La Luz De Mis Ojos

Después de un rato, bajaron los demás chicos, riéndose entre ellos, haciendo ruido como si nada hubiera pasado. Y, por supuesto, detrás de ellos... Carla. Venía con ese paso seguro, casi calculado, y con una sonrisa apenas disimulada. Como si tuviera algo que probar. Como si la casa fuera su escenario y nosotros, el público.

En cuanto entró al comedor y vio a Ethan sentado a mi lado, su expresión cambió. Fue rápido, apenas un segundo. Pero lo noté. Esa forma en que sus ojos se entrecerraron levemente, el gesto sutil de su boca tensándose. Me imaginé el show que estaba por empezar, como si ya hubiera leído ese guion antes. Suspiré bajito. Ya me lo imaginaba: su voz falsa dulzura, su tono pasivo-agresivo, y las miradas que disparaba como cuchillos bien dirigidos.

— Vaya, qué mesa más… acogedora —comentó con una sonrisa falsa mientras se sentaba justo frente a nosotros.

Los chicos, ajenos o simplemente acostumbrados, seguían hablando de cualquier cosa: música, planes para la noche, incluso de la resaca de john . Yo solo me concentraba en terminar de secar mis manos con el trapo, sin darle más atención de la necesaria.

—¿Quién hizo la comida? —preguntó Carla, mirando los platos vacíos con desdén—. Huele… casero.

—La hice yo —respondí sin alzar la voz, pero con firmeza.

— Qué detalle —dijo Carla, su voz dulce como miel, pero con filo—. Aunque… no sabía que ahora te encargabas también del servicio.

Ethan no dijo nada. Solo bajó la vista otra vez, como si su mente estuviera a kilómetros de distancia. Y por un segundo, desee que lo dijera. Que la frenara. Que dijera algo. Pero no lo hizo. Así que solo me limité a respirar hondo y quedarme ahí, con la espalda recta y la dignidad intacta. Porque si algo había aprendido, era que no todo el mundo sabía quedarse… pero yo sí sabía cuándo no debía ceder terreno. Levanté la mirada. Sonreí, despacio, pero no por cortesía. Por control.

— No es servicio, Carla. Es sentido común. Algo que suele perderse cuando una está demasiado ocupada armando escenas en vez de ayudar.

Los chicos se quedaron en silencio de golpe, como si alguien hubiera apagado la música de fondo. Incluso Ethan alzó la cabeza, sorprendido. Carla me miró con una ceja levantada, como si no esperara que yo respondiera. Como si pensara que yo seguiría en silencio, como siempre.

—Vaya —soltó, con una risa incrédula—. ¿Tú y yo vamos a hacer esto ahora?

—No, tú estás haciendo esto —respondí, dejando el trapo sobre la mesa con calma—. Porque no soportás no ser el centro, ni siquiera cuando apareces después de semanas como si nada. Y sí, hice la comida, limpié toda la casa y estuve aquí mientras él… —lo miré brevemente— lidiaba contigo.

Carla entrecerró los ojos, con esa expresión que usaba cuando se sentía descubierta pero no quería perder el control.

—¿Te creés muy importante por eso?

Me acerqué un poco, sin levantar la voz. No hacía falta. —No me creo nada. __ Pero no necesitás estar en pareja con alguien para ser útil, leal o presente. __Eso se llama estar. __ Algo que tú pareces olvidar cada vez que no todo gira a tu alrededor.

El silencio fue espeso. El aire, denso. Uno de los chicos carraspeó incómodo. Carla se levantó de la silla, pero no dijo nada más. Solo me miró con una mezcla de rabia y sorpresa, y salió del comedor. Ethan no habló. Únicamente me miró. Y en sus ojos, por fin, vi algo más que duda. Respiré hondo, recogí mi plato vacío con calma, como si nada hubiera pasado, y sin mirar a nadie más, me dirigí a la cocina. Sentía las miradas sobre mí, pero no me pesaban. No está vez. Lavé el plato con movimientos lentos, respirando, controlando la adrenalina que todavía me corría por el pecho. No estaba enojada. Ni triste. Únicamente harta de callar lo que ya dolía demasiado. Terminé, me sequé las manos, y sin volver al comedor, subí las escaleras. Pero la voz de camila me detuvo en el tercer escalón

