Keres Jabbar Elrryan tiene su primer banquete de cumpleaños como hijo menor del Emperador del Imperio Kardext. En el banquete, su padre y hermano mayor le dan dos obsequios que todo el mundo sabe, no es mas que para dejar en claro que Keres es su leal mascota.
Keres es consciente de ello y a pesar de eso acepta los dos obsequios: el título de "Conde" junto a sus deterioradas tierras y un sangriento matrimonio con la Princesa que rechazó a su hermano mayor hace algunos años, ordenando a Keres destruir todo el Reino de Elentia y capturar a la familia Real.
Claramente sabe que el matrimonio es una clase de castigo para ambos y estaba preparado para recibir el desprecio de su esposa.
Pero, ella repetir hasta el cansancio que "lo ama", está intrigado del por qué su esposa se comporta de esa manera cuando se supone debe odiarlo. Y queda más intrigado cuando todo el mundo le dice: "Tú esposa es un demonio, una villana".
«¿...? ¿...?» [Pero si mí esposa es increíblemente adorable]
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LAS CARTAS
Keres entró a su propia tienda de campaña y Oona lo siguió sin protestar.
Él se sentó sobre la alfombra y Oona permaneció de pie.
«No hace falta que estés de pie, siéntate»
Oona levantó la mirada y preguntó:
«¿Dónde yo quiera?»
«Sí, dónde quieras»
Oona se acercó a su marido y se sentó entre sus piernas con una mirada felíz que hasta parecía haber flores invisibles a su alrededor. En tanto Keres se agarró su cabeza adolorida.
«Aquí no»
«Me dijiste que podía sentarme en dónde quisiera y aquí me gusta»
«De acuerdo, haz lo que quieras»
Oona se acomodó mejor y utilizó los brazos de Keres para que la abrazara mientras él preguntó:
«¿Qué haces?»
«Me dijiste que hiciera lo que quisiera y yo quiero hacer esto»
Keres soltó un suspiro de resignación, no importaba cómo lo hiciera, realmente no podía comprender lo que pensaba o lo que hacía su esposa.
Ahora mismo, tenía que regañarla por hacer cosas peligrosas, pero mirandola en sus brazos, su enojo se fue de vacaciones a algún lado.
Su esposa era extraña, esperó desprecio e insultos de ella, pero habían pasado los días y lo único que recibió de ella fueron besos y abrazos inesperados.
Oona lo miró con aquella cara pensativa y le preguntó:
«¿Me vas a regañar?»
«Eso intento» [Pero no puedo hacerlo si me miras así. Esto es jugar sucio Oona]
«No lo hice con malas intenciones»
«Lo sé, lo hiciste porque quieres que vaya a sacar a ese tipo del que hablaste de la prisión de Agenón ¿Verdad?»
«Tambien, pero ¿A quién le gusta que lo espíen y andén contando su vida privada a otra persona?»
«Es un buen punto»
«Sobre todo cuando al tipo al que se lo cuentan es al lunático príncipe heredero»
«Mm» [¿Cuándo es que se dio cuenta?, ella es más lista de lo que pensé]
«Keres»
«¿Si?»
Keres sintió que su esposa estaba muy emocionada al momento de decir:
«Entonces, ¿Lo vas a sacar de la prisión de Agenón? Te haré inmensamente rico, ahora ya no hay problema con los informes al príncipe heredero, el traidor le dará informes falsos, así que será más fácil movernos»
«¿No te vas a rendir ~huh~?»
«Quiero dinero»
«¿No es porque sea tú amante o algo así, verdad?»
Oona se agarró el vientre muy decidida.
«Los únicos hijos que voy a tener son los de Keres»
Todo se quedó en silencio y Keres agachó la mirada tratando de ocultar su vergüenza y más cuando Oona agregó:
«Todavía estoy en recuperación después de salir de prisión, mí cuerpo no es tan bonito, las heridas deben curarse y mi piel debe volver a ser muy suave, así que espera un poco más, ni bien me recupere haremos un bebé-»
Keres tapó la boca de su esposa que hablaba muy decidida y felíz.
«Ya basta Oona»
Pero Oona estaba muy feliz por ver la cara sonrojada de su esposo, nunca lo había visto con esa expresión, simplemente la enamoró en ese preciso instante. Agarró la mano que su esposo utilizó para callarla y besó esa misma mano.
Todo el cuerpo de Keres se estremeció y retiró su mano de inmediato.
«¡Oona! Una princesa no se comporta de ese modo»
Oona sonrió y agarró las mejillas de Keres para acercarse a sus labios...
«Pero ya no soy una princesa, soy tú esposa»
Lo besó en los labios haciendo dilatar las pupilas de Keres, fue un beso breve, pero fue suficiente para que Keres quedara divagando en algún otro plano dimensional.
«Y una esposa siempre va a querer lo mejor para su esposo»
«...»
«No te preocupes, mí odio y mi amor son sólo de Keres-»
«¡Bien! Tú ganas, le enviaré una carta al Duque de Hormadia»
Oona estaba muy, muy emocionada mientras su esposo parecía muy cansado, cómo si le hubieran drenado toda la energía.
[Esto es más agotador que el campo de batalla]
***
Días después. Una señorita tocó la puerta de un estudio y su jefe contestó:
«Adelante»
«Con su permiso Duque»
Ella entró con dos cartas en sus manos, y puso una carta en el escritorio de un hombre joven con una mirada encantadora, y se hizo más encantadora cuando sonrió al ver el sello de cera.
«Vaya, vaya, vaya, y dijo que jamás me escribiría en su vida»
«Es una carta del Conde Keres Jabbar Elrryan, Duque Hormadia»
El Duque, de cabello negro agarró la carta y acarició el sello: una mariposa negra.
«Me pregunto que tan urgente debe ser, como para que Keres me envíe una carta»
Entonces, la señorita puso la otra carta en la mesa y el Duque frunció el ceño algo disgustado al ver el sello Imperial.
«¿Y ahora que banquete brutalmente innecesario quiere hacer la familia Imperial?»
«No lo sé»
El Duque abrió el sobre y leyó la invitación. Suspiró cansado y se recostó en su silla con los brazos cruzados.
«Maldición, es una invitación a la coronación del principe heredero»
«¡!, ¡¿Va a ser coronado como Emperador?!»
El Duque empezó a dar pequeños golpes a la mesa con su dedo índice.
«Esto no me gusta nada. Davor no es malo para ocupar el trono, es inteligente, es carismático y posee gran conocimiento, conexiones y riquezas, todo estaría bien si no fuera por esa actitud de mierda»
«... S-su lenguaje Duque»
«Haaaa..., la coronación es en cinco meses. Encárgate de preparar mi traje y el obsequio, Doris»
«Sí»
Luego, el duque abrió la carta de Keres, la abrió con cuidado a diferencia del desastre que hizo con la invitación Imperial.
Abrió la carta y empezó a leer y con cada párrafo parecía mejorar su humor.
«¿Qué sucede Duque?»
«Algo muy bueno. Keres va a venir de visita, prepara todo para darle la bienvenida, todo de la mejor calidad. De inmediato»
«¿Cuándo llega?»
«Dice que mañana a medio día»
«Entendido, prepararé una exquisita comida y tendré la habitación lista»
«Ese es el espíritu Doris, hay que hacerlo quedarse en mi mansión. Aunque utilicemos el chantaje»
Amo y secretaria empezaron a reír, como si fueran los mejores cómplices del mundo.
está como que es tu última vida Oona está juntando todas sus piezas en silencio y con psicoterror