Estefani es una joven muy hermosa, inteligente con un carácter fuerte y un poco rebelde.
Que se convertirá en la obsecion de Víctor Rymer
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Ese no es Víctor
Víctor.
Hice lo que tenía que hacer, y aunque a mi hermano le estuviera costando asimilar lo que había pasado. Era lo mejor para la familia, para nuestra familia. Por lo menos este problema ya estaba resuelto, ahora tendría que preocuparme por otros asuntos. Diana, no quería que matara a Cony a decir verdad era la primera mujer que moría en mis manos pero no me dejó de otra, una mujer como ella que si siquiera tiene dignidad, en serio no vale la pena.
Divagando en mis pensamientos, solo en el despacho, llego Stefan y Diana ambos me miraron permanecimos en silencio un rato hasta que mi hermana rompió el silencio.
- Te dije que no lo hicieras.
- Tenia que hacerlo.
- Pensaste en los sentimientos de Stefan.
- Stefan- yo le dije que la matara.
- Diana- ¿qué? ¿Por qué Stefan? Creí que la amabas.
- Stefan- si, pero ella nos traicionó, traiciono a Víctor, a ti.
Diana me miró y asentí con la cabeza. Ella sabe que para los tres la familia es primero y no importa de quién se trate si nos traicionan tienen que pagarla, y si le hacen algún mal a nuestra familia aún más. Por que es algo que los Reymer no perdonamos.
- Diana- Esta bien, que va a pasar con la niña, Víctor ella es inocente, no le vallas hacer nada.
- Solo quiero dar con su padre.
Hay algunas cosas que no sabia Diana, Stefan y yo por lo general siempre tratábamos de mantenerla alejada de este mundo, pero eso no significaba que no se diera cuenta de las cosas. Era más que notorio que Estefany me llamaba mucho la atención.
- No te creo, solo te voy a decir algo ella no tiene la culpa de lo que su padre hice, y solo espero que cuando lo encuentres la dejes ir.
Diana se acercó a mí me dio un beso en la mejilla y se fue. Stefan con una carita burlona se acercó a mí y me dijo.
- Víctor creo que va hacer difícil que la dejes ir, ya te enamoraste de ella.
- Cállate Stefan.
- Jajaja
- Mejor dime cómo te sientes.
- Bien.
- Lo siento.
- No me compadezcas sabes que lo odio. Mejor dime cómo diablos vamos a dar con William. El infeliz se te ha sabido esconder muy bien, y ni por que tienes a su hija el aparece.
- Lo tengo que encontrar. Y tarde o temprano lo voy hacer pagar por lo que le hace a mi gente.
- La mercancía ya fue entregada en Portugal, Francia y Taiwán. Hable con ellos y quedaron satisfechos por la entrega. Las negociaciones en Japón están empezando y si todo sale bien entregaremos la próxima semana.
- Eres muy buen negociante.
Stefan me miró se dirigió a la barra tomo una botella y dos vasos y se dirijo a mí. Medio un vaso y me sirvió un trago de whisky. No soy fan de tomar, pero sabía que Stefan lo necesitaba así que no lo rechace.
- Stefan- tú eres el líder de la familia, no me arrepiento de darte ese lugar.
Lo miré, y brinde por eso.
- No te pongas sentimental. Mejor vamos a brindar por los negocios que estamos haciendo.
- Víctor por culpa de Fran y la idiota de cony ahora la policía nos buscan como unos perros.
- Lo sé ya pensaré en algo para que nos dejen de buscar.
- Me preocupa.
- Para qué te preocupas si los grandes líderes de las mafias no pudieron conmigo. Tú crees que la policía lo hará.
Entre trago y trago nos terminamos la botella, después abrimos otra y sin que nos diéramos cuenta Stefan se quedó dormido, y yo de un momento a otro empecé a pensar en Estefany esa niña se había convertido en una obsesión por querer poseerla. Me levanté y con la botella en la mano me dirigí a su cuarto, tambaleando de un lado a otro, abrí su cuarto la observé sentada en silla mirando por la ventana, tenía una bata puesta, pareciera que apenas se había terminado de bañar. La vi y me dirigí hacia ella. Me miró con repulsión, me acerqué a ella.
