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Ángeles Y Demonios 2 La Sombra De La Verdad

Ángeles Y Demonios 2 La Sombra De La Verdad

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños / Reencuentro / Villana
Popularitas:9k
Nilai: 5
nombre de autor: Dane Benitez

Aun cuando los años pasen como un río imparable, la verdad se abre paso como un rayo de luz entre la tormenta, para revelar lo que se creía sepultado en las profundidades del silencio.

Así recaería, con el peso de una tormenta anunciada, la sombra de la verdad sobre la familia Al Jaramane Hilton. Enemigos de antaño, armados con secretos y rencores, volverían a tambalear la paz aparentemente inquebrantable de este sagrado linaje, intentando desenterrar uno de los misterios más sagrados guardados con celo... Desatando así una nueva guerra entre el futuro y el pasado de los nuevos integrantes de este núcleo familiar.

Aithana, Aimara, Alexa y Axel, sobre todo en la de este último, donde la tormenta haría mayor daño.

🌹🖤

NovelToon tiene autorización de Dane Benitez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 16

Narrador Omnisciente

La pelinegra seguía en shock, sin entender aquel mensaje, pero rápidamente recordó las palabras de su padre.

—¿Está todo bien, mi amor? —preguntó Axel al otro lado de la línea cuando ella le llamó.

—¿Volverás a casa pronto? —inquirió la chica, temblando ligeramente.

—Dime qué ocurre —insistió él, con tono lleno de preocupación—. No estoy cerca de casa ahora mismo, pero si es urgente, llegaré en tiempo récord.

—He recibido un mensaje un poco raro, papá —respondió Alexa, sintiendo cómo la inquietud se apoderaba de ella.

Axel iba conduciendo hacia la casa de sus padres, y lo que le dijo su hija lo hizo frenar el auto en medio de la autopista, el sonido de los frenos resonó en el aire.

—Escúchame bien, Alexa —soltó con firmeza—. Le darás tu móvil a Oziel, no le dirás nada a tu madre y no se te ocurra salir de casa.

—De acuerdo, papá —asintió ella, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

La pelinegra hizo justo lo que su padre le dijo. Después de entregar el móvil al guardia, regresó a su habitación, con la incertidumbre en su mente sobre lo que significaba aquel mensaje de texto y la razón detrás de todo lo que estaba ocurriendo en su familia.

Alexa se metió en la cama con un libro entre las manos, intentando calmar así su preocupación hasta que llegara su padre. Las palabras del mensaje resonaban en su mente, y la ansiedad crecía con cada segundo que pasaba.

Mientras tanto, el McLaren gris de Axel sacaba humo en la carretera mientras él pisaba el acelerador, decidido a llegar rápido a donde se encontraría con Jhirot y los guardias. La estructura, un poco añejada por fuera, pero jodidamente lujosa por dentro, funcionaba como la bodega de Jhirot, un hombre que, aunque había dejado atrás su vida en el bajo mundo, seguía teniendo influencia.

El auto se detuvo frente al lugar y rápidamente fue llevado al estacionamiento. Axel se apresuró a entrar, ya que en el lugar estaban los guardias junto a su amigo.

—¿Quién diablos ha sido? —preguntó al llegar, su voz cargada de tensión.

—Han usado un chip desechable, Axel —le informó Jhirot, su expresión era grave—. Pero es una amenaza directa, hermano.

Axel tomó el teléfono de su hija y leyó el mensaje. La rabia se apoderó de él; odiaba sentirse acorralado y que su familia estuviera en peligro.

—Hay que reforzar la seguridad —ordenó mientras guardaba de nuevo el móvil.

—Ya me he encargado de eso —apuntó Jhirot—. He puesto cámaras de vigilancia en todos lados a los que recurren los chicos, y justo ahora mis hombres están equipando sus autos con todo lo necesario.

—¿Qué medidas crees que deba tomar para con Alexa? —preguntó el hombre de ojos oscuros, su preocupación era tan palpable que atocigaba.

