✨ EL DESEO POR RYLER Y LOS LOBOS ALFA ✨
"Cuando el deseo traspasa las barreras de la predestinación, no hay escapatoria. Aunque intentes resistirte, aunque el destino te obligue a huir, terminas cayendo... en sus brazos, en su poder, en su amor o en su condena."
"Soy Ryler Vaspieris, y así fue como conocí a los lobos Alfa.
Draven, Josh y Cauis... mis tesoros o mis verdugos."
🔥 Un amor prohibido, tres almas marcadas y un destino imposible de evitar.
🐺 ¿Hasta dónde llegarías por un deseo que lo consume todo?
➡️ ¿Te atreves a entrar en su mundo?
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Cap 16. Bruja.
Te hallaré.
POV Draven
Regreso a la mansión y, aunque es de madrugada, puedo escuchar los cuchicheos de mi gente.
—¡A sus casas! —grito, y poco a poco se dispersan.
Entro en el despacho y lo primero que hago es buscar un trago, luego otro, y finalmente termino con la botella entera.
Esto me está consumiendo. Sé que no debí actuar así, pero ella se ha convertido en mi demonio personal, en mi tentación...
Tres días. Tres malditos y miserables días he pasado encerrado en mi despacho, sumergido en la penumbra y el hedor del alcohol que impregna el aire a mi alrededor.
Es lo mismo que hice aquella vez, cuando Lyra me abandonó, pero esto es distinto. Ahora, la duda me asalta como un cazador acechando a su presa, y el remordimiento muerde mi conciencia con cada trago que llevo a los labios.
La golpeé. La ira me consumió, y no sé cómo me convertí en un maldito cobarde que terminó lastimándola.
La arrastré como si no fuera más que una intrusa en mi vida, cuando en realidad... ella siempre ha sido mucho más.
La puerta se abre sin previo aviso. Ezra entra sin pedir permiso, con el ceño fruncido y la mandíbula tensa.
—¿Cuánto tiempo planeas seguir en este estado, Draven? —Ezra toma su papel de amigo, no de Beta.
—No es asunto tuyo —gruño, aunque el ardor en mi garganta traiciona la fortaleza de mis palabras.
—Claro que lo es —insiste, cruzando los brazos—. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué maltrataste a esa niña, Ryler? ¿No que la estabas cuidando?
El peso de su nombre me golpea como un puñetazo. Bajo la botella, mis dedos temblando.
—Debía largarse. Es una amenaza —contesto seco, pero firme.
—¿Amenaza? ¿Por qué? ¿Cómo? —pregunta extrañado.
Las palabras salen antes de que pueda detenerlas.
—Me dijo que estaba embarazada.
Ezra parpadea, desconcertado.
—¿Embarazada? ¿Y esa es tu gran amenaza, Draven? ¿Una niña vulnerable y sola?
—¡Quería quedarse con un puesto que no le pertenece! Intentó usurpar el lugar de mi Luna —exploto, dejando caer la botella al suelo con un estruendo—. Es una resbalosa, Ezra. Se acuesta con cualquiera y trató de engañarme, diciéndome que ese hijo era mío para quedarse con el puesto de Luna.
Ezra me mira como si no me reconociera.
—¿Ryler? ¿Una resbalosa? ¿Usurpadora? ¿Eso es lo que piensas?
—¿Qué otra razón tendría para mentir? —susurro entre dientes, aunque incluso para mí suena débil.
—Draven —su voz es grave, cargada de certeza—. Ryler no es esa clase de mujer. Es fiel y seria. Nunca la he visto con nadie más. Si ella estaba embarazada...
Se inclina hacia mí, asegurándose de que no pierda una sola palabra.
—Ese hijo es tuyo.
Las palabras golpean con la fuerza de un huracán, desmoronando cualquier defensa que intenté levantar.
—NO, solo mi compañera podría darme hijos, Ezra. Lo sabes... —intento alegar, pero Ezra deja lugar a dudas.
