FEROMONAS DE VENGANZA (EL OMEGA DE LA MAFIA)

Linus bajó del auto y cargó a Kelsey que todavía dormía. Todos los miembros de la familia habían salido, no faltaron las preguntas preocupadas sobre que les había pasado y si el omega estaba bien.

—él está bien, se quedó dormido, tuvimos mucho que hacer y está cansado.

—¿y que les pasó a sus ropas?

—se ensuciaron y tuvimos que cambiarlas. —despues de esa explicación nadie preguntó nada incluso si tenían muchas dudas, la persona que estaba hasta el fondo, y que se notaba realmente furiosa, fingió una expresión angustiante y salió.

—Linus, te estuve llamando y te dejé muchos mensajes ¿por qué no respondías?, estaba muy preocupada

—¿no oíste que estaba ocupado? —el alfa se alejó de la mujer que intentó acercarse para saludarlo, dado que a Kelsey no le gustaba su perfume no quería que se incomodara por ella.

—¿Él es tu primo que ha vivido en el extranjero?, no tuve la oportunidad de conocerlo en su presentación, veo que se llevan muy bien. —el alfa la ignoró y avanzó hacia la casa. Pero ella lo detuvo

—Linus espera, viste mi mensaje, pero no me respondiste, ¿puedes darme una respuesta?

—no he visto mensajes en todo el día, Dai tiene mi teléfono, el debió verlos, si no me comunicó nada es que no era importante ni urgente.

—¿que va a saber ese arrastrado lamebotas lo que es urgente? ¿por qué le das tu teléfono? Nunca sabes que puede hacer la gente como ellos.

—ese arrastrado lamebotas es mi amigo y mano derecha, no vuelvas a referirte a ninguno de ellos de esa forma

—perdón, es que me enoja que no te haya dado mi mensaje... sabes que no le agrado a ninguno de ellos, no te enojes conmigo, yo solo quería invitarte a la fiesta de aniversario de la empresa de mis padres.

—llegó una invitación para la familia, confirmé que iría.

—si, pero yo quiero que vayamos juntos tú y yo, no sé ve bien que el empresario más exitoso vaya solo, ir juntos alejará a las cazadortunas.

—descuida no iré solo, ya tengo acompañante. —el alfa se fue, y ya que la mujer parecía en shock por lo que acababa de oír, no lo detuvo.

Linus dejó a Kelsey en su cama, pero dado que este no lo soltaba se acostó también, dijo que solo sería un momento, pero terminó quedándose dormido mirando al omega y pensando en lo que le había contado.

Casi media hora después, la puerta fue abierta, la persona que entró miró la escena sonrió y se fue. Linus al notar que el intruso se fue, volvió a dormir.

—¿tampoco está aquí? Es el último lugar que nos quedaba por buscar, ¿a dónde fue Linus?

—eso no importa abuela, lo importante es que la bruja de Ivette no lo encontró, ¿vieron su cara cuando mi primo dijo que llevaría a alguien más?, fue épico.

—Eder madura, me preocupa no saber dónde está Linus.

—descuide suegra, mi hijo está descansando, vayamos a dormir también, y estoy de acuerdo en que tener a esa mujer aquí fue insoportable. —Teresa todavía no estaba convencida, pero volvían a sus habitaciones como si nada, ella se quedó pensando y luego entendió lo que su nuera había querido decir.

—(¿significa que Linus está durmiendo en la habitación de Kelsey?, eso no está bien). —entró a la habitación decidida a despertarlos, pero una vez que entró y los vio no pudo decir nada, así que volvió a salir.

—(solo están durmiendo, es otra época y quizás ellos solo se llevan bien). —Se fue a su habitación. El alfa en la habitación estaba algo malhumorado, si Kelsey no lo estuviera abrazando todavía, iría a ponerle seguro a la puerta.

A la mañana siguiente el alfa fue el primero en despertar, tomó el teléfono de la habitación y llamó a la cocina, pidiendo que llevaran el desayuno de Kelsey a la habitación. Sabía que pronto el omega se despertaría, y como la predicción de un profeta, el menor comenzó a despertar minutos después.

—¡ay qué bien dormí! —su expresión de satisfacción cambió por una de asombro cuando vio a la persona a su lado.

—¿Linus por qué estás aquí?... (ahora que lo recuerdo anoche yo abrazaba algo cómodo mientras dormía), ¿yo te estuve abrazando toda la noche?

