¡Hey Gorda!... ¿Gorda?

Bajó las escaleras con su bolso para ir al gimnasio de nuevo, había pasado una semana y esto se había hecho una rutina diaria, también se estaba acostumbrando a la dieta de Lina me había puesto.

Ya había bajado 10 kilos en una semana, le estaba poniendo mucho esfuerzo y Lina lo notaba.

Aunque ya no necesitaba tanta ayuda, aún seguía subida de peso.

"Tranquila, ya lo lograrás, has bajado 10 kilos en una semana, es un gran avance." palmeó su hombro.

Las clases en su antigua escuela era seguro que ya habían empezado, ya habían pasado dos semanas desde su desaparición y seguía siendo el tema principal de las pláticas en ese colegio.

Seo Yin o ahora Seo Park (Solamente cambió su apellido al ser adoptada por la pareja Park, Lina y Taei) se estaba preparando las las clases la semana que venía.

"Bien, ya solo queda una semana y podrás entrar a clases" habló Taei acomodando las libretas que había traído para Seo.

"Si, estaré bien." respiró hondo.

"¡Juguemos cartas!" gritó Lina trayendo una pequeña caja.

Al día siguiente se fue al gimnasio con Lina, quien se iba por las tardes a trabajar y llegaba en la noche, Taei se iba en la mañana y regresaba en la tarde así que nunca estaba sola, a veces alcanzaban a comer juntos.

Seguía con la misma rutina de ejercicio, abdominales, para glúteos y la cintura.

"Ya me acostumbré que no siento dolor" mencionaba aún estirándose. "Tampoco siento tanta hambre." Seguía expresándose y Lina la escuchaba atentamente.

Tal vez el ser ignorada y estar sola todo el tiempo, le causaba un gran vacío en el corazón que solo podía ser llenado con comida, el problema es que nunca estaba llena. No había nadie que la apoyará o ayudara, así que con Lina a su lado, todo parecía ser más fácil. Las dietas, el ejercicio y el estudio se habían convertido en su prioridad cuando antes parecía estar muy lejos de ello.

"Por cierto... ¿Sabes defensa personal?" Seo negó.

"Te contestaré uno de los mejores maestros para que puedas aprender. Aquí es muy diferente en Corea, es más peligroso y no queremos que vayas por ahí sin alguna defensa" Se seguía estirando.

"Está bien, aceptaré lo que ustedes me pidan" Sonrió.

Siguieron haciendo ejercicio y después regresaron a casa, se dieron un baño y Lina se alistó para irse al hospital.

"¿Ya te vas?" ella asintió. "Ya veo, ve con cuidado mamá" le sonrió. Lina acarició su cabeza, tomó una tostada y salió.

Al cabo de media hora, llegó Taei.

"Hola cariño, ¿cómo les fué? ¿Lina ya se fue?" preguntó poniendo su saco en la silla.

"Sip, ya se fue, nos fue bien de hecho hablábamos de que aprendería defensa" hizo movimientos raros con los brazos y Taei rió.

"¿Defensa? Me parece bien, Lina y yo sabemos un poco, solo por si acaso." también hizo movimientos extraños.

Se sentaron a comer y siguieron hablando.

~Una semana después~

"¡Haz bajado 20 kilos! te felicito." gritó Lina

"Me veo más delgada, ya puedo caminar muchas escaleras y no cansarme" Se estiró.

"Vayamos a casa, el maestro de seguro ya está esperándome. Las clases empiezan por la tarde." se acomodó el bolso.

Debido al ejercicio, su cuerpo ya estaba adelgazando, la ropa que no le quedaba, ahora le queda demasiado grande. Le compraron uniforme y zapatos nuevos, lo que necesitaba para estudiar.

Llegaron a la casa y se puso unas mallas necesita algo flexible para poder moverse a gusto, el maestro la esperaba en el jardín.