NovelToon NovelToon
MI VECINO ES MI EX

MI VECINO ES MI EX

Status: En proceso
Genre:Comedia / Padre soltero / Amor-odio / Malentendidos / Romance de oficina / CEO
Popularitas:8.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Yazz García

Cuando Seraphine se muda buscando paz, jamás imagina que su nuevo vecino es Gabriel Méndez, el arquitecto que le rompió el corazón hace tres años… y que nunca le explicó por qué.

Ahora él vive con un niño de seis años que lo llama “papá”.
Un niño dulce, risueño… e imposible de ignorar.

A veces, el amor necesita romperse para volver a construirse más fuerte.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La gala y la peor idea brillante del mes

...CAPÍTULO 17...

...----------------...

...GABRIEL MÉNDEZ ...

—No.

—Adelina, por favor…

—Te dije que no, Gabriel. No me uses para tus eventos sociales. No pienso pararme contigo en ninguna gala. Mucho menos después de lo que me dijiste.

—Adelina, no te estoy pidiendo nada del otro mundo. Solo que vayamos juntos. Profesionalmente.

—Profesionalmente mis ovarios, Gabriel.

Y así comenzó mi miércoles.

Me quedé quieto frente a su escritorio mientras ella seguía firmando papeles como si no acabara de gritarme. No levantó la mirada ni un segundo. Su asistente había desaparecido del lugar como si hubiera sentido el olor a drama tres pisos antes.

—Adelina, solo te pido que me escuches…

—No, Gabriel. Ya te escuché durante dos años. —Ahora sí levantó la cabeza. Tenía los ojos brillantes, pero la mirada afilada

—Adelina —respiro hondo—, la gala es mañana. Confirmé que iría acompañado hace semanas. Sería completamente poco profesional ir solo o peor, cancelar.

—¿Y eso qué tiene que ver conmigo? —arquea una ceja— ¿O ahora soy tu comodín social?

—Tú aceptaste acompañarme… antes.

Ella suelta una risa tan amarga que podría borrar el esmalte de las paredes.

—Sí, antes de que me diera cuenta de que tú… —aprieta la mandíbula— de que tú ni siquiera estás conmigo mentalmente cuando… cuando estamos juntos.

Me recargo contra la puerta, cansado. Habíamos evitado esta conversación por demasiado tiempo.

—Adelina…

—¿Quieres que sea honesta, verdad? —se endereza, respirando rápido— Pues te diré exactamente por qué no pienso ir contigo. Primero: no puedes corresponder lo que siento. Ya me lo dejaste claro y de la manera más horrible posible. Segundo: desde que llegó Sera, tú solo hablas de ella. Que Sera esto. Que Sera aquello. Que te hace reír. Que es talentosa. Que Oliver la adora. Que—

—No exageres.

—¿Que no exagere? —sus ojos brillan, no sé si de furia o tristeza— La última vez que… —traga saliva— que nos acostamos, ¿recuerdas lo que me dijiste?

Cierro los ojos. La vergüenza me golpea de inmediato.

—Me llamaste “Sera” —continúa ella, sin piedad—. Estábamos juntos y dijiste su maldito nombre, Gabriel.

—Fue un accidente —murmuro—. Estaba estresado por el trabajo y—

—¡No! —golpea el escritorio— No me mientas. La miras distinto. Incluso cuando peleas con ella te brillan los ojos. Y sí, pensé que al menos seguíamos siendo… algo. Amigos con beneficios. Compañeros. Lo que fuera. Pero ni siquiera me tocas ya.

Me paso una mano por la cara.

—No quiero lastimarte.

—Demasiado tarde.

La firmeza en sus palabras me hace hundirme un poco más.

—Adelina… necesito que vengas a esta gala conmigo. Solo como mi acompañante. Profesional. Eso es todo.

Ella respira hondo, luego suelta el aire, agotada.

—Me cansé de esperar a que quisieras algo conmigo. Esperé dos años a qué eso pasara y ahora vienes a rogarme para ir a una gala como si yo fuera tu plan B, después de tratarme horrible, solo porque tu ex te está respirando cerquita.