___ aurora espera - la miré

___ Sí ... Que pasa - dije mirando a camila

___ ¿ —¿Estás bien? —la miré, buscando entender qué estaba pasando por su cabeza—. Lo que ocurrió , nosotros... eh… —mire a mi hermano. Ethan y yo respiré hondo, y dije—: Estamos apenados, amiga. Discúlpanos. Desde que llegaste, han pasado este tipo de problemas, algo que sé que no provocas.

La mirada de Ethan estaba cargada de culpa, pero al mismo tiempo, buscando que las cosas no se siguieran complicando.

___ Tranquilos, no pasa nada todo está bien - suspire y me gire a seguir subiendo las escaleras. Cada paso era una forma de soltar. No necesitaba explicaciones, ni validaciones. Mucho menos disculpas. Llegué a la habitación, cerré la puerta detrás de mí y me dejé caer en la cama. El nudo en el estómago seguía ahí, pero ahora no era de impotencia. Era de fuerza. Había dicho lo que tenía que decir. Me abracé las piernas y apoyé la frente sobre las rodillas. Afuera, todo seguía igual.

ETHAN :

Me quedé quieto, frizao hasta los huesos mirando como aurora subía cada escalón , sin saber ni qué decir ni qué hacer. To’ el mundo mirándome como si yo fuera el culpable, No aguantaba más, mano. Imité lo que hizo Aurora, subí pa' mi habitación. Al llegar, me tiré en la cama, con las manos en la cara, sintiendo cómo todo me aplastaba. No sé cuántos segundos pasaron, pero escuché que alguien tocaba la puerta. No quería abrir, no quería saber na' de nadie. Pero entonces escuché que tocaron con más fuerza, como si me estuvieran llamando a gritos.

Suspiré, me levanté y fui a abrir. Y era Carlos.

___ ¿Puedo pasar, mano? —me miró con esa mirada que siempre tiene cuando algo está raro.

___Sí... —dije, haciéndome a un lado pa’ que pasara. No sabía si quería hablar, pero algo me decía que ya no podía quedarme callao. Lo mire y dije __ por qué, desde que llegó Aurora, tiene que haber un maldito revolú entre ella, Carla y Catalina.

___Y yo qué voy a saber, bro… Contesto mirandome ___ Si parece que esas tres están jugando un juego que ni tu hermana entiende las reglas - me miro ___ Cada vez que se ven, es como si el aire se cortara con un cuchillo. ___ Tú lo sientes, esa tensión bien cabrona que te hace sudar frío aunque estés en un cuarto con aire.

___ Yo solo quiero que carla me hable claro si no que me dejen en paz ella y su hermana - mire a carlos ___ ¿tú me entiendes?. Siempre hay un careo, un comentario pasivo-agresivo, una mirada que dice mil cosas sin hablar.

____ mano debe haber una solución - me miro

___ No se , mano ... Yo a veces me pregunto si todo esto vale la pena, de verdad. Porque, mira, Carla es mi jeva, ¿verdad? , pero últimamente las cosas ya no son igual . Y Catalina… diablo, Catalina actúa como si fuera la guardia del amor ajeno. Siempre lista pa’ tirarle a Aurora cualquier cosa, como si tuviera una agenda personal. Y Aurora… ella no dice mucho, pero su presencia sola revienta todo. Es como si llegara con un aura que las otras no pueden soportar. Te habla claro, directo, con esa mirada que te traspasa, y ahí es donde todo se va al garete.

___ en eso tienes razón mano, lo he visto ... El otro día, estaban en la sala, y bastó con que Aurora dijera “buenas” pa’ que Carla frunciera la cara como si le hubieran echado limón en los ojos. Y Catalina, como siempre, tirando indirectas bien disfrazás, pero Aurora no es boba. Le contestó tan frío y elegante que hasta yo me quedé seco.