Estefany
Todo el día después de lo que pasó y me encerraron otra vez, solo vi a Diana cuando me trajo la comida y la cena, pero solo las dejo y se fue. Si había algo que odiara es estar encerrada sin nada que hacer. Unos de mis pasatiempos favoritos era leer y ahora ni eso. Maldito Víctor me tenía presa en ese maldito cuarto sin nada que hacer. Sentí la necesidad de bañarme, salí del baño me puse una bata y me senté en una silla mirando por la ventana las estrellas. La noche era hermosa si por lo menos pudiera contemplarla en el jardín sería maravilloso. Los pensamientos empezaron a divagar cuando escuche que entraron al cuarto. Era Víctor estaba borracho, llevaba en su mano una botella de licor. Se me acerco y empezó a mirarme. Le pedí que se fuera, pero se acercó más, me tomó de mi brazo e intento besarme.
- ¿Qué estás haciendo? Lárgate.
- Eres muy hermosa.
Trate de forcejear, pero no pude me abrazo a la fuerza, me besó, su aliento era de alcohol, me dio repulsión. Lo empujé y le di una cachetada, el me miró y se acercó para volverme a besar. Como pude lo volví a empujar, Dios mío está vez si sentí miedo, no estaba razonando y sus impulsos lo estaban dominando, ahora si me ponía rebelde no me iba a funcionar, estaba muy borracho como para que se diera cuenta lo que estaba haciendo. Trate de alejarme, pero como podía huir si el maldito cuarto estaba cerrado. Cuando por fin logró agarrarme me abrazó y empezó a besarme con más fuerza, lo arañe de la cara, no me funciono empecé a llorar.
- Víctor no hagas esto, por favor Víctor escúchame, infeliz suelta me.
Empecé a llorar con desesperación, y aunque mis lágrimas eran notorias a él no le importo y me tomo con fuerza y aventó a la cama, cuando trató de subirse enésima de mí, le di una patada, me dio una cachetada haciendo que sangrara de la nariz, y seguía sobre mí besandome.
- Víctor por favor no,
Grite, fuerte y con llanto suplicaba que me dejara. Cuando de repente escuché la voz de Diana, junto a ella estaban 3 hombres. Que lo apartaron de mi.
- Víctor ¿qué demonios haces?, que esperan saquen lo de aquí.
Los hombres lo tomaron de los hombros y se lo llevaron, Diana se acercó me miró me abrazó y me dijo.
- Tranquila, tranquila, ya pasó, tranquila.
Estaba llorando mucho, me abrazo y me decía- ya pasó, tranquila. Sentí su abrazo tan real que seguí llorando, me dio esa paz que estaba buscando es como si ella entendiera lo que sucedía. No me soltó hasta que empecé a tranquilizarme.
- ¿Estas más tranquila?
- Si
- Bien acompáñame al baño tenemos que limpiarte y curarte esas heridas.
No me había dado cuenta que tenía la cara hinchada por la cachetada, y tenía varios moretones en mi cuerpo, Dios mío ese desgraciado habría abusado de mi si Diana no hubiera aparecido. Me ayudo levantarme y me llevo al baño, mi cuerpo me dolía. Después de bañarme me llevo a otro cuarto.
- Ven pasarás la noche en mi cuarto ya mañana veremos que hacemos con Víctor.
Asentí con la cabeza y me ayudo a llegar al cuarto, me acosté y poco a poco me quedé dormida.
Diana.
Deje a Víctor y a Stefan en el despacho, habían empezado a tomar, después de un largo rato escuche una voz desgarradora, era Estefany que estaba gritando- Víctor no hagas esto, suelta me. Dios mío esos gritos yo los conocía por unos segundos me quedé paralizada, mis recuerdos empezaron allegar, recordé ese maldito día. Salí de mis pensamiento y corrí al cuarto de seguridad. Estaban los hombres de mis hermanos, lo miré y les dije que me siguieran.
- ¿Que esperan? maldita sea síganme.
Me siguieron, la escena que vi me horrorizó, todo lo que estaba pasando me recordó ese maldito día. Víctor se estaba portando como un animal, lo desconocí por completo ese no era mi hermano, no el que yo conocía.