Cerré los ojos. Ojalá algo de esto fuera mentira.

—No eres mi plan B.

—Eres increíble. —Bufó—. Me pides que vaya contigo “profesionalmente”, pero bien que no querías dejar de acostarte conmigo cuando te convenía.

Me mordí la lengua. Adelina nunca había sido cruel… hasta ahora.

—Adi… tu sabes que lo que pasó entre nosotros no fue una relación exclusiva, y lo dejamos claro desde el principio.

—Eso lo sé. Solo fui una idiota al aceptar eso.

—Lo siento.

—No vengas a disculparte ahora. No voy a ir contigo, Gabriel. —Tomó un expediente y lo estampó encima del escritorio—. Ve con ella. Siempre es ella.

No supe qué decir.

Ella tampoco me dio tiempo. Me señaló la puerta.

—Cierra al salir.

......................

A las tres de la tarde, después de ahogarme en correos y planos atrasados, recogí a Oliver en la escuela.

—Papáaaa —corrió hacia mí, su mochila colgando y su zorro de peluche en mano— ¡hoy tuvimos dibujo!

—¿Ah, sí? —sonreí—. ¿Qué dibujaste?

—Una casa enorme y tú en el techo arreglando las goteras.

Suspiré.

Su manera de decir “te extraño” era tan rara como precisa.

Él se ríe todo el camino, pero mi cabeza sigue en la oficina de Adelina, en la forma en que me miró como si fuera un extraño. Como si finalmente aceptara que ya no era el hombre que ella quería.

Al llegar al edificio, Oliver corre al ascensor como si fuera una competencia olímpica y justo al entrar al lobby, como si el día no estuviera lo suficientemente raro, vi a Sera frente a los buzones, frunciendo el ceño como si el papel la insultara.

Tiene los labios apretados y el cabello cayéndole sobre la frente. Claramente está haciendo cálculos mentales que no están dando buen resultado.

Me acerco.

—¿Qué haces? —pregunté.

—¡AY! —pegó un salto tan grande de casi medio metro que Oliver soltó una carcajada inmediata—¡Gabriel! ¡¿Qué demonios—?!

Oliver se dobló de la risa

—¡La Señora Tormentita casi se desmaya! ¡brincó como rana!

Sera me fulminó.

Luego respiró profundo como si se obligara a no lanzarme el recibo a la cara.

—Estoy revisando mis cuentas —murmuró—. Todo está más caro. Literalmente TODO. Las facturas se están reproduciendo como gremlins mojados.

Miré su mano. Tenía como siete papeles arrugados.

—A ver —dije inclinándome un poco—. ¿Qué es todo eso?

—Servicios, administración, agua, luz, gas, vida, estrés, pobreza, ansiedad financiera y… —vio el último papel— y la suscripción de anime. Eso sí no lo cancelo.

Oliver estalló en risa de nuevo.

—Tu hijo se está riendo de mí —dice, señalándolo mientras Oliver sigue haciendo sonidos de rana detrás de ella.

—Técnicamente también es culpa tuya por asustarte tan fácil —sonrío.

—No me asusté. Estaba… concentrada.

—En tus cuentas —leo el papel arrugado en su mano.

Yo sonreí. No pude evitarlo.

—¿Estás bien?

—No, pero gracias por preguntar —respondió con su honestidad característica.

Nos quedamos ahí unos segundos, mientras Oliver trataba de abrir la puerta del pasillo con la tarjeta equivocada.

—Una pregunta —dijo Sera, enderezándose—¿Qué pasa mañana con la firma? Te oí discutiendo con medio mundo en la oficina esta mañana.

—Una gala —respondí cansado—. Mi padre quiere que vayamos porque es un evento grande. Estará el gobernador, empresarios, prensa. Ya sabes, gente que sonríe y te apuñala después.

Sera asintió.

—¿Vas con Adelina? —preguntó sin mirarme directamente.

—No —respondí más rápido de lo que hubiera querido.

Ella levantó la ceja, pero no preguntó más.

Subí al apartamento con Oliver, lo dejé cambiándose el uniforme y me quedé mirando el sofá unos segundos.