—Seguirá su vida tal cual, Axel, solo que sabremos hasta cuántas veces respira y quién se mueve cerca de ella y quién no —dijo Jhirot, y Axel entendió lo que su amigo quería decir.

—Gracias, hermano.

—No tienes que agradecer, eso hace la familia: se cuida entre sí.

Axel le dio una palmada en la espalda a Jhirot, quien se volvió a alejar con Isaac. Axel sentía una presión crecer en su cuerpo; en el fondo, sentía que algo se avecinaba, algo que cambiaría el curso que había tenido la vida de su familia.

Los guardias que allí estaban terminaron de explicarle los nuevos sistemas de seguridad que habían instalado para cada uno de sus hijos. Literalmente, estaban siendo vigilados silenciosamente por un grupo de guardias, además de los dos que acompañaban a cada uno de ellos.

♡♡♡

En el interior de una oscura habitación, un hombre de ojos claros, que caminaba con un bastón para apoyarse, estaba a punto de comenzar a hacer que la familia Al Jaramane entrara en zozobra. Pero a diferencia del enemigo que ya había comenzado a enviar amenazas, este no iba por Anna; su objetivo era claro.

Acabar con Axel Al Jaramane, el patriarca de la familia, hacerlo llorar sangre al quedarse sin nada, y no se refería a lo material, sino a lo que sabía que el hombre más amaba: sus hijos, o mejor dicho, sus hijas y su sobrino.

—Me pagarás todo lo que he tenido que pasar todos estos años, Axel —sentenció el hombre, mirando con odio la foto que tenía sobre la pared—. Tú sí te irás al infierno.

Ya no solo se trataba de un enemigo; eran dos, y el que se unieran con el mismo fin aún era una posibilidad que no se podía descartar, menos cuando los dos tenían el mismo medio para atacar.

Axel, Aithana, Aimara y Alexa.

...

Era la hora de la cena ya para cuando Axel regresó a su casa después de estar todo el día fuera buscando junto a Jhirot la manera de dar con el responsable de las amenazas dadas a su familia hasta ahora.

Sin embargo, había algo que jugaba en su contra, y era creer que ese primer enemigo estaba lejos de ellos, cuando la verdad era otra.

Al terminar la cena, Axel subió a la habitación de su hija, quien escuchó atentamente las indicaciones que le daba su padre. Ella asintió intentando mantenerse serena, no quería que su padre notara que eso la angustiaba y así agregarle más peso a su carga.

—Pasa buenas noches, cariño —le dijo él mientras se inclinaba y dejaba un beso en su frente.

—Sé que todo estará bien, papá —soltó la pelinegra.

—Yo me aseguraré de ello, mi amor.

El hombre salió, cerrando la puerta detrás de sí, intentando convencerse de lo que le acababa de decir a su hija, pues para él la seguridad de los suyos era lo más importante, en especial la de sus hijos.

Los días pasaron, ya Alexa podía volver a clases. Cuando Axel la dejó en la entrada del instituto, le hizo prometer que evitaría lo máximo posible no meterse en líos y ella le había asegurado que así sería.

La chica bajó del auto y, al pasar por frente al grupo de chicas donde estaba Skay, esta de obligatorio a ignorarla, ya que la otra hizo un comentario en modo de burla hacia ella.

—Cero peleas, Alexa —se repetía a sí misma mientras se dirigía al salón de clases.

—¡Oye tú! —gritaron desde atrás—. ¿Cómo te fue en tus días de suspensión? —preguntó Skay apareciendo seguida de otro grupo pesado de chicas.

La pelinegra volvió a ignorarla, pero la otra corrió hasta ella y la tomó del brazo haciendo que Alexa girara con brusquedad, clavando sus ojos claros en los de la otra.

—¡He dicho que no quiero problemas contigo, joder! —espetó ella con enojo mientras se liberaba del agarre—. No deseo volver a romperte la nariz.

—¡Idiota! —le gritó enfadada la otra chica cuando la pelinegra siguió su camino a la entrada del edificio.

...

