? |Duología Venganza #1

Status: En proceso
Genre:Matrimonio contratado / Pérdida de memoria / Equilibrio De Poder / Autosuperación / Matrimonio arreglado / Venganza de la Esposa
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Maria Solis

Una mujer despierta luego de estar en coma algunos días.

Sin recuerdos...

Sin saber quien es...

Edad y nombre no es algo que figura en sus recuerdos, ya que parece, los ha perdido todos.

Sin embargo, un hombre aparece delante de ella para recordarle que se llama Alma Rizzo, y que ambos, están casados desde hace cuatro años.
Él le promete ayudarla a recordar todo su pasado para poder encaminar su vida de nuevo.
Algo que a Alma, le parece irreal.
Sobre todo porque cuanto más aprende de si misma, más le aterra descubrir que tal vez no es la mujer que esperaba ser.
Ahora, componer su vida será su misión...
Cosa que no será sencilla cuando se tiene limitado los recuerdos y no sabes si convives con amigos o enemigos.

NovelToon tiene autorización de Maria Solis para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 17

—¿Qué pasa, Valentín?

—Me despidieron del despacho.

—¿Qué? ¿Cuándo?

—El domingo... —murmuró —El pasar mucho tiempo en la empresa me absorbio y el despacho no lo vio con buenos ojos.

—Entiendo. —miro a la rubia unos segundos antes de dirigirse a ella —Dime Elena, ¿te gusta tu trabajo?

La rubia le miró con asombro antes de asentir.

—Si si, me gusta lo que hago en Queen.

—¿Te gusta ser recepcionista?

—S-si, por supuesto.

—Bien, porque ya no lo serás más. —declaró la oji negra —Recoge tus cosas, las quiero desocupadas para que Valentín pueda tomar tu lugar.

La rubia pelidecio y el peli café también.

—Alma...

Ella levantó la mano, callandolo.

—Que sea rápido, Elena.

La mujer, con los ojos cristalinos, asintió.

—Cl-claro... —balbuceo con un hilo de voz y sin levantar la mirada, salió de la habitación

—¡Alma!

—¿Qué? —cuestionó, mirándolo con rudeza

—No puedes despedirla sin más solo para que tome su puesto. ¿Cómo lo verán los accionistas?

—¿Crees que me importa lo que piensen? —alzó una ceja con indiferencia —Además, no soy el monstruo que crees. Será temporal en lo que encuentras otro despacho... ¿De acuerdo? Así evitamos temas con los socios. Bien, me voy que tengo mucho que hacer hoy.

Saliendo de su oficina y dejando al peli café sorprendido de su actitud se dirigió a la recepción donde la rubia se limpiaba las lágrimas mientras guardaba sus cosas en bolsas.

—Dime Elena, ¿Cuántos años llevas trabajando para mi?

La mujer le miró con los ojos rojos y sorbiendo su nariz, respondió.

—Tres años.

—Bien, ¿Cuántos asistentes personales he tenido en ese tiempo?

—Al menos cinco en tres años.

La oji negra sintió.

—Si, porque nadie puede con la carga de trabajo. —la rubia asintió también —Bien, ¿ves esa oficina? —apuntó con el mentón

La rubia le siguió con la vista.

—Si, el de sus asistentes.

—Exacto, ahí quiero que muevas tus cosas querida, apartir de hoy eres mi nueva asistente y no espero menos esfuerzo del que recuerdo que siempre has dado.

La rubia abrió la boca y la cerro enseguida, repitiendo la operación tres veces sin saber que decir.

—Y-yo...

—Iré a recursos humanos para que modifiquen tu contrato y tu sueldo, por supuesto. ¿Lista para subir de nivel?

—¡Si si! Oh, no le voy a fallar, gracias... —se limpio las lágrimas —¡Muchas gracias!

Alma sonrió.

—A ti, por tus años de dedicación. Instalate y mañana quiero verte a primera hora para empezar con tus actividades.

La rubia asintió incontables veces mientras la peli negra se alejaba por el pasillo.

.

.

.

—¿Eso es todo? —preguntó mientras dejaba algunos documentos en la mesa

—No Señor, me ha llegado una solicitud de cita con usted.

Alan asintió, mientras se acomodaba el saco para tomar asiento.

—¿Quién desea verme y por qué?

—La señora Rizzo.

El rubio casi se cae de su silla de no ser porque logró sostenerse de la mesa para poder sentarse bien.

—¿Qu-quién?

—La CEO de Queen busca una reunión con usted, no pidió día, por el contrario, podrá cuando usted lo decida en el lugar que guste, a la hora que se le haga favorable.

El oji azul miró su computadora.

¿De qué quería hablar? ¿Del testamento? ¿Anastasia le habrá dicho algo? ¿Recordó algo?

—Gracias Clara, puedes retirarte, luego te informo de la cita.

—Claro, señor.

Cuando su asistente salió de su oficina, Alan se recosto en el respaldo.

—¿Ahora que quieres, loca?

De Alma Rizzo, podía esperar cualquier cosa.

.

.

.

—Lamento haberte juzgado mal.

