Juegos de Amor

📲 Ay mi hija, ¡qué cosa tan triste! ¿Cómo estás?

📲 Estoy bien mamá, físicamente. Todavía tratando de asimilar lo que pasó.

📲 ¿Pero te enojaste? ¿O fue algo que pasó con tu cuerpo?

📲 Los médicos en realidad no saben exactamente qué fue, pero dijeron que esto es muy común que suceda, no tiene una causa específica. ¡Dijeron que en cuanto me recupere puedo tener otro bebé, que todo está bien conmigo!

📲 ¿Pero quieres tener otro bebé ahora?

📲 No... me voy a dar un tiempo, voy a concentrarme en la obra de la casa nueva, en el matrimonio, después pienso en eso.

📲 ¿Y cómo está Ethan?

📲 Él está destrozado, ¡lloró tanto! Incluso habíamos comprado ropita para el bebé.

📲 Lívia, Dios sabe todas las cosas, ¡esa tristeza se irá, hija mía! ¡Y ya verás que todo se arreglará! Ahora, cuando toda esta confusión pase, creo que deberías volver a tus objetivos.

📲 ¿De qué estás hablando?

📲 ¡Vuelve a estudiar, Lívia! Tenías un objetivo, querías hacer la prueba de acceso a la universidad, creo que deberías volver a pensar en eso de nuevo.

Lívia cuelga pensando en lo que su madre acaba de decir, y era verdad, ella tenía objetivos cuando estaba en Brasil, pero después de conocer a Ethan, dejó de lado incluso los estudios y se enfocó solo en conseguir su visa para vivir en Estados Unidos.

Esa noche, él llega a casa después de un entrenamiento y los dos conversan en el jardín mientras él juega con Storm. Ella se sienta en la silla con una manta sobre las piernas, es otoño y las noches están volviéndose más frías.

— Mi madre dijo que debería volver a estudiar y pensar en una profesión de nuevo.

— ¡Me parece perfecto, mi amor! Me dijiste que querías hacer la universidad cuando estabas en Brasil.

— Sí, me estaba preparando para hacer la prueba de acceso a la universidad para trabajo social, era lo que quería hacer cuando estaba en Río, porque trabajé un tiempo en una ONG en la favela. Pero ahora no le veo mucho sentido a esa carrera estando aquí y con la vida que llevo. Tengo que pensar en otras alternativas...

Ethan se queda en silencio mientras lanza el disco para que la perra lo atrape.

— ¡Podrías invertir en tu don culinario!

— ¡Pero no soy profesional!

— No te preocupes por eso, ¡tenemos diversas escuelas de pastelería y cocina repartidas por Los Ángeles, ¡algunas muy bien consideradas y famosas! Podemos ver eso mañana, ¿qué te parece? El médico ya te dio el alta para hacer actividades ligeras.

— Creo que sí...

— Después de graduarte, podrías abrir una pastelería especializada en sabores brasileños. ¡Tendría un éxito enorme!

La mente de Lívia comienza a abrirse y ella ya piensa en mil posibilidades.

— ¡Sí! En el mismo lugar puedo tener una cafetería, ofrecer cafés de granos especiales molidos en el momento y...

Ethan sonríe al ver cómo se emocionó haciendo planes y aún más porque ella no se dio cuenta de que estaba hablando sin necesidad de recurrir al traductor, como suele hacer a veces.

— ¿Qué pasó?

— ¡Tu inglés está mejorando!

— ¡Dios mío, ni me di cuenta! Simplemente estaba hablando. - Ella ríe - Salió tan natural como si estuviera hablando en portugués.

Él se acerca a ella y la abraza por la cintura.

— Y es tan bueno verte animada con el futuro, dejó mi corazón aliviado. Te traje aquí para que fueras feliz a mi lado, ¡esa es mi misión!

Los dos se besan apasionadamente, teniendo a Storm ladrando y saltando encima de ellos.

Por la ventana de la sala, los padres los observaban.

— Qué bueno que están sonriendo y superando lo ocurrido. - dice Mark

— Sí, pero ahora se irán rápido de aquí. La preocupación de Ethan era que Lívia se quedara sola estando embarazada, pero ahora...