Los días pasaron y las medidas de seguridad seguían siendo cuidadas meticulosamente.

Anna estaba un poco más tranquila, Axel por su parte sentía la presión crecer cada vez más, estaba atento a cualquier detalle y se pasaba la mayor parte del tiempo investigando con Jhirot quién podría ser el posible responsable.

Aunque el mensaje era una amenaza directa contra Alexa, él no había dejado de vigilar a los otros ni un solo segundo.

Desde el último lugar de la fila en aquel salón de clases, un chico de cabello oscuro, ojos grises, miraba con fastidio en dirección a la ventanilla del aula.

Mientras que el resto de los alumnos, en su mayoría, prestaban atención a la clase dada por el profesor.

—¿Hay algo que le interese allí fuera más que mi clase, Montalvo? —preguntó con voz firme el sujeto de camisa de lana y gafas que estaba impartiendo la clase.

—¿Quiere una respuesta con sinceridad o educación? —espetó entonces el joven. No le interesaba la clase no porque fuera mal alumno, sino porque era algo que le aburría al ya saberlo. Solo asistía a clases para cumplir la fachada de su familia en la nueva ciudad.

—¿Disculpe? —preguntó el hombre de gafas ofendido.

—En pocas palabras, le ha dicho que no le agrada su clase —soltó la pelinegra de ojos azules con una sonrisa.

—Y por lo que veo a usted tampoco, señorita Alexa, así que háganme el favor los dos de salirse del salón —gruñó el hombre enojado.

—Pero...

—Pero nada —la cortó él—. Háganme el favor de irse de mi clase antes de que los lleve a dirección.

El chico con sudadera oscura se levantó y se dirigió a la puerta mientras que, refunfuñando, Alexa hacía lo mismo.

—Señor Brown, revise el último ejercicio, las fórmulas están mal —dijo esta con calma mirando el pizarrón, pese a que no prestaba atención a las clases de matemáticas, las entendía de maravilla gracias a su padre y hermano que para ella eran unos dioses.

—¡Fuera de aquí! —gruñó el profesor.

Alexa puso los ojos en blanco y terminó de salir del aula seguida de sus dos guardias que esperaban en un rincón.

—¿Qué hará hasta la próxima clase? —le preguntó el más joven de estos.

—Vamos a la cafetería mientras —dijo ella y se encaminó junto a los dos sujetos robustos hasta la cafetería que era bastante grande y que para esas horas apenas estaba siendo usada.

Luego de que le dieran la bandeja con comida, miró a su alrededor en busca de una mesa cómoda donde sentarse. Sus ojos se detuvieron sobre el chico de antes, ese al que apenas había visto ya que había sido ingresado durante los días que ella estuvo de suspensión.

Con curiosidad, se acercó hasta él confiando en que no habría problemas, total ambos estaban en la misma situación. Con su sonrisa característica y su espíritu coqueto se acercó hasta la mesa donde este estaba.

—¿Puedo sentarme? —preguntó con voz amistosa sin dejar de sonreír. El chico de capucha no levantó la cara hacia ella.

—Puedes largarte —soltó sin más.

—Gracias por ser tan educado —dijo ella con sorna ignorando al chico y sentándose frente a él.

Este alzó la vista enojado, pero cuando sus ojos hicieron contacto con los de ella, algo dentro de él pareció explotar.

—No dije que sí podías sentarte —gruñó él dejando otra vez el sándwich sobre la bandeja.

—Vale, relájate, no soy tan mal compañía, además somos compañeros de clases, cuéntame de ti —soltó la pelinegra como si nada, y es que sí, así era Alexa.

—¿Siempre eres así de insoportable? —preguntó él y ella solo sonrió.

—Supongo que sí —fue lo único que dijo ella sin dejar de sonreír.

Sin decir nada más, el chico volvió a tomar su comida y llevársela a la boca mientras que la pelinegra hacía lo mismo.

—Mi nombre es Alexa y ¿el tuyo? —dijo ella interrumpiendo el silencio.

—Puedes solo callarte y...

