Desgraciada Vida

--AURA--

la noche anterior te dejo muy confundida, puede alguien cambiar de la noche a la mañana? o simplemente se habra resignado a que no me arrepentiré... Y aunque quisiera, no pudiera, es muy tarde, faltan pocos días para la boda y el contrato esta más que firmado, definitivamente enloquecere en cualquier momento... sus cambios de humor me dan dolor de cabeza..

por lo menos hoy saldremos de este encierro, no más salgo cuando de alguna apariencia se trata, pero hoy en especial le pedí a Ivan que nos lleve a mi y a la pequeña Miranda a algún parque, pero para eso hay que esperar a que esta salga de clases así que mientras ese momento llega bajaré a comer algo...

--IZAN--

cuando ví al idiota de Stefano querer hacer de las suyas no lo soporte más, me acerque a ellos atrayendo a Aura para darle un beso, un beso que demostrará que es únicamente mía, aunque no lo sea en cuerpo y alma, ni sea la mujer que hace perder la cordura, la saque rápidamente de aquel lugar que ya empezaba a molestarme, caminamos tomados de la mano, al principio creí que me reclamaria tal acto, pero no fue así, entrelace nuestros dedos y la lleve a un lugar donde se puede apreciar una vista hermosa, su sonrisa era algo nuevo para mi, casi no la había visto hacerlo...

hoy me levante y me quede en mi habitación revisando algunos papeles, pero apenas me dio hambre me dispuse a ir al comedor... cuando entré allí estaba ella, me pare en el marco de la puerta a observarla por varios segundos...

- vas a sentarte o te quedaras allí como sonso mirándome todo el día?-

- me sentare- dijo el con una sonrisa al notar que fue descubierto

- pensé que no estabas en casa-

- Hoy no fui a la empresa y tu vas a salir?-

- eso tengo pensado hacer, porque?-

-solo pregunto y a donde iras?-

- un chico guapo me invito a salir- contesto ella molestandolo

-como que un chico te invito a salir?-

-como escuchaste,un chico guapo me invito a salir y acepte, me llevará a conocer la ciudad a mi y a la pequeña Miranda-

- bueno, que te diviertas- dijo este enojado levantándose del comedor

Aura solo reia ante aquella reacción, eso le pasa por estarme tratando como trofeo a toda hora, termino su desayuno y se dispuso a subirse al coche pero se impresionó al ver quien estaba en el asiento del conductor..

- que haces?-

- que no ves iré con ustedes-

- no puedes ir con nosotras-

- y porque no? soy tu prometido y tu eres mía, puedo acompañarte a donde me plazca o es que tienes miedo de que arruine tu cita?- dijo molesto

- yo no soy tuya, solo me casare contigo y para nada, adelante vamos, primero hay que recoger a mi pequeña-

-bien- dijo sintiéndose ganador sin saber que había caído fácilmente en el juego de Aura

--Aura--

no crei que fuese tan fácil, pero lo logré, quiero conocer la ciudad y la única persona que puede mostrarmela es el, Izan Petit, su altivez y soberbia es tan grande que rápidamente cayó en mi juego... no me imagine que resultaría al principio, pero así fue y me alegro... llegamos a la escuela de Miranda y está al verme corrió a mis brazos de inmediato..

-nani- grito alegre la pequeña

-estas listas?-

-me llevaras a donde prometiste, irémos a conocer la ciudad?-

-por supuesto que si, sabes bien que siempre cumplo mis promesas- dijo abrazando con fuerza a la niña que robaba su corazón

- principe- grito Miranda feliz al visualizarlo detrás

-hola ojos hermosos, nos vamos?-

-también iras?-

-asi es, las llevare a un parque muy bonito donde podras correr y jugar-

-sii, vamos vamos, que esperan- dijo la pequeña dando saltos

subieron al auto, mientras Izan conducía, la pequeña Miranda cantaba una canción que le gustaba muchísimo

-dulce bien, querubín mama canta para ti y al dormir, linda flor- dejo de cantar y miro a Aura y dijo

-nani canta conmigo, como antes-

-yo? pero Miranda yo..- fue interrumpida

-vamos Aura, canta con la pequeña Miranda-

esta al ver la suplica en los ojos de la pequeña, acepto, entonces Miranda comenzó y Aura la siguió

-dulce bien, querubín mama canta para ti- cantaba la niña a espera de su acompañante

- y al dormir, linda flor, yo te miro con amor- la siguió Aura

-cuando el sol con su luz te sonríe al despertar-

-tu mamá, te dirá, lo que siempre te amara- culmino Aura la dulce canción

Izan miraba fijamente, cuando el semaforo cambió a verde siguió el camino, pronto llegaron a un enorme parque, habían niños corriendo por todas partes y personas tirandole la pelota a sus mascotas, se sentía alegre y libre estar en este lugar, rápidamente Miranda congenio con otros niños y se dispuso también a correr y a jugar, Aura por su parte se sentó en una de las bancas frente al lago a admirar a los patos nadar en este.. De repente Izan se sentó a su lado ofreciéndole una bolsa de maíz la cuál esta contemplo por unos segundos para luego tomarla y esparcir un poco en el césped, rápidamente, pequeños patitos corrieron a agruparse alrededor de la comida lo cual le saco una sonrisa...

-así que, pareces ser una mamá muy buena-

-que?- pregunto Aura

-si, debes ser muy buena madre, para que esa pequeña te quiera tanto

- haría cualquier cosa por ella, es mi más grande regalo, antes de ella todo era dolor y desgracias y aunque no llego de una manera muy común, le trajo alegría a mi vida y la eh cuidado desde entonces-

- así que- se quedó pensativo sin saber si debía preguntar o no

-que?- insistió ella

- y él, el padre de Miranda, no la quiso?-

Aura sintió como se clavaba un puñal en su corazón, no sólo su padre no la quiso, fue peor que eso, pero no era algo de lo que quería hablar con el, sus ojos se llenaron de lágrimas recordando aquel momento tan deprimente..

-su padre fue una basura- fue lo único que pudo decir antes de que una lagrima rodará por su mejilla dándole paso de nuevo al dolor

- lo siento, no debí preguntar, porque no vamos a comer algo? de seguro la pequeña Miranda debe tener hambre- dijo este tratando de suavizar el momento

-me parece perfecto- contesto ella, sabía perfectamente que no podía confiar en una persona como Izan, por encima se le notaba que no conocía los sentimientos, la mayoría de las veces solía ser una persona cruel y despreocupado y aunque en estos momentos estuviera actuando normal, sabía muy bien que por la más mínima cosa salían a relucir sus actitudes despreciables que la hacían desconfiar, jamás podría contarle el secreto que escondía en su vida la pequeña Miranda!