Alma miró a su esposo luego de haberse instalado en su nuevo puesto.

—No te culpo por hacerlo —sonrió mientras seguía escribiendo

El peli café suspiro.

—Realmente creí que la despedirias.

—No me deshago de gente que es productiva y de ayuda. —comento mientras comparaba unos documentos —Más ahora que tengo que retomar las cosas con fuerza, sino, no me tomarán en cuenta.

—Si, tienes razón.

El celular de la oji negra empezó a sonar y no dudo en tomarlo.

—¿Si?

—Me alegro de haber encontrado su número.

Alma miro su celular.

—¿Anastasia? —balbuceo mientras retomaba su escritura

—La original, he encontrado la información que necesitaba. ¿Cuándo podemos vernos?

—Tengo agenda ocupada toda la semana, ¿podemos vernos el sábado en la tarde?

—¡Perfecto! Podemos vernos en una cafetería cerca de Queen, le paso la dirección, hacen almuerzos, ¿qué dice? yo invito.

—Me parece bien, ahí nos veremos.

—Hasta entonces —colgó

—¿Todo bien? —Alma miro a su esposo y asintió —Bien, me retiro jefa.

Ella le sonrió mientras él abandonaba la habitación.

Todo estaba tomando forma, poco a poco recobraria el control de su empresa y de su vida. Lo podía sentir y quería ser optimista al respecto.

...[...]...

—Si, tiene una reunión con un socio internacional a las 8:00 p.m. Luego de eso, una reunión con marketing y con eso finaliza el día.

—Gracias, Elena. ¿Algo más?

—Si, la secretaria del CEO de King me ha informado que el señor Conte la puede ver el sábado en la mañana.

—Ok, arregla mi agenda de ese día para que pueda asistir sin falta.

—Claro. Moveré todo para la tarde...

—No, mejor cancela todo lo importante. Muevelo para la próxima semana, el sábado en la tarde tengo otro pendiente. Luego de eso, atenderé temas no tan complejos.

—Perfecto, me retiro.

—Adelante.

Cuando la rubia salió Alma, suspiro.

Estaba cansada y en efecto, vida no tenía. Llegaba a casa cansada y dormir era todo lo que quería hacer, casi no veía a su nana por lo tarde que llegaba, incluso más que Valentín.

Muy rara vez se veían en la empresa porque siempre andaba fuera o de viaje.

¿Era por eso que se había vuelto fría su relación? Estaba cien por ciento segura de que así fue.

Tomando su gabardina ya que el frío empezaba a sentirse durante el día y en especial en la noche, salió de su oficina y se dirigió a recepción.

—Hola guapo.

Valentín le miró con una gran sonrisa.

—Dígame, jefa.

—¿Ya almorzaste?

—No, aún no.

—Ven, vamos a comer.

—Me alaga jefa, pero tengo que decirle que estoy casado —comentó y siguió escribiendo

—¿Ah si? —alzó una ceja —Ella no se va a enterar.

El peli café le sonrió con picardia.

—No la conoce, es muy tóxica.

—¡Eh! Claro que no.

—Tú empezaste. —río —¿No tienes mucho trabajo?

—Eso puede esperar, vamos por algo de comer que muero de hambre y casi no nos vemos.

—Bueno, es normal cuando te auto esclavisas.

Alma rio.

—¿Vienes? —alzó una ceja —¿O tengo que buscar quien me acompañe?

El peli café se levantó con rapidez de su silla.

—Voy. —rápidamente rodeo la mesa

Ambos salieron del edificio en busca de un lugar cercano a la empresa, pero lo suficientemente íntimo para pasar el tiempo.

...[...]...

—Mandaré a un represente en mi lugar, ya que no estaré en el país como deseaba, al menos espero que el proyecto avance lo mejor posible. ¿Puedo contar contigo?

Alan, levantó una ceja.

—¿Cuándo te he decepcionado, Anastasia?

La pelirroja se cruzó de brazos.

—Bueno, necesito que este proyecto se lleve lo mejor posible, si todo sale bien, la farmacéutica se hará en otros países.

—¿Qué constructora se hará cargo del proyecto? Me dijiste que solo teníamos el 50% de participación.

—Aún no se ha que empresa espera contratar mi socio. Pero necesitamos empezar a movernos aunque sea con la preparación del terreno.

—Entiendo...

—Si, espero que podamos empezar con New York ya que es un proyecto... ¿Me estás escuchando? —inquirio la pelirroja al ver que su acompañante tenía la mirada perdida

—Si si... —murmuró el oji azul —¿Qué decías?

La mujer levantó una ceja sin estar del todo convencida de sus palabras.

—Que el proyecto es importante porque abrirá... Ok, ¿a quién diablos estás viendo? —gruñó la mujer antes de mirar en el reflejo de los cristales que había detrás del rubio —Oh... —alzó una ceja mientras en su rostro aparecía una amplia sonrisa al ver a los señores Rizzo tomar una mesa apartado de ellos.

1
Maria Cristina Roldan Rodam
ahí hay algo raro no habrán intentado matarla
Yasmira Español
Malo
Yasmira Español
Normal
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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