Ahí es cuando me golpea la idea más tonta, desesperada y brillante del mundo.

Una idea estúpida.

Irracional.

Potencialmente suicida.

Pero la única viable.

Necesito a alguien. Necesito no quedar como idiota frente a clientes, arquitectos, inversionistas.

¿Y quién es la única persona que probablemente acepte… si juego bien mis cartas?

La mujer que ahora mismo está peleando con un recibo de servicios como si fuera su peor enemigo.

Golpeé la puerta de Sera.

—¿Qué quieres? —preguntó desde adentro, claramente agotada.

—Necesito pedirte algo —dije serio.

Abrió la puerta apenas unos centímetros, mirándome con sospecha.

—Si vienes a reclamarme por asuntos de la oficina, te cierro la puerta.

—Sera… —digo con voz diplomática, casi seductora, casi criminal— ¿qué te parecería… ganar algo de dinero extra?

Ella abre la puerta tan rápido que casi se descarrila.

—¿Cuánto?

—Depende.

—¿Depende de qué?

Me aclaré la garganta

—Necesito… que vengas conmigo mañana.

Ella abre los ojos como si le hubiera dicho que nos casábamos mañana y acto siguiente se rió en mi cara.

—¿Qué?

—A la gala.

—JA. No.

—Sera, por favor.

—Gabriel, ni loca voy a meterme en tus dramas sociales ni laborales. Además, tengo trabajo. Diseñaré media noche como siempre. Tengo un logo que entregar y una vida entera que mantener.

Entonces dije la estupidez que lo cambió todo.

—Adicional, te compro ese sushi costoso que tanto te gusta.

Se quedó quieta.

Peligrosamente quieta.

—…¿del lugar caro? —preguntó despacio.

—Sí.

—¿Del que trae el salmón que parece mantequilla bendecida?

—Ese mismo.

Se cruzó de brazos, pensando.

Luego suspiró como una mártir y dijo:

—Gabriel… no puedo.

—Agrego pagar tus cuentas —dije sin vergüenza.

—No intentes sobornarme.

—Boletos de avión para ir para Bora, Bora este verano. Con todos los gastos pagos.

—Interesante…pero no estoy convencida…

—Y… —la miré directo— te debo tres favores. No uno. Tres.

Sus ojos se abrieron.

Pude verla caer en mi trampa como si fuera en cámara lenta.

—Tres favores, Seraphine. Y tú decides cuáles.

Ella apretó los labios.

Negó.

Siguió negando.

Pero ya estaba perdida.

—¿Pero por qué es tan importante llevar a alguien? —pregunta Sera, cruzándose de brazos.

—Porque no puedo aparecer solo, Sera. No en ese tipo de eventos.

—¿Y qué pasa si vas solo? ¿Te explotan? ¿Se derrumba un edificio?

—No seas dramática —suspiro—. Es una gala de networking. Los directivos y los inversionistas leen todo. Si llego sin acompañante, asumen cosas.

—¿Qué cosas?

—Que estoy desorganizado. Que no respeto compromisos. Que no tengo estabilidad personal. Que no sé manejar mi imagen pública. Que la firma está pasando por un mal momento. —Se masajea la sien— Es ridículo, pero funciona así.

—¿Todo eso solo por llegar solo?

—Sí. —La miro con frustración auténtica— Más que todo, es porque ya había anunciado que iría con alguien. Ese es el juego. Si vas acompañado, proyectas solidez. Madurez. Equilibrio. Implica que puedes manejar tu vida personal y profesional sin caos y cuando representas una firma, la mitad del trabajo es aparentar que nada te daña.

Sera parpadea, sorprendida por lo crudo del asunto.

—Wow… eso suena a presión innecesaria.

—Bienvenida al mundo elitista corporativo —digo con ironía—. No quiero que empiecen rumores sobre la firma justo cuando estamos negociando contratos nuevos y mucho menos que asuman que no cumplo acuerdos porque terminé mal con quien iba a acompañarme.

—Ah… —Sera asiente lentamente— ya entendí. Es más por la imagen de la empresa que por ti.

