Matrimonio No Deseado

Me desperté, sentí mi cuerpo relajado, me estiré, y luego abrí los ojos, era todavía de día, lo supe, por la claridad de la habitación, mire por todas partes y yo estaba sola, así que me levante de la cama, moví la cortina, el paisaje era diferente, a través de la ventana se veía un hermoso jardín con flores, a pesar de que era otoño, había rosas rojas hermosas, y otras flores que no conocía.

Me di cuenta de que solo tenía una bajada de seda puesta, busque por la habitación, y en sofá, estaba la parte de arriba, me la puse, estaba descalza, pero eso no me impediría salir de esta habitación.

Me acerque a la puerta, no escuche a nadie, así que la abrí, estaba por salir, cuando vi a dos doncellas en el pasillo, parecían estar de guarida o algo así, abrí un poco más la puerta, para salir cuando ellas no estuvieran mirando, pero me detuve cuando una de las dos comenzó hablar.

— Escuchaste lo que paso en el bosque, dicen que fue una escena de terror, la Señorita Clara está en cama también, pero el doctor no le encuentra nada, creo que está fingiendo.

«Esa maldita mujer, intento matarme, y ahora se hace la enferma, seguro las otras dos, contaron la historia como le convino, pero esto no se va a quedar así, aunque la Duquesa la quiera proteger, esta vez, no voy a dejar que se salga con la suya»

— Pobre de nuestra nueva señora, fue un show tan grande para ella ver morir a alguien frente a sus ojos que todavía no se ha podido recuperar, mientras que la Señorita Clara...

— Deja de hablar de eso, no nos pagan para chismear de los asuntoss de los demás, además si el Duque se entera que estamos hablando, seguro que nos despiden, y la Duquesa protege a la Señorita Clara, solo nosotras vamos a salir perdiendo.

«¿Alguien murió frente a mí?, solo recuerdo la sangre, y caer al suelo, no recuerdo nada más, pero, ¿quién?»

Me agarré a la puerta con fuerza, y sentía que está perdiendo las fuerza en las piernas, ¿por qué no lo podía recordar?, dure un largo rato, hasta que las doncellas, se fueron, entonces salí de la habitación, cerré la puerta lentamente, y camine sigilosamente por el pasillo, todo está muy tranquilo, llegue a mi habitación, y todo estaba como lo había dejado, me acosté en mi cama.

Me quedé mirando al lago, la vista familiar del agua fluyendo en el lago, y los patos, nadando de un lado a otro me tranquilizaba, me comenzó a dolor el estómago, hacía días que no comía, me pare de la cama y me mire al espejo, estaba pálida, mi pelo revuelto, ojeras negras debajo de los ojos, y más delgada que antes, sentía que podría ser atravesada con una aguja de lado a lado.

Escuche, unos ruidos, entonces como si fuera un instante de supervivencia, me escondí detrás de la puerta, entonces unas doncellas entraron y miraron, como no vieron nada se fueron, parecía que estaban buscando algo, se detuvieron en el pasillo y comenzaron hablar.

— El mayordomo, está como loco, que la nueva Señora no aparece, desapareció de la habitación del Duque, no se sabe desde cuando no está, porque las que estaban vigilando, se fueron sin permiso.

Pensé en salir de la habitación, no sabía que se armaría un lío tan grande solo porque salí de esa habitación, iba a poner un pie, fuera de la habitación, cuando escuche hablar a una de las doncellas que todavía estaban en el pasillo.

— El mayordomo tiene miedo que la señora, haga algo, por lo que paso, debe ser algo muy traumático ver a uno de los suyos morir en sus ojos.

—¿Uno de los míos?, repetí lentamente, como una pregunta para mi misma.

Mis piernas perdieron la fuerza y que caí al suelo, me sentía desgarrada, en mi interior, un dolor atravesó mi corazón, como si yo supiera que algo terrible había pasado, y yo no lo recordaba.

Las doncellas entraron al escuchar el ruido, me ayudaron a levantar del suelo, y me acostaron en la cama, una salió corriendo, y la otra se quedó conmigo, sentía que me faltaba el aire, mientras intentaba recordar que fue lo que paso ese día.

Me levante de la cama, y salí corriendo de la habitación, la doncella estaba detrás de mí, en cuestión de segundos pase por el pasillo y baje las escaleras, al bajar, me detuve el seco, Penélope estaba vestida de negro con una cajita en la mano.

Esas personas estaban ahí, reunidos como hienas, esperando a comerse el cadáver que dejaron atrás los buitres, nadie dijo nada, parecía un velorio, Penélope se acercó a mí, y me dijo.

— Mi Señora, Robert, la protegió porque así lo quiso, él no se arrepiente de su decisión y yo no la culpo, solo lamento que no haya podido ir a la misa, le pedí al Duque me ayudara a crearlo, quería tener sus cenizas cerca de mí, todo va a estar bien.

Me caí al suelo, el Duque fue ayúdame, pero los aleje, con las pocas fuerzas que me quedaban en las manos, estaba viviendo una pesadilla, pero estaba despierta, luche con todas mis fuerzas para no derramar ni una sola lágrima delante de esa gente, pero en mi interior estaba rota.

— ¡Asesina!, esa mujer, es una asesina, (señala a Clara).

Me levante de suelo como pude, e intente agarrar a esa maldita, pero el Duque me agarro por la cintura, no sé dé donde saqué las fuerzas, y lo empujé, pero antes que pudiera llegar donde ella, él me agarro de nuevo.

— Todo fue un accidente, no tiene nada que ver con Clara, ella también está herida cálmate.

Escucharlo me heló la sangre, mi rabia y dolor se transformaron en un odio, que nunca había sentido, deje de luchar, todo era inútil, entonces le dije.

— Con razón todas las demás murieron, es que el Duque ayudo a la asesina a salirse con la suya, pero le diré algo, el día que me vaya a morir, no me iré sola.

Me solté, solté tranquilamente de su agarre, me di la media vuelta, agarre la mano de Penélope, y subí las escaleras, ya no había nada que buscar, solo me quedaba este odio, y la venganza.

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