El Beso De La Bestia

Xander estaba por perder la cordura, quería alejar a Titania de las garras de Arthur, pero en ese momento  fueron interrumpidos por Oswaldo, el beta del Rey.

— Debemos ir al refugio ahí estarán a salvo —dijo Oswaldo, sin darse cuenta del ambiente.

—Gracias—habló Áine sonrisa — Vamos, Xander. —Ordeno con suavidad.

Para Áine, ver a Titania de tal manera no le molestaba, al contrario le agradaba la idea de que su hermana estuviera experimentado de algo que a ambas se les había negado estando en el reino de las hadas.

Arthur se aferro más a Titania, no pensaba soltarla por nada del mundo, sus dedos se hundieron en su piel de manera posesiva.

Titania se sentía aun mareada por lo que paso en la habitación, ella fue quien inicio esta vez, se atrevió a besar al posesivo y asqueroso, pero jodidamente sexy alfa. Su cuerpo seguía traicionándola de la peor manera, aunque ya había decidido jugar al mismo juego que Arthur se sentía temerosa de lo que pasaría.

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Al llegar al refugio, notaron que no era simplemente un refugió, era una fortaleza con tecnología avanzada, habían enormes pantallas que mostraban diferentes puntos de la capital.

—Continúen con la evacuación, escuadrón de ataque no permitan que el enemigo penetre la ciudad —ordeno Noah, sin dejar de mirar las pantallas, su prioridad de momento era poner a salvo a los habitantes.

Se percato de la llegada de las hadas, era la primera vez que se encontraban y por supuesto notó como el alfa nómada seguía aferrando a él a una de ellas.

—Majestad, hemos ubicado la horda de Bestias —dijo Liam, ampliando la pantalla donde se encontraban las bestias.

Arthur dirigió su mirada a dicha pantalla, frunció el ceño al ver que se encontraban justo en la cascada que a Titania le gustaba visitar, pero su mirada recorría cada punto que la pantalla mostraba, podía sentirlo, aquel diferente ser, pero no estaba allí con esas bestias en la cascada

—Son una simple distracción esas bestias. —habló Arthur  y sin soltar a Titania se acercó al Rey de reyes quien presto atención — Entre ellos hay un ser diferente, pero se mantiene alejadas de ellas. —continuó.

Noah entrecerró la mirada ante las palabras de Arthur, no entendía como es que el Alfa podía saber aquello, aunque ya había leído el informe obtenido de Fabián Denaro, sobre las habilidades  que poseía y que no se guiaba simplemente de su olfato, era demasiado ilógico lo que ahora decía.

Pensaba en si darle la razón o simplemente ignorarlo, no sabía que decisión tomar, hasta que se conecto en un enlace sorpresa y escucho una noble, pero autoritaria voz en su mente.

—El Alfa Nómada, es la clave.

Esas fueron las simples palabras a las que Noah creía firmemente, después de todo, ella era alguien tan poderosa, una de las cuatro lobas de una antigua profecía, pero lo más importante es que ella es, la representante de la Diosa luna en la tierra.

—Hazte cargo, Liam —ordenó Noah sin titubear.

Liam entendió sus palabras, de inmediato empezó a buscar en la pantalla, cada rincón de la ciudad a aquel ser enemigo de que Arthur hablaba, pero era más difícil de lo que pensaron, a pesar de la tecnología no lograban encontrar a ese enemigo, estaba ocultándose perfectamente o simplemente no existía.

Noah se mantenía calmado sin despejar la mirada de las cámaras, confiaba en sus hombres que podrían controlar el ataque, pero era un momento difícil para él, estar ahí dirigiendo sin poder intervenir. En ese momento, sintió un aroma que a pesar de tantos años seguía fascinándole, giró su mirada hacía Varek quien acababa de llegar.

— Disculpe la demora, majestad  —dijo Varek haciendo una reverencia.

— ¿Evacuaste el personal del palacio al refugio? —preguntó Noah, sabiendo que eso es lo que Varek hizo antes de dirigirse al refugió

—Sí, el palacio fue evacuado totalmente —respondió Varek, con su mirada fija en su rey de reyes.

Noah asintió y dirigió de nuevo su mirada a las pantallas, esperando encontrar a ese ser poderoso

—No encuentro nada, majestad —soltó Liam, resignado. Sintiéndose frustrado por no haber obtenido nada.

—Sabe esconderse —susurró Arthur con una leve sonrisa.

