¿Una extraña sensación de Déjà vu? ¿Un sentimiento de haber vivido todo eso por segunda vez?
Aquellas eran las constantes de la vida de Claire; sin embargo, debido a su salud un poco débil y el cansancio por su trabajo como policía, decidió ignorarlas.
No obstante, tras su divorcio y motivada por la difícil situación de su hijo recién nacido, quien necesita una donación de sangre para sobrevivir, la ahora detective privada se ve obligada a buscar al padre del niño, su exesposo. A pesar del dolor causado por sus múltiples infidelidades, ella deberá revelarle que tiene un hijo al que ni siquiera conoce.
Sin embargo, para llegar hasta él, deberá enfrentarse al infierno en el que se ha convertido la ciudad donde él vive, evitando ser víctima de las monstruosas criaturas que la habitan.
¿Podrá dejar de lado su resentimiento y ser lo suficientemente fuerte para salvar a su exesposo?
¿Por qué la extraña sensación de déjà vu no se va de su corazón?
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CAPÍTULO 18
—¿No tendrás problemas por dejar atrás a un subordinado?—cuestionó sorprendida.
—La policía de Hell City ha caído, ya ni vale la pena seguir con los protocolos—dijo vendando su mano—ahora solo soy el padre de un recién nacido, que desea salvar a su mujer.
Claire cerró los ojos, desviando la mirada, mientras Leon tomaba el atrevimiento de besar sus nudillos. Ya se había olvidado lo cursi que podía ser él con ella.
Era tanto el calor que sus labios emanaban, que podía sentir aquella sensación por encima del dolor de sus heridas.
—Ya no soy tu mujer—respondió separando su mano de la de él—aparte de eso... ¿Me creerías si te dijera que fue Sara la que me dejó en este estado?
Leon frunció el ceño, pálido a más no poder, mientras Claire le explicaba todo lo sucedido. No podía creerlo, que Sara llegara a tal nivel; sin embargo, era la única explicación razonable que encontraba y más lógica en comparación a la explicación que le había dado Sara.
—¿Me crees?—preguntó un poco dudosa—Leon, si vamos a trabajar juntos para salir de aquí necesito saber si me crees. No quiero que tu relación con Sara perjudique aún más la situación de nuestro hijo.
—¡Sara no es nada mío!—aclaró casi en un grito—apenas te fuiste, terminé con ella...es solo que yo también estoy sorprendido. Pero claro que te creo, siendo así también Sara mató de manera indirecta a Derek y Oliver.
Si bien era misión riesgosa, en especial porque no había garantías de salvarlos, el hecho de que Sara detonara el explosivo selló el destino de los tres.
Y aunque Sara fue una mujer con la que compartió cama por mucho tiempo, seguía siendo, igual que sus otras amantes, solo una forma de desahogo.
Ahora su prioridad era Claire, por eso, para calmar su duda, la abrazó de nuevo, esta vez con mayor suavidad para que ella no se separará de el de manera inmediata.
Después de su divorcio, tuvo un momento de depresión y alcoholismo bastante grave.
No obstante, teniendo fe de que podía volver con Claire, terminó por ir a terapia para su infidelidad y a alcohólicos anónimos.
Esperaba tener la fuerza para que la vergüenza que sentía con su exesposa no fuera tanta cuando volvieran a verse.
No esperaba convertirse en el mejor hombre del mundo, aún le costaba dejar de un lado el alcohol y le gustaba ver mujeres, pero el sentimiento de llevarse a la cama a sus amantes había bajado un poco y su sed por la bebida también.
Así que, esperando ser un hombre lo suficientemente decente como para que Claire no lo mirara con odio, había seguido acudiendo a terapia hasta el comienzo del brote de los poseídos.
Si bien era contagioso por sangre o fluidos corporales, los poseídos no reaccionaban a ningún antibiótico o medicina posible.
Y a falta de una vacuna, muchos ciudadanos habían comenzado a llamarlos así, puesto que creían que eran un castigo de Dios para comenzar el fin del mundo.
Como el comandante de policía, tuvo que dejar atrás su terapia para encargarse de controlar los primeros días de la crisis; sin embargo, la contingencia y cuarentena estaba resultando insuficiente, tanto que incluso la clínica donde recibía ayuda fue atacada por una horda de poseídos.
—Muchas personas que conocía han caído—le dijo con pesar—inclusive perdí contacto con mi familia, pero juro por mi vida que saldremos de esta.
—Lo importante es que salgas y le des tu sangre a Ethan—respondió intentando luchar para no corresponder el abrazo—¿lo entiendes?
—Sí, sí—respondió besando su cabeza—lo entiendo.
Claire, quien estaba dispuesta a morir si con eso hacía llegar la sangre de Leon a su hijo, dejó de un lado el sentimiento meloso que tenía su ex para con ella.
Luego de explicarle lo sucedido con Henry, le mostró su celular con el mapa que este le había enviado.
—¿Claire, de verdad podemos confiar en él?—preguntó nervioso.
—Decirte SÍ, a ciencia cierta, no puedo. No te niego que sospecho de Henry y E.L.A. Pero si me pones a escoger, prefiero ir por el camino de él que buscar a Sara y recuperar los explosivos—respondió tajante—Sara es traicionera a morir, cualquier paso con ella es mortal.
Recordando lo imbécil que fue al intentar confiar en ella, el dolor volvió a su corazón, lamentándose el no haber escogido una mejor decisión y al menos así pudiera haber salvado a Oliver que aún no estaba infectado.
Henry aceptó entonces el plan de Claire, estando igual de sorprendido porque hubiera un ascensor secreto en la oficina del capitán.
Habiendo estado allí anteriormente, lo único que pudieron hacer fue tomar un desvío haciendo uso de las escaleras al lado de la enfermería.
Como las quedaba pocas balas y ni siquiera tenían cuchillos con los que defenderse, estaban conscientes de que debían solo correr y huir lo más que pudieran, evitando usar munición hasta que fuera realmente necesario.
Mientras ascendían las escaleras en silencio, el sonido de los gruñidos de los poseídos se hacía más fuerte, aumentando la tensión en el ambiente.
Claire sintió la mirada de Leon sobre ella, el cual le indicó detenerse para determinar de qué dirección provenían aquellos ruidos. Así descubrieron que provenían de las escaleras de emergencia, al otro lado de donde estaban ellos.
—Sigamos—murmuró Leon.
Claire asintió, pero su mente seguía enfocada en la oficina del capitán y en la urgencia de llegar a tiempo. Sabía que cada segundo contaba y que no podían permitirse ningún error.
Su determinación de salvar a su hijo era más fuerte que cualquier miedo, por más nerviosa que estuviera ante la sombra de Sara, quien seguía aún en sus pensamientos. No estaría tranquila hasta haber salido de la comisaria y haberse alejado de ella.
Cuando estaban diez metros cerca de la oficina, un grito aterrador los detuvo un momento.
Dando la vuelta un poco, vieron en el cruce con otro pasillo, como la misma criatura que había atacado a sus compañeros, estaba al fondo en compañía de varios Poseídos.
Espero que tengas el apoyo a futuro porque hiciste un excelente trabajo escribiendo 🌹 Sigue así /CoolGuy/y seguiré leyendo 🤞🏻/Smile/