—si, lo hiciste. —el alfa se levantaba como si nada.

—llamé para que trajeran tu desayuno, puedes descansar más si quieres, no olvides el compromiso de esta noche.

—no lo olvidé y gracias por todo.

—¿por pedir tu desayuno o por servirte de almohada?

—por ambas, perdón por las molestias.

—no me molesta, me voy, tengo que ir a trabajar. —el alfa se fue y Kelsey se quedó regañándose, desayunó y volvió a dormir un rato más.

En la tarde, cuando el alfa volvió la casa estaba en completo silencio, Kelsey no estaba en su habitación ni en ninguno de los lugares habituales donde suele pasar.

—Cris no me informó que Kelsey iba a salir, además mamá dijo que hoy no hiria a ningún lado. —preguntó a una de las empleadas.

—el señor Kelsey y los demás señores están en el spa preparándose para la fiesta. —tras lo dicho por su empleada fue allí.

A excepción de Omar y sus padres, todos se encontraban allí. A las 3 damas les arreglaban el cabello, y Kelsey acaba de aceptar que lavaran el suyo, era relajante y hace mucho no iba a un salon. El alfa pensaba irse y dejarlos en silencio, pero su prima lo vio e invitó a quedarse.

—ni loco. Kelsey ¿estarás listo a tiempo?

—si, solo me lavarán el cabello y es todo.

—ok. —se fue.

—es tan aguafiestas, apuesto a que nunca se relaja.

—no a todas las personas les gustan estas cosas Eloisa, pero si habría sido divertido ponerle una mascarilla.

—¿verdad? aunque dudo que nos dejara tomarle una foto.

—no me gusta el olor de ese shampoo. —el Omega buscó entre los productos en la mesa y eligió uno que tuviera un olor de su agrado.

—me gusta este (huele como el de Linus) —volvió a su lugar para seguir con su rutina.

45 minutos antes de la hora de salida el alfa ya estaba listo, había matado tiempo trabajando un poco, y aunque su fuerte no era esperar no quiso volver a preguntar al omega cuanto le faltaba para estar listo, volvió a su estudio y abrió su computadora para trabajar y poder esperar sin que su mal carácter saliera a flote, unos minutos después la puerta fue abierta por Kelsey.

—me preocupé que hayas esperado mucho, pero pareces muy cómodo.

—solo hacía algo de tiempo, ¿nos vamos?

—yo estoy listo ¿no se nota? —el alfa lo miró nuevamente tuvo que confesarse a sí mismo que se veía espectacular. No por nada Eloisa estuvo presumiendo de los arreglos que le haría a la ropa de Kelsey.

El omega estaba preocupado de que notaran su vientre que cada vez sobresalía un poco más, el atuendo era perfecto, o más bien quién lo usaba lo hacía lucir perfecto, elegante y muy hermoso.

—te ves bien. —aplacó la emoción que sentía por alargarlo de más y trató de sonar lo menos empalagoso posible.

—gracias, es más de lo que creí que dirías... Eloisa es increíble una digna aprendiz de la señora Rafaella. ¿hasta cuándo estarás trabajando?

—ya terminé. —desde que el omega entró él dejó de prestar atención a su trabajo, pero no iba a decirle eso cerró y se levantó caminando hacia él.

—vamonos.

—la señora Rafaella, Eloisa y tú abuela todavía no están listas.

—Eder las llevará, nos iremos primero, no me gusta llegar tarde.

—de acuerdo, por cierto, deja que yo busque el libro, si tu desapareces lo notarán más rápido.

—de acuerdo. Pero ten cuidado y avísame de cualquier problema. —el verdadero motivo de Kelsey para ir, es que mientras hablaban él le había contado al alfa de los libros de cubierta roja y gruesa, este tipo de libros solo se les entregaba a aquellos que en alguna ocasión hayan solicitado los servicios de la mafia sangrienta, o que por lo menos conozca a alguien que los pueda poner en contacto. El omega quería usar la tarjeta de contacto que aparecía ahí, de esa forma traería a esa persona hasta él, además había alguien más en ese lugar con quién podía contar y a quien quería pedirle ayuda.

Linus recordó que había visto un libro de portada roja con el emblema de la familia sangrienta hace años en casa de Ivette, robarian la tarjeta que venía oculta en el libro para usar el usuario y contraseña que aparecía ahí.