— Tienen que irse a su lugar, vivir su vida ¡y que sean muy felices!

— Eso espero...

— Estás más flexible con Lívia después de lo que pasó.

— Me sentí culpable, le dije a Ethan que yo no bendecía su relación y que dudaba que ese bebé fuera suyo.

Mark abre los ojos con sorpresa y se queda indignado.

— No puedo creer que le hayas dicho esas barbaridades a nuestro hijo, ¿Joane? ¿A cambio de qué?

— ¡Nadie puede comprenderme! No conocíamos a Lívia de verdad, y de repente aparece aquí, esperando un hijo suyo después de dos meses y medio de que se conocieron por primera vez. ¿Cómo podríamos afirmar que ella tiene buen carácter?

— Esas cosas solo se dan con el tiempo, si Ethan ve que realmente Lívia no es nada de lo que él se imaginaba que era, terminará la relación. Pero la tenemos dentro de nuestra casa, vemos a esa chica todos los días ¿y todavía dudas que tenga un buen carácter? ¡Porque yo no la veo así!

— No es oro todo lo que reluce, pero ella no me parece ser una mala persona.

— ¡Y no lo es! ¡Dale una oportunidad!

Mark sube, pasa por la habitación de su hijo menor, y lo ve concentrado estudiando.

— ¿Estudiando mucho?

— Hola papá, estoy estudiando nuevas áreas para la expansión de la empresa y asociaciones con una empresa de comercio electrónico.

— ¡Eres increíble, Peter! Muy competente, ¡estoy muy orgulloso de ti!

— Pensaba que solo Ethan era competente.

Mark se sienta a su lado.

— ¡Qué es eso, muchacho!? ¡Mis tres hijos me dan mucho orgullo! Son tres personas de mucho carácter, hijos amorosos, cuidadosos, cada uno dentro de su personalidad y de su competencia. Megan es una buena secretaria y una madre excelente, Ethan es una estrella del baloncesto y tú eres un empresario excepcional, y sé que nuestra empresa solo crecerá en tus manos. ¿Qué más podría pedirle a Dios? Son perfectos y los amo a los tres de forma igual e incondicional.

Mark besa a su hijo en la frente y sale de la habitación, Peter sonríe y llena sus ojos de lágrimas. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que su papel tenía valor dentro de la familia.

Días después de la pérdida del bebé, Lívia puede por fin acompañar por primera vez a un partido oficial de su novio con Los Angeles Lakers. Se dirige al estadio junto a la familia de él y se encuentra con Alika y la familia de Jayden.

— ¡Ay, mi querida! ¿Cómo estás ahora?

— ¡Mejor, Alika! Estoy concentrada en otras cosas y eso me ha hecho bien.

— ¡Qué bueno! ¡Ahora vamos a pensar en tu boda! Ethan dijo que quiere una fiesta que paralice Los Ángeles y la última boda que paralizó esta ciudad fue la mía, ¡pero haré que la vuestra supere a la mía!

Lívia se ríe y desde la cancha, en el calentamiento, Ethan la observa y sonríe aliviado.

— ¡Guapo!

— ¡Cásate conmigo, Ethan!

— ¡Deja a tu novia para que te quedes conmigo!

Gritos femeninos resonaban desde las gradas con peticiones de matrimonio para los jugadores, especialmente para Ethan.

— ¡Ve acostumbrándote, querida! Siempre va a haber una fresca encima de ellos, Ethan, que además es el más joven y el galán de la NBA... ¡espero que no seas celosa!

— ¡Ah, soy celosa sí! Pero puedo comprender que eso es normal dentro de su profesión, ¡solo que no voy a admitir abusos!

— ¡Eso mismo, chica, ¡los abusos no los toleramos! A la última que intentó besar a Jayden delante de mí, le tiré del pelo y la tiré al suelo de la cancha. Necesitó que la seguridad del equipo me sujetara, ¡fue un escándalo!