Sabía que ese ser estaba ocultándose, burlándose de ellos, por lo que no podía permitir que siguiera así, pero en ese lugar no podía él encontrar a su presa.

—Tengo que salir aquí —dijo con firmeza.

Noah lo miró con seriedad

—Es peligroso —Dijo de inmediato el Beta

—No me importa, se que está ahí, pero este suelo metálico no me deja encontraron —replicó Arthur controlando su enojo —. Necesito contacto con tierra firme.

Noah suspiró, las palabras de la Reina suprema seguían en su mente, debía acceder y dejar que el alfa nómada se moviera por su cuenta, todo dependería de él.

—Okay, iré contigo —dijo Noah dejando a todos sorprendidos.

—¡Majestad! —Liam y Oswaldo dijeron al unisonó, no podían permitir que su rey se arriesgara

—Déjeme ir a mí, usted es el rey, no podemos simplemente dejar que se arriesgue —intervino Varek con seriedad, en el fondo preocupado de dejar a su rey ir solo

Noah puso los ojos en blanco, llevaba más de quince años siendo el Rey de Reyes y seguían tratándolo como si fuera un simple novato, eso lo frustraba normalmente, sentía que no confiaban en él y en sus habilidades.

- Ya di una orden\, ustedes tres se quedan aquí dirigiendo todo –  Miro a cada uno de sus subordinados.

Noah, decidió que ignoraría sus protestas,  su mirada se centro en Varek, era diferente, había algo entre ellos un secreto que no le agradaba a Noah, pero había simplemente accedido por decisión de Varek.  Para él era algo tan molesto, tantos años sin poder decirle al mundo que él ya tenía a su pareja destinada, que la Diosa Luna así lo decidió y él quería ser feliz a su lado.

Arthur soltó a Titania. Ella se sintió incómoda, un vacío crecía en su interior y le dirigió su mirada.

Él la miro por unos segundos y sus ojos oscuros brillaban desesperadamente en deseo, ante aquellos ojos verdes cristalinos.

—Cuando regrese, terminaré de cobrar mi recompensa —dijo Arthur.

Titania sintió un escalofríos al escuchar esas palabras en su mente, todo fue mediante un enlace que Arthur había hecho con ella.

Arthur y Noah se marcharon, dejando a todos preocupados y silenciosos en aquel refugió

Varek mantenía sus puños apretados, estaba furioso por haber permitido que su rey se fuera así nada más.

—Oswaldo mantén un enlace directo con el rey, Liam no lo pierdas en las cámaras. —ordenó Varek con autoridad ante la ausencia del rey.

Oswaldo y Liam, aunque fuera Beta y Gamma del rey de reyes, obedecían sin titubear las ordenes de Varek, él había estado muchos años con su rey y sabían de la gran confianza que había entre Varek y Noah.

Xander observaba a Titania con frialdad, la ira seguía recorriendo todo su ser, quería cuestionarla, exigirle que le dijera todo, saber hasta donde había llegado con aquel lobo Alfa.

Titania seguía aturdida, sin entender totalmente lo que pasaba, lo sucedido en la recamara, el ataque repentino y ese enlace de Arthur antes de irse, hacían que su cabeza fuera un torbellino incontrolable, el miedo y deseo se apoderaban de ella.

Aine era la más tranquila de todos, se movía de un lado a otro sin dejar de observar las cámaras, como si estuviera buscando algo, o mejor dicho a alguien, su corazón empezaba a latir con fuerza, algo quería decirle sin lograr descifrar lo que era, pero podía sentir que fuera lo que fuera, era algo que cambiaría totalmente su destino.

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El rey de las bestias se mantenía oculto entre las sombras de la noche, a pesar de que había luna, su presencia era muy débil y paneas visible, él sabía que los lobos no serían una amenaza en esa noche. Tenía la ventaja total.

—El tiempo corre muy lento está nochee —susurró aquel hombre, con su ronca voz,  tenía cabellos castaños oscuros y ojos claros, como hermosas avellanas que mostraban una energía terrible, era una bestia sedienta de de sangre .

Se detuvo en seco en la oscuridad, su corazón latía con fuerza, algo, alguien estaba llamándole,  sentía una extraña conexión violenta que hacía que su cuerpo reaccionara por si solo.

Nunca antes se había sentido así y eso lo enfurecía, era algo que no se podía permtir.

No se dejaría vencer por esa conexión, él era el Rey de las Bestias, tenía un deber que cumplir, destruir a las hadas y liberar a Némesis.