Hielo Y Fuego

Hielo y Fuego 18.

Elsa Elena Isasa. 

Capítulo 18. Otro secreto a develar. 

Luka Donato quedó preocupado después de la comunicación  con  Vicky. Sin dudas ella lo odiaba. En esa charla se topó con una mujer desconocida. Fría y distante. Y además hiriente. Ella no era así. Era gentil y dulce. Y le amaba. 

Había cambiado tanto. 

Había hablado con Gómez Riera informando que iría a la presentación que hacía la empresa del nuevo Country de Los Andes. Pensó que ya con todo el tiempo que había pasado estaba en condiciones mentales de volver a ver a Vicky. 

Sin embargo la conversación con su madre primero que solo le dijo : “ella me odia. Prácticamente me destrato Luka” generó la necesidad de hablarle. 

Y ahora esto. 

¿Podría acaso no ser el hijo de su padre y su madre? ¿ Y porque nadie nunca se lo había dicho? 

– Alice. Llama a Rubén por favor. Que venga a mí despacho. - dijo. 

– jefe. ¿Me necesita?- dijo Rubén Montenegro entrando. 

– Así es. Recuerdas que hace dos meses cuando volviste de Italia me trajiste el tema de la existencia de mí hermana Julia. Bien. He contratado gente y la he localizado. -

– No me habías dicho nada Luka. ¿Acaso no podría hacer el trámite para ti.?-

– Mí hermana es Victoria Cesare. - dijo serio sin contestar su reclamo. 

– ¿Victoria? La joven que te trajo el anillo de tu madre.¿ La que pagó la deuda del tal Larry? Hay que hacerla cuidar jefe. Está en peligro. 

– Ya tiene guardaespaldas. Ya hice esas gestiones. 

– ¿Ya hizo? ¿Sin mí? Dime Luka. ¿Desconfía de mí? ¿En qué te he fallado?

– Confío en ti completamente. Solo no quise que intervinieras en este tema. Eres demasiado fiel a mí madre y no quería que le des falsas esperanzas hasta no estar seguro. -

– Soy fiel a tu familia y a ti Luka. Tengo una deuda muy grande con tus padres. Daría mí vida por ti y ahora por tu hermana. Me alegro que la hayas encontrado. - dijo bastante emocionado. 

– En nombre de esa fidelidad quiero la verdad Rubén. ¿Porqué Philippe le juró a mí padre que mataría a mí hermana?

– Ya te conté jefe. La muerte de Marcello, su hijo. La estúpida ignorancia de ese hombre que creyó que fue tu madre la responsable.--

– ¿Y por qué no a mí? Soy el mayor. El cabeza de la familia. 

– Pues ..no estabas ese día. Visitabas a tu tío Lucio. Además, también Philippe tiene a su primogénito : Giovanni. Lo sabes. Marccello era su segundo hijo. Eso es. – dijo un poco inquieto. 

– ¿Cualquier otra cosa me dirías verdad? ¿No me ocultarlas nada Rubén?

– No te haría jamás ningún daño Luka. Me extraña que pienses lo contrario. Sabes que por ti mato o muero. -

– ¿Si yo fuera adoptado me lo dirías verdad?--

– ¿Adoptado? ¿Acaso su madre le dijo algo así?

– Ni mí madre. Ni mí padre Rubén. Nunca. -

– Entonces todo está bien jefe. Y por favor, déjeme cuidar a su hermana. No me mantenga fuera de esto. 

– Mí hermana está bien. Hay un acto en el sur mañana de la Constructora los Andes donde ella trabaja. Yo estaré allí. Así que tranquilo. Tengo a Martínez cuidándola. Vete. - dijo 

Rubén salió del escritorio. Apenas se retiró sus ojos rebotaron la preocupación que tenía. 

Fue a la despensa del local de la empresa. Y allí en secreto llamó a Samira Donato. 

– Señora Samira. Su hijo me preguntó si era adoptado. Les he dado mí palabra a ustedes de no hablar jamás del asunto. Pero no sé ahora qué hacer. -

– Es por Julia. Se ha enamorado de ella. Tendré que decirle la verdad Rubén. Lo haré yo mismo - dijo Samira. 

– ¿Está enamorado de Julia Donato? Pero eso es tremendo. Con razón lo veía mal. Tomaba mucho y estaba asistiendo a una psicóloga.¿ Qué haremos ahora?

– Vigilalo. Se te pasó algo importante Rubén. Y eso es imperdonable. Estás para cuidar a Luka. Siempre. Ser su sombra.Lo prometiste, entiendes. 

– Perdón señora. Yo quiero respetar su privacidad en algunas cosas. El viajó algunas veces solo, con otros guardaespaldas. No sabía que se veía con la señorita Victoria. El me cuenta todo y se guardó esa noticia. -

– Bien. Ahora lo sabes. Blanca siempre supo que adoptamos a Luka.  Pero no tiene idea aún quién es su madre. Y es mejor que nunca lo sepa. Deja que yo le cuente a mí hijo sobre su origen.- respondió con voz de mando. 

– Está bien señora. El me odiará. Lo amo más que a mí vida. No sé qué pensará de mí. No sé qué haré si me desprecia. – el rostro de Rubén se había desfigurado por el dolor. 

Cuando joven, de apenas 18 años, creyó que su vida terminaría cuando la mujer que amaba le dijo que esperaba a su hijo. Que la mafia de Philipe le liquidaria sin contemplación.  

Ahora el mundo en sus vueltas le arrojó su secreto a la cara. Le enfrentó con su pecado.  Y de la peor manera. 

Podía perder el amor de la única persona más importante en el mundo para él. Su hijo biológico. 

Recordó la época en que solo era un peón más en la maquinaria mafiosa de los Donato. Su jefe le había dado una tarea. Saber de primera mano los movimientos de su competencia. Fue cuando para enterrarse se lío con Rocio. Ella era la mucama privada de Blanca Philippe. Lo que empezó como un romance para conseguir datos para su jefe, se convirtió en una pasión enloquecedora. 

– Estoy embarazada Rubén. Mí jefa me matará si sabe que es tuyo. Nos tiene prohibido siquiera charlar con los empleados de los Donato. Matarán a mí familia. A mis hermanos. Odian a los traidores. - dijo llorando Rocio. 

– Hablaré con mí jefe. Nos ayudará. Estoy seguro. No te preocupes mí amor.-

– Y Donato lo ayudó. Su mujer Samira aún no quedaba embarazada. Para salvar a su hijo hicieron Rocío y él, el trato con Samira y su esposo. El niño que nació tendría todo lo que ellos nunca podrían darle. 

Cuando Rocío falleció después del parto, le prometió a su amada cuidar a su hijo siempre. Ahora, su secreto saldría a la luz. Y Rubén no tenía idea del futuro que le esperaba.