El partido comienza y Lívia, a la que nunca le ha gustado el baloncesto, y que por segunda vez veía un partido, se emociona y vibra con cada jugada del equipo de su novio, sobre todo cuando marcaba las canastas.

Ella no se dio cuenta, pero fue el objetivo de varios fotógrafos, en el descanso del partido fue entrevistada.

🎤 ¿Eres la novia de Ethan Montgomery?

🎤 Ah... sí... lo soy.

🎤 ¿Y para cuándo es la boda?

🎤 Para pronto.

🎤 ¿Te están gustando Estados Unidos y ver partidos de baloncesto, ya que eres brasileña y allí prefieren el fútbol?

🎤 Me está encantando, todo es maravilloso...

En ese momento, la familia de Ethan, que ya está acostumbrada al acoso, consigue sacarla de la incómoda situación.

— Ve acostumbrándote, ¡serás la esposa de un hombre muy famoso y esto es solo el principio! - dice Joane.

Al final del partido, con la victoria del equipo local, las familias se dirigen a la cancha para felicitar a los jugadores.

Ethan concede entrevistas y llama a su novia para que se ponga a su lado, los dos son fotografiados juntos y al final se retiran juntos.

— ¡Ethan! ¡Estuviste increíble, como siempre!

Una joven salta a su cuello casi empujando a Lívia.

Era Sofia Salmon, hija del entrenador del equipo y animadora de Los Angeles Lakers.

— ¡A esta no vas a poder tirarle del pelo y tirarla al suelo! - dice Alika en voz baja al oído de su amiga.

— No sabes de dónde vengo... soy educada al extremo, ¡pero no intentes tomarme por tonta!

— ¡Vamos, quita a esa descarada de encima de tu hombre!

Lívia le da un tirón de la mano.

— ¡Vamos, Ethan! ¡Es nuestra hora!

— ¡Claro! - responde él sin gracia - ¡Sofia, esta es mi novia, Lívia!

— Hola... - dice la chica.

Lívia no dice nada y tira de él.

— Ve a cambiarte al vestuario. Voy delante con tus padres.

Ethan hace un puchero para un beso y ella lo deja con las ganas. Jayden suelta una carcajada.

— ¡Vas a dormir en el sofá hoy!

— ¡Apuesto a que ha sido por Sofia!

— ¡Ponla en su sitio, tío! ¡Eres prácticamente un hombre casado!

— No le doy confianza, ¡pero es una descarada!

— ¡Pues sé más firme, o tendrás problemas con la jefa!

En casa, ya acostados, él nota la cara de pocos amigos de su novia.

— Mi madre me ha dicho que te han entrevistado en la grada.

— Ajá...

— ¿Te ha sentado bien?

— Sí.

— ¿Estás molesta por el acoso de las fans?

— No.

— Entonces...

Lívia estalla.

— ¡Esa vaca rubia que se te colgó del cuello! ¿Siempre hace eso? - se exalta.

— No, siempre me abraza, pero hoy se ha pasado.

— ¡¿Siempre te abraza?!

— N-No con e-esa confianza t-toda...

— ¿Estás nervioso, Ethan Montgomery? ¡Te has quedado mudo!

Ella se sube encima de él y le pone el dedo en la cara.

— ¡No has visto nada, estrella de la NBA! - Ella abre su pantalón y le clava las uñas, Ethan da un grito. - ¡Arreglo esto aquí fuera y vuelvo a Brasil en el primer vuelo!

Él la gira para ponerla debajo de él.

— ¡No hace falta que hagas eso! ¡Soy todo tuyo!

— ¡Entonces mantén a esa zorra... lejos de ti!

— ¡Lo haré! Ahora dame un cariñito ahí abajo... ¡me has hecho daño!

— Todavía no puedo, no me han dado el alta.

— ¿Pero tu boca sí que está de alta... ¿no? - dice con malicia y ella se ríe.

— Sí... pero no sé si te lo mereces...

— ¡Sí que me lo merezco! Hoy me han elegido como el mejor en la cancha, ¡quiero mi recompensa!

Lívia desaparece bajo las sábanas para hacer suspirar a su amor de deseo y placer.

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