___ Mira, Carlos … yo no sé qué carajo está pasando. Siento que estoy en medio de un campo de batalla sin chaleco ni casco. Todo el mundo peleando y yo ni sé por qué. Dije caminando de un lado a otro en el cuarto, con las manos en la cabeza. Carlos está sentado en la cama, mirándome con cara de “¿vas a soltarlo ya o qué?”)

__ Desde que acepte que camila trajera a su amiga aquí ... Todo se jodió. Carla está que no puede ni verla, Catalina se le pega como si fuera su sombra pa’ vigilarla, y yo… yo estoy atrapao en el medio. Como si cada paso que doy fuera un error. Carlos me mira, serio, sin interrumpir.

__ Y lo peor es que… yo no sé qué siento. Aurora me revuelve cosas, Carlos . No te voy a mentir. Pero yo estoy con Carla. Y desde hace 7 meses atras ya nada es igual. En cambio con Aurora… es como si todo fuera más real, ¿me entiendes? Como si no tuviera que fingir ni medir cada palabra. Con ella puedo estar callao y aún así sentir que estamos hablando. Es una cosa bien loca, mano… como si el tiempo se detuviera cuando ella está cerca, pero a la vez me acelera el pecho.

—¿Y tú crees que puedes seguir así, Ethan? Porque si no vas a decidir nada, todos van a seguir en guerra y tú vas a seguir jodido.

—Es que tengo miedo de romper algo… o a alguien. Pero también me estoy rompiendo yo.

___ carlos se levanta de la cama, lo mira con los brazos cruzados y dice . __ Mira, Ethan… tú estás bien al garete, en serio. Te estás dejando comer por el drama y no haces na'. Y lo sabes, no me pongas esa carita de cachorro perdido.

— Carlos , es que esto me tiene loco, mano. No es tan fácil como tú piensas.- Suspire frontandome la cara

¡___ ¿No es fácil?! ¿Y tú crees que quedarte callao’ y dejar que carla le forme problema a esa pobre chica que no hace si no tres malditas semanas que llego aqui , por ser la mejor amiga de tu hermana , solo por tu atención es mejor opción? Papi, tú no eres un trofeo pa’ que se lo estén peleando, pero tampoco puedes quedarte ahí mirando como si tú no tuvieras que ver na’. - Le apunte con el dedo, con voz más suave pero firme ___ Yo te conozco, Ethan. Tú no eres malo, pero a veces te haces el loco pa’ no cargar con la culpa. Pero ya es hora de que hables claro. ¿Qué tú sientes por Aurora? ¿Y por Carla? ¿Qué vas a hacer?

___ No lo sé… Carlos. Con Carla ya nada es igual, loco. Todo es una mierda. Discutimos por to’, no .… es como si estuviéramos juntos por costumbre, ¿me entiendes? - Suspirr pasandome las manos por la cara —Pero con Aurora… siento que despierto, mano. Como si alguien me prendiera una luz por dentro. No tengo que esforzarme pa' ser alguien que no soy, no tengo que explicar na’. Ella solo... me ve. - Carlos me escucha en silencio, con las cejas medio levantás. ___Pero entonces está Camila. ¿Qué carajo va a pensar si se entera que me gusta su mejor amiga? ¡Su mejor amiga, bro! Esa es su hermana de la vida. Me mata. Literal, me mata. O me deja de hablar por el resto de los siglos.

—Papi… estás metío en un arroz con culo. Pero si eso es lo que tú sientes de verdad, tarde o temprano va a salir. Y cuando salga, más vale que estés claro, porque vas a tener que mirar a Camila a los ojos y decirle la verdad.

—Yo no sé si tengo el valor, mano… pero no puedo seguir en este revolú.

___ Debes hacerlo mano - dije dirigiéndome a la puerta para salir del cuarto - estaremos en la piscina por si vas a salir - sonrió

Miro pa’ la puerta y lo vi… mi pana saliendo del cuarto como si no quisiera estar metido en ese revolú, y honestamente, no lo culpo. Pero no sé… algo me picó por dentro. No podía quedarme ahí trancao como un cobarde. Así que me paré, respiré hondo, y salí tras él.