RELOJ MAJICO

Leo lanzó el Fénix de Fuego, que se abalanzó sobre los goblins, incendiándolos y haciendo que gritaran de dolor. Aria, por su parte, lanzó su hechizo Cuchillas de Viento, que cortó a varios goblins con facilidad.

A pesar de sus esfuerzos, los goblins seguían apareciendo, rodeándolos por completo. Aria y Leo se defendían con todas sus fuerzas, pero parecía que no podrían aguantar mucho más.

Justo cuando parecía que todo estaba perdido, una figura emergió de la oscuridad. Era Thorne, con una mirada de desprecio en su rostro.

"Aún les falta", dijo Thorne, su voz llena de desdén. "Son bastante débiles. No pueden ni siquiera defenderse contra una horda de goblins".

¡Claro! Aquí te dejo la recreación del diálogo:

Capítulo 14: La Masacre de Thorne

Thorne se acercó a Aria y Leo, su rostro serio y sin expresión. "Esperaba que fueras lo suficientemente fuerte para no perder contra eso", dijo, su voz llena de desilusión.

Aria se sintió herida por las palabras de Thorne. "Lo siento, Thorne", dijo, su voz llena de arrepentimiento.

Thorne se dio la vuelta para irse, pero antes se detuvo y se volvió hacia ellos. "El culpable está en la colina", dijo, su voz baja y misteriosa. "Vayan y veanlo ustedes mismos".

Aria y Leo subieron la colina, siguiendo las instrucciones de Thorne. Al llegar a la cima, encontraron a un goblin mago, sentado en una roca, con una mirada malvada en sus ojos.

Aria se acercó al goblin, su rostro lleno de rabia y dolor. "¿Por qué quemaste a toda la gente del pueblo?", preguntó, su voz temblando de emoción.

El goblin mago se rió, una risa cruel y despiadada. "El fuerte puede hacer lo que quiera con el débil", dijo, su voz llena de desprecio.

Aria explotó de rabia. Su magia de viento se desató, haciendo volar todos los árboles y rocas de la colina. El goblin mago se levantó, sonriendo, y comenzó a lanzar bolas de fuego hacia Aria.

"¡No te metas!", le gritó Aria a Leo. "¡Esto es mi pelea!".

Leo se detuvo, observando la pelea épica entre Aria y el goblin mago. La magia de viento de Aria se enfrentaba a la magia de fuego del goblin, creando una batalla impresionante.

Aria lanzó un golpe de viento que hizo volar al goblin mago hacia atrás. Pero el goblin se recuperó rápidamente y lanzó una bola de fuego que Aria apenas pudo esquivar.

La pelea continuó durante varios minutos, con ambos luchadores intercambiando golpes y contragolpes. Pero Aria estaba decidida a vengar a su pueblo, y su magia de viento se volvió más fuerte y más precisa.

Finalmente, Aria lanzó un golpe de viento definitivo que hizo volar al goblin mago hacia una roca, donde se estrelló con un golpe seco. El goblin mago se desplomó, derrotado.

Aria se acercó al goblin mago, su rostro lleno de rabia y dolor. "¿Por qué?", preguntó, su voz temblando de emoción.

El goblin mago se rió, una risa débil y agonizante. "Porque... porque puedo", dijo, antes de cerrar los ojos y morir.

Aria se quedó allí, mirando el cuerpo del goblin mago, sintiendo una mezcla de emociones: rabia, dolor, tristeza. Pero también sintió una sensación de justicia, de que había vengado a su pueblo.

Leo se acercó a Aria, poniendo una mano en su hombro. "Lo siento, Aria", dijo. "Lo siento mucho".

Aria se volvió hacia Leo, sonriendo débilmente. "Gracias, Leo", dijo. "Gracias por estar aquí para mí".