—Draven, hermano, Ryler nunca estuvo con otro, solo contigo. Lo sabes. ¿Y si ella es tu compañera? ¿Si es lo que tanto anhelas, tu segunda oportunidad? Solo que aún no se ha transformado. Su cumpleaños 16 será en unos meses, ¿no?
Me pongo pálido y mi corazón martillea. No puede ser. No, no pude lastimarla así. No a ella. Ella no podría ser mía. No.
—¿Y si lo es? Pudiste tenerla aquí, sin lastimarla. Sabes que un lobo no puede ocultar a sus hijos; los hueles en su vientre, ¿no? —me dice Ezra, y tiene razón.
Me levanto.
—Tienes razón. Puedes buscarla. La tendré cerca si ella es la madre de mis hijos. Es... —no puedo decirlo.
Ezra sale de inmediato. La manada de Eclipse Salvaje se pone alerta. Dejo el licor y decido asearme. Debo estar sobrio para cuando la encuentren.
Paso las siguientes horas esperándola, pero nada...
Llega el nuevo día y no hay rastro de Ezra ni de mis rastreadores.
Ezra regresa junto al grupo de rastreo.
—Alfa, no pudimos hallar un rastro. Solo esto. —Ezra me muestra la manta con la que la envolví y saqué desnuda, como a una mujerzuela.
Mis ojos se enrojecen.
—¿Nada más?
Ezra niega.
—Ni en el bosque ni en la carretera.
—¿Y en...?
Ezra me interrumpe.
—Alfa, ni en su antiguo hogar en el territorio humano. No hay rastro de esa niña.
Niego y ordeno seguir buscándola. Si Ryler lleva a mi hijo en su vientre, la haré mi Luna y le daré el amor que le he negado. Ella será mi luz, mi nueva oportunidad.
Pero los días pasan, y no hay rastro de ella ni siquiera en el mundo humano. No puedo perdonarme si algo le pasó. Es la portadora de un alfa, y yo fui un maldito cobarde al desterrarla así.
Estoy en territorio de aliados, en una reunión por seguridad, pero me sorprende ver a una vieja mujer. Es una verdadera bruja. No por su apariencia, pues se ve joven, sino por su sabiduría.
—Alfa Supremo, encantada de saludarlo. Felicitaciones, sus hijos serán muy fuertes, ¿como usted?
La observo dudoso.
—¿Mis hijos? ¿Caius y Josh? —pregunto, confundido.
Ella niega, riendo.
—Me refiero a los que están en el vientre de su compañera... son dos, ¿no lo sabía?
No sé si llorar o reír. Mi bruja es mía, mi segunda oportunidad, y ya lleva a mis hijos en su vientre.
Volteo para preguntar más, pero ella ha desaparecido. Mi bruja me dará el regalo más hermoso... dos campeones más.
Sonrío, pero ahora tengo una misión más fuerte.
Debo hallarte, mi bruja. Cuando te tenga, no podrás escapar nunca más de mí.
Pero los días siguen pasando y no hay noticias.
Hago cuentas desde que empezó nuestra relación y ya la imagino con su abultado vientre. Esto me hace sentir como una mierda. Le bloqueé el dinero de sus padres, le quité todo. ¿Qué hará ahora mi chiquilla, trabajar?
El tiempo sigue pasando, y nada. Mi bruja se la comió la tierra. Mis hijos deben estar por nacer. No he tenido el valor de contarle a Caius ni a Josh. Esto me hace un cobarde, y no quiero que ellos me vean así.
Aún guardo esperanzas. La casa está en construcción. Mandé hacerle una habitación digna, más grande y hermosa.
Ahora duermo en la que fue su habitación, donde tantas noches la amé... y la maltraté sin saberlo.
Te encontraré, mi bruja. Te hallaré, y juro no perderte nunca más. Me ganaré tu perdón y seremos una familia, mi chiquilla.
...⋆⋆⋆✾ ⋆✪⋆ ✾ ⋆⋆⋆...
a la fuerzas