—Exacto —Respiro hondo.

—Ya, ya… tiene sentido —dice Sera, un poco más suave—. Aunque sigue siendo absurdo.

—Lo sé —respondo con cansancio— Pero también es la realidad. Por eso necesito a alguien confiable. Alguien que no arme un escándalo, que sepa sonreír, hablar con elegancia y no me deje como un idiota frente a los clientes.

Sera inspiró hondo.

Muy hondo.

Y finalmente:

—…está bien. Iré contigo.

Sonreí.

Una sonrisa tan honesta que incluso yo la sentí rara en mi cara.

Ella me señaló con el dedo.

—Pero queda oficializado aquí mismo que YO no te estoy acompañando como nada más que una amiga. ¿Quedó claro?

—Clarísimo.

—¿Y no habrá escenas, ni nadie de tu círculo inventando cosas, ni tus exes dramáticas buscándome en el baño para pelear?

—No lo permitiré.

—Perfecto.

—Perfecto. —Le tiendo la mano— Entonces quedamos.

Ella me la estrecha sin pensar, dio media vuelta y cerró la puerta.

A los dos segundos volvió a abrirla.

—El sushi lo quiero hoy y el pago de las cuentas también. No me vayas a salir con que lo haces después.

Cerró otra vez.

Yo me quedé ahí parado, mirándola irse, con la sensación de que acababa de cometer el error más grande y más fantástico del mes.

1
Nancy Parraga
una mujer que no se valora y permite que un hombre la veo como objeto sexual es deprimente y mal ejemplo para las mujeres
Nancy Parraga
Adelina no se respeta ese hombre la he dicho tantas veces que no tienen nada y ella sigue de arrastrada
Nancy Parraga
creo que ella estuvo embarazada y perdió al bebé y el idiota la llama madre frustrada que odioso
Nancy Parraga
creo que ella estuvo embarazada y perdió al bebé y el idiota la llama madre frustrada que odioso
Nancy Parraga
no estarán bien hasta que no saquen lo que sea que lesxpaso
Nancy Parraga
es claro que hay un ciclo sin cerrar y algo que no terminan de culminar
Nancy Parraga
por tus miedos la rompiste la dejaste en sus peores momentos y ahora eso se llama cobardía
Nancy Parraga
Que el hijo se escapara y fuera donde Sera no es culpa de ella es tuya por imbécil y ya le jodiste la vida una vez la dejaste y ahora la culpas le pones sobrenombre no la respetas y todavía te crees con derecho a acusar
Nancy Parraga
🤭🤭🍿🎵
Nancy Parraga
Dios dale respiro a la pobre mujer
Nancy Parraga
Por eso es todo el lío creo yo
Nancy Parraga
Creo que algo de ella al parecer no puede tener bebé o perdió cuando estuvo el el cínico de Gabriel
Nancy Parraga
Será podrá ser un desastre pero no es ninguna mustia como el idiota de Gabriel
Nancy Parraga
Gabriel alejate no le hagas mas daño por qué aquí tu eres el único desastre en la vida de Sera
Nancy Parraga
Todas creen que Sera esta loca, pero no es así, es Gabriel que sabiendo lo que ocultan el es el culpable por qué la provoca si el sabe que el fallo como ex hasta por respeto si aún entre ellos hay tensión debe de ser más precavido y no idiota
Nancy Parraga
Sera alejate de tu ex ya has experimentado su egoísmo por qué te gusta torturarte
Nancy Parraga
Gabriel es un idiota de primera
💞Agustina Intriago 💕🌙
Creo que ellos tienen mucho dolor hasta resentimiento en uno al otro creo que necesitan una buena charla o un psicólogo para que superen todo lo que vivieron y no resolvieron
💞Agustina Intriago 💕🌙
Creo que ya bastante daño le ha hecho a Sera para que ella tenga que aguantar a semejante idiota, cínico descarado
💞Agustina Intriago 💕🌙
No hay hombre más cínico que Gabriel, el es el responsable es su hijo y va a reclamar cuando el no tiene derecho ni autoridad moral para reclamos
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play