La ayudé a bañarse y a curar sus heridas. Por seguridad de ella la lleve a mi cuarto, la acompañe hasta que se quedó dormida. Ese día recordé todo lo que me había pasado, sabía como se sentía Estefany, lo humillante que se siente cuando alguien te obliga hacer algo que uno no quiere, sin querer un par de lágrimas rodaron por mis mejillas. Me levanté de la cama me dirigí a mi armario y saqué una caja, la abrí y saqué una foto, la observé si seguí llorando en silencio. Así pase toda la noche no pude dormir, mis pensamientos me lo impedían.
En la mañana cuando el sol ya estaba asomándose, salí del cuarto y fui a buscar a Stefan, quería saber que había pasado la noche anterior, no lo encontré, me dirigí al despacho, estaba durmiendo en el sillón, cuando entré percibí un aroma a alcohol muy fuerte, los dos habían sido unos irresponsables. Me acerqué a la venta corrí las cortinas para que entrara la luz del sol y así despertara, y con fuerza y enojo le dije.
- Stefan, despierta.
- Diana no hagas eso, sierra la maldita ventana.
- Levántate date un baño, quiero hablar contigo y Víctor, te espero en el comedor.
El me miró, pocas veces me había visto enojada que no dijo nada y me obedeció. Camine al cuarto de servicio y pedí que fueran a limpiar el desastre que habían hecho en el despacho. Después me dirigí al cuarto de Víctor y de igual manera abrí la ventana e hice que se levantara.
- ¿Que diablos te pasa?,sierra esa ventana.
- Que diablos me pasa, levántate báñate y te espero en el comedor.
- Cálmate.
- Te espero en el comedor.
Salí del cuarto le pedí a una de las muchachas que hicieran café y el desayuno, despues de esperar unos minutos subí el desayuno de Estefany, entre, ella seguía durmiendo, se lo dejé en la mesita que tengo en él y volví al comedor a esperarlos. Cuando llegue los dos ya estaban esperándome con una tasa de café.
- Víctor- bien ¿que quieres? y se puede saber ¿por qué diablos estás enojada?.
Me acerqué a el de forma lenta lo miré a la cara y le di una cachetada con toda mi fuerza.
- ¿Que diablos te pasa?( me contesto enojado y solo por que Stefan y me agarro si no le hubiera dado otra)
- Suéltame
- Stefan- ¿que te pasa? ¿porque le pegas?.
- Diana- el estúpido ayer se metió al cuarto de Estefany, la golpeó e intentó violarla.
Víctor me miró y miro a Stefan es como si no se acordara de nada.
- Stefan-Víctor ¿que hiciste?.
El silencio se apoderó del cuarto, él demostraba confundido así pasaron unos segundos.
- Víctor con un demonio, te estoy hablando.
Stefan se acercó a él y le dio un golpe en la cara. Víctor nos miró a ambos y es como si su memoria regresara.
- Lo siento estaba borracho.
- Stefan- eso no te justifica.
- Lose, pero no tenía conciencia de mí, gracias a Dios Diana llego a tiempo.
- Diana- a tiempo, Víctor ella está muy lastimada, su cara está hinchada por los golpes que le diste, tiene el cuerpo lleno de moretones.
- Perdón, no sabía que hacía.
- Diana- son unos inconscientes, ¿porque vivieron?.
- Stefan-fue mi culpa ayer, estaba muy dolido por lo de Cony que empezamos a tomar y sin que nos diéramos cuanta nos tomamos 2 botellas de alcohol.
En ese momento empecé llorar, los dos me abrazaron.
- Diana- me hiciste recordar lo que papá me hizo. Ese día él estaba muy borracho al igual que tú con Estefany él empezó a golpearme, a insultarme solo que en mi caso no corrí con suerte y abusó de mí. ( ambos me abrazaban, sabían que lo que yo había sufrido fue muy fuerte para mí)
- Víctor- perdóname hermana.
- Diana- es por eso que no me gusta que tomen, el alcohol únicamente los embrutece y los convierte en unos animales, esta vez estuve yo para detenerte, pero después quien te va a detener.
- Ya no va a volver a pasar te lo prometo.
- Quiero que la liberes, Víctor.
- No puedo, tú sabes que no puedo hasta que de con su padre.
- Te doy una semana para que lo hagas y si no yo la voy a liberar y la protegeré de ti.