El chico alzó la vista hacia ella pero se quedó mudo cuando vio que en la frente de ella el punto rojo estaba bien claro. Fue cuestión de segundos cuando este se abalanzó sobre la mesa llevándola a ella contra el suelo justo cuando la ventana a su espalda reventaba en miles de pedazos con los tiros que impactaron contra ella.

—¿Qué ocurre? —preguntó ella alarmada sin entender nada cuando el chico la tenía aprisionada contra el piso y el estruendo de las balas reventaba en el aire.

—¿Quién diablos eres y por qué quieren matarte? —le preguntó él mientras seguía sobre ella en el suelo cubriéndose con la mesa.

Justo cuando ella estaba por responder, la lluvia de balas tomó fuerza ya que sus guardias atacaban en defensa también hacia la cocina de donde estaban saliendo las balas que querían acabar con ella.

El corazón de Alexa quería salirse de su pecho, mientras que sus tímpanos resonaban con el sonido de las balas impactando contra todo lo que había de por medio; por suerte, eran más cosas materiales.

—¡Joder! —gruñó el chico sin dejarla—. Hay que salir de aquí —le dijo y para cuando Alexa apenas iba a reaccionar, este pasó su brazo por debajo de ella y, aún tirados en el suelo, comenzó a arrastrarse—. Mantente pegada a mí.

Alexa para ese momento sentía todos los nervios al tope al recordar el mensaje que había recibido.

Mientras esta hacía caso al chico que la sostenía y se movía con una agilidad sorprendente, los guardias de ella y los intrusos se debatían en un duelo de balas, que como resultado lo único que dejaba era mesas agujereadas, cristales rotos y olor a pólvora esparcidos por todo el lugar.

Los ojos azules de la chica comenzaron a llenarse de lágrimas al pensar en que si le disparaban a ella jamás volvería a ver a su familia.

—No llores —dijo este al darse cuenta—. Te ayudaré a salir de aquí.

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Valauma Regaleria
asi termina
loli Gomez
bueno¿ está es mujer es? multipropósito, pediatra, médico general, cirujano
Yanitza Aguirre
Bueno, bueno, esperemos que está mujer no sea una de los malos. gracias
Yanitza Aguirre
Gracias va muy interesante
loli Gomez
🤔🤔🤔será Adriel ? imposible
loli Gomez
será hermano de Axel
loli Gomez
🫣🫣🫣🫣🫣 Jesús María y José comenzaron con la chiquita de papá
SORANGEL 💓✨
Gracias por retomar nuevamente la escritura., desconozco por lo que hayas pasado para abandonar temporalmente, pero retomaste con fuerza. bienvenid@ nuevamente y espero que sigas dando lo mejor de tí, así co.o en tus obras anteriores 👏
loli Gomez
Ouch ! Troya el enemigo oculto
Yanitza Aguirre
Gracias ☺️ me encanta 😊 está buena, buenísima 🤭
Yanitza Aguirre
Hola! y gracias por actualizar. Alex y Alexa deberían contarle al papá la pelea que tuvo en el colegio. Creo que el papá de la niña es el chico que la mamá desprecio en dos oportunidades. Ese sería uno de los enemigos
loli Gomez
de paso es el Troya el enemigo oculto 🤦
loli Gomez
es porque es hermoso, precioso y Divinooooooooo
loli Gomez
pobrecita y no tiene plata para el taxi 😡
Yanitza Aguirre
Vas muy bien 😊 me encanta. Como todo ser humano tienes ocupaciones y quizás problemas, Dios te de la sabiduría y fuerza para seguir adelante. Esperamos por ti
Yanitza Aguirre
Está muy bonita e interesante la historia 😊 gracias por querer compartir tu talento para la escritura con nosotras...
Gisele Silva
EXCELENTE!
catalina vera
Más capitulosss está muy buena
Marta Elena Cifuentes Lagos
No demores mucho en subir más capítulos xfavor
Marta Elena Cifuentes Lagos
El q les mando los anónimos tiene q ser el q molestaba a Ana en la universidad
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