Pasiones Prohibidas

Mire mi computadora y vi la página de las cámaras, mi respiración se agitó, ¿no se que me sucede?, cuando había tenido la necesidad de vigilar a alguien.

Respire profundamente y un poco indeciso abro las cámaras y ahí estaba ella iba llegando a su apartamento junto a su amiga; Al entrar Zaidymar fue a la pequeña cocina, mientras que su amiga camina a la sala y se tira en el mueble quedando acostada.

Marbel Fiore.

Regresa con dos vasos de agua, uno para la amiga y uno para ella, al ofrecer el vaso de agua se sienta en un mueble individual que está al frente del mueble grande donde se encontraba su amiga, hablan un poco de las ideas para la entrevista que harían en la universidad.

Su amiga dijo dudar de mi llegada ese día.

Ella también dijo que lo dudaba, y que ahora si pensaba que Damian era un hombre poco agraciado y le daba vergüenza salir en público, y eso le daba un poco de tristeza y pena por mi, debido a que los negocios debían ser la única manera de sentirme útil en la vida.

Su amiga dijo que yo debía ser gordo, con grandes lunares, espinillas, lentes y para terminar de joder con el pene pequeño.

Zaidymar estalló en carcajadas del comentario de su amiga y hasta yo sonreí, debido a que ahora si quiero que sepa quien es Damian Dufort, voy a disfrutar de su rostro de sorpresa.

Ella se recompuso del ataque de risa y dijo que no le importaba mi aspecto físico, solo soñaba con algún día conocerme y poder entablar una conversación conmigo acerca de mis proyectos empresariales.

—Si, todos soñamos con eso, y trabajar en una de sus empresas, pero no estaría mal, que fuera tan bello como su vicepresidente, ¿Quien será esa máquina de músculos al lado de Andrés Davis? Seguro otro empresario de esos, difícil de alcanzar, dijo su compañera levantándose del mueble caminando a su habitación.

Andrés Davis.

Zaidymar se quedó un momento sentada sin moverse luego sacó de un bolso que había a un lado, un libro sacado por un periodista que le permití hacerme una entrevista telefónica y pidió permiso a redactar mis palabras en ese libro, acepte sin ningún inconveniente.

Acarició el libro por un momento lo abrazó, se levantó y caminó a su habitación, puso el libro en su mesa de noche,a un lado estaba el pañuelo que le di la noche anterior, rozó con sus dedos el pañuelo, tomó el pañuelo con el diamante en forma de pasiflora, sacó el diamante lo acarició un instante, luego lo coloco a un lado y entro al baño.

Cuando entró al baño me moví donde estaba sentado, presintiendo lo que venía ahora.

Ella empezó a quitarse su vestido y mi incomodidad empezó a crecer, me tocó desabotonar dos botones de mi camisa, debido al calor que mi cuerpo empezó a sentir, moví mi cuello para ambos lados tratando de tomar aire, me acomode mejor y seguí observando.

Ella quito con cautela su vestido, quedando en ropa interior y se veía jodidamente sexi.

Empezó a quitar su sujetador colocándolo a un lado del lavamanos, luego quitó su pequeña panti, se deshizo lentamente de su ropa interior como toda una profesional, dejando un maravilloso cuerpo completamente desnudo.

No podía quitar mi vista de ella, estaba presenciando un hermoso espectáculo digno de disfrutar.

Es perfecta, tiene un hermoso cuerpo color canela, sus senos son redondos y grandes, su abdomen es plano y tonificado, sus caderas son un poco anche dejando que una perfecta forma de guitarra se forme en su cintura.

Sus piernas son gruesas y su trasero redondo.

Era jodidamente sexy y hermosa.

Empecé a tener un problema en mi entrepierna, quise dejar de verla, cerré la computadora.

Mi sangre empezó a hervir esa mujer es un imán que distorsiona mis sentidos, no pude dejar de verla y volví a abrir la computadora y volví a observar.

Entró a la ducha dejando caer el agua a su cuerpo, hecho su cuello a un lado dejando que el agua cayera en sus hombros pasando perfectamente por su cuerpo, en esos momentos quería ser aquella agua que se deleitaba con su cuerpo, ser cada gota que podía conocer cada poros de su piel.

Metió su cabeza al agua permitiendo que su cabellera se mojara, se quedó un instante parada sin moverse, ahí de la misma manera como si estuviera pensando en algo, luego tomó el jabón líquido se unto un poco en sus manos frotándolo, seguido a eso empezó a acariciar sus brazos con delicadeza llegando a sus hombros, se quedó tranquila un instante y luego hizo algo que me dejó fuera de basé.

Empezó a acariciar su seno y a manosearlo, no en forma de bañarse, sino en forma de buscar placer, lo hacía de una manera que me enloqueció.

Mi miembro no aguantaba la presión y la tortura que ella con ese baño estaba creando en mi.

Toqué mi miembro por encima del pantalón acomodando el problema que se me creó y al instante sentí unas ganas de hacer lo mismo que ella hacía, tocar mi piel cómo si fuera ella la que lo hiciera, me acomode mejor quedando inclinado en el mueble y no dejaba de ver la pantalla y de morder mi labio imaginando que eran mis manos las que paseaban por su piel.

Su toque empezó a ser más revelador y su rostro reflejaba placer, en ese momento quería estar en su mente para saber qué estaba pensando esa niña traviesa, para poder estar haciendo lo que estoy viendo.

Pero todo lo que sentía empeoró cuando por sus mojados labios salió una simple palabra “¡Vicenzo!” Gimió.

En ese momento mi ego subió a la cima, en saber que yo era el que estaba en esa mente que empezaba a pervertirse, mi miembro reclamo atención al instante y mis manos empezaron a tener voluntad propia y empecé a quitar la seguridad de la correa para desabotonar mi pantalón, para poder meter mi mano, cuando de repente Andrés entra por la puerta dejándome sentado intentando tapar lo que estaba a punto de realizar