El Mafioso Se Robó A La Novia

Carmen entro en donde estaba Mireya, ella quería atormentarla tanto como puediera, quería descargar su frustración en ella,

—eres una idiota—le dijo mientras se apoya en la puerta con una sonrisa perversa,

Mireya solo la mira, no tenía ganas de pelear o discutir ya se sentía demasiado agotada y cansada, había perdido todas las esperanzas de que alguien pudiera rescatarla, pensó que Caesar ya de había olvidado de ella, habían pasado muchos días desde el secuestro y el intento fallido de Caesar en rescatarla,

—¿crees que Lucas te perdonará?, si llegas a tener suerte el te venderá, ojalas te cortará en pedacitos, estoy harta de ti y de que quieras robarte a mí marido—dijo,

Mireya ríe con amargura,

—¿crees que quiero a tú esposo?, el es el que está obsesionado conmigo querida, lamento si a él no le importas no me culpes por eso—respondió Mireya,

Esas palabras desataron la furia de Carmen, que vivia insegura por Mireya,

—¿el obsesionado contigo?, es lo que te gustaría el es mío Mireya, y no voy a dejar que me lo robes—insistió,

Mireya vió que era imposible razonar con Carmen ya que está igual o peor que Lucas, sin dudas son el uno para el otro, Carmen estaba tan furiosa que quería golpeara a Mireya su odio y celos era inmenso,

cuando iba a darle una bofetada para aliviar su enojo Lucas entro enojado,

—¿quien te dio la autorización para que entres?—le pregunto a Carmen, el estaba con el seno fruncido, había visto por la cámara de seguridad que había entrado a la habitación,

Y peor, que tenía intención de golpear a Mireya, esto hizo que vaya con rápido, hizo que terminara una importante te reunión así que estaba furioso,

—nadie me dio autorización, creí que está perra necesitaba una lección—respondió con los brazos cruzados,

—eso no lo decides tu, Mireya es mía de mí propiedad y soy yo quien dice como y cuando será castigada, ahora no vuelvas a entrar sin permiso o te voy a dar un golpe—el la sujeto del brazo y se la llevó fuera,

Carmen salió con lágrimas en los ojos, para ella no era justo que el la defendiera, ¿porque lo hacía si iba a deshacerse de ella?, no tenía sentido Carmen tenía miedo de que al final quiera quedarse con Mireya descartarla a ella y no podía permitir que eso pase si Lucas no hace algo en lo próximos día ella deberá hacer el trabajo sucio,

Este es un punto crítico para Mireya ya que si Caesar no llega por ella en los próximos días su destino sería fatal, ya sea por los celos de Carmen o porque Lucas planes usarla como moneda de cambio en sus negocios,

mientras tanto Caesar ya estaba en el plan de rescate, era un momento crítico y lo sabía bien, esa presión comenzó a causarle frustración,

Caesar observaba el mapa extendido sobre su escritorio, con el ceño fruncido y una expresión que delataba su preocupación Desde que Mireya había desaparecido secuestrada lgo dentro de él no lo dejaba en paz, Las pistas eran pocas, pero suficientes para poder enfrentar a Lucas

Todo comenzó con una llamada de uno de sus hombres de confianza, quien le había informado que Lucas había reforzado la seguridad en su mansión en los últimos días, Además, el nombre de Mireya había surgido en conversaciones clandestinas que indicaban que Lucas planea usar a Mireya como moneda de cambio,

—No puedo esperar más—murmuró Caesar, apretando el puño.

Desde el momento en que conoció a Mireya, Caesar había sentido algo que nunca antes había experimentado, Ella era fuerte, valiente y tenía una luz especial que contrastaba con el oscuro mundo en el que ambos vivían, Saber que estaba en peligro despertaba en él una furia que no podía ignorar,

Caesar sabía que enfrentarse a Lucas no sería fácil, Era un hombre poderoso, con una red de contactos y recursos que podían complicar cualquier intento de rescate, Pero eso no le importaba, Estaba dispuesto a arriesgarlo todo por Mireya,

—¿Qué hacemos, jefe?—preguntó Iván , uno de los hombres más leales de Caesar, entrando en la sala con un dossier en la mano,

—Primero, necesitamos información sólida. Si queremos sacarla de ahí, debemos conocer cada rincón de esa maldita mansión—respondió Caesar, sin apartar la mirada del mapa,

Iván asintió y colocó el dossier sobre la mesa.

—Aquí tienes lo que hemos recopilado hasta ahora, La mansión de Lucas está rodeada por un alto muro de concreto y tiene un sistema de vigilancia sofisticado, Hay guardias patrullando las 24 horas, pero parece que hay un cambio de turno cada seis horas,

Caesar repasó la información, evaluando cada detalle, Cada segundo contaba, y no podía permitirse errores,

—¿Qué hay del personal interno?—preguntó Caesar,

—Hemos identificado a dos empleados que podrían colaborar con nosotros, Una de ellas es una mujer llamada Elisa, que trabaja como encargada de limpieza, Parece que no está de acuerdo con lo que Lucas hace y podría estar dispuesta a ayudarnos,

Caesar asintió, haciendo una nota mental de contactar a Elisa, Cada aliado, por pequeño que fuera, podría marcar la diferencia,

—Bien, Necesitamos trazar un plan claro y eficiente, No podemos actuar por impulso—dijo Caesar, señalando el mapa— Necesitamos identificar puntos débiles en su seguridad, posibles rutas de escape y cualquier otra información que nos dé ventaja,

—Entendido, jefe, También hemos descubierto que Lucas tiene una reunión con uno de sus socios en dos días. Es probable que la seguridad disminuya un poco durante ese tiempo—añadió Iván,

Esa información era crucial,Caesar sabía que las reuniones de Lucas solían ser caóticas y que él prefería concentrarse en sus negocios, lo que significaba que habría menos atención en Mireya,

—Dos días—murmuró Caesar para sí mismo—,Eso nos da tiempo para preparar todo,

Mientras tanto, en la mansión de Lucas, Mireya permanecía en su prisión, luchando por mantener la esperanza. Aunque no lo sabía, Caesar estaba trabajando incansablemente para encontrarla y sacarla de ese infierno,

Con la semilla de la sospecha plantada, Caesar sabía que el camino sería difícil, pero su determinación era inquebrantable, Por más que Lucas intentara controlarlo todo, Caesar estaba dispuesto a demostrar que nadie podía interponerse en su camino,