Sinopsis:
Reon, un joven aventurero, siempre sintió que su vida tenía un propósito mayor. Cuando descubre un amuleto mágico, es transportado a Elaria, un mundo fantástico lleno de misterios y peligros. Acompañado por una poderosa hechicera, un valiente guerrero, y una astuta ladrona, Reon emprende una épica misión para convertirse en el mejor aventurero y proteger a Elaria de una amenaza oscura. Pero en este nuevo mundo, el mayor desafío será descubrir su verdadero poder y enfrentar su destino.
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Capítulo 17: El Guardián del Fragmento
El rugido de la criatura resonó en la hondonada, llenando el aire con un temblor de puro terror. Reon y Lysandra se enfrentaron al guardián con determinación, sabiendo que esta batalla sería una prueba definitiva para ambos.
El guardián, una monstruosidad de escamas negras y ojos ardientes, se abalanzó sobre ellos con una velocidad sorprendente. Reon esquivó sus garras afiladas, sintiendo el viento cálido y denso que acompañaba cada ataque. Lysandra, por su parte, se movía con una precisión calculada, bloqueando y desarmando los ataques de la bestia con su espada.
Reon se dio cuenta de que no solo debía enfrentarse a la fuerza bruta del guardián, sino también a la oscuridad que emanaba de su cuerpo. La energía oscura parecía absorber la luz y el coraje a su alrededor, creando un campo de desesperanza que trataba de aplastarlos.
"¡Reon, necesitamos coordinar nuestros ataques!" gritó Lysandra, mientras cortaba con habilidad las escamas del guardián que intentaban envolverla.
Reon asintió y concentró su energía en el amuleto, sintiendo cómo su luz interior comenzaba a brillar con mayor intensidad. "¡Voy a crear una apertura! Mantente alerta."
Reon levantó el amuleto hacia el cielo y conjuró una ráfaga de luz que se disparó hacia el guardián. La criatura chilló de dolor mientras la luz atravesaba su oscura piel, revelando un brillo rojizo en su interior. Aprovechando la distracción, Lysandra se lanzó al ataque, sus movimientos ágiles perforando las escamas del monstruo y acercándose al fragmento en el altar.
El guardián, furioso y debilitado, redobló sus esfuerzos. Sus ataques se volvieron más erráticos, pero también más peligrosos. Reon y Lysandra se movían con sincronía, esquivando y atacando mientras mantenían el enfoque en el objetivo.
Finalmente, con un esfuerzo conjunto, Reon y Lysandra lograron derribar al guardián. La bestia rugió una última vez antes de desmoronarse en una niebla oscura que se desvaneció en el aire. Exhaustos pero victoriosos, se acercaron al altar, donde el fragmento del cristal brillaba con una luz tenue y ominosa.
"Lo hemos logrado," dijo Lysandra, su voz llena de alivio y fatiga. "Ahora debemos tomar el fragmento antes de que la oscuridad regrese."
Reon extendió la mano hacia el fragmento, sintiendo una resistencia sutil. A medida que lo tocaba, una ola de energía recorrió su cuerpo, conectándolo con el poder antiguo que había sido guardado en el cristal. La luz del fragmento se intensificó, bañando el lugar en una luminosidad que disipaba la oscuridad circundante.
Selene apareció en el claro, observando con una mezcla de aprobación y enigma. "Habéis demostrado vuestra valía. Este fragmento es ahora vuestro, y con él, un paso más hacia la restauración del equilibrio."
"Gracias," dijo Reon, sosteniendo el fragmento con cuidado. "¿Qué debemos hacer ahora?"
"El fragmento les dará una guía para el siguiente paso en vuestra misión," explicó Selene. "Pero recordad, la oscuridad siempre buscará contrarrestar la luz. Permaneced atentos a los desafíos que se avecinan."
Con el fragmento en mano y un nuevo sentido de propósito, Reon y Lysandra comenzaron su regreso por el bosque. La oscuridad parecía menos opresiva ahora, y la luz del fragmento proporcionaba una guía clara para su camino.
Mientras se adentraban en el bosque hacia la salida, Reon sintió una renovada confianza en sí mismo y en su misión. La batalla contra el guardián del fragmento no solo había sido una prueba de su fuerza, sino también un recordatorio de lo que estaba en juego.
Al salir finalmente del Bosque de las Sombras, el mundo exterior parecía más brillante y prometedor. Reon y Lysandra se prepararon para el próximo tramo de su viaje hacia Solencia, sabiendo que aún les quedaba mucho por enfrentar.
"Vamos a Solencia," dijo Reon, mirando hacia el horizonte. "Cada paso que damos nos acerca más a nuestra meta. Y ahora, con el fragmento en nuestro poder, estamos un paso más cerca de restaurar el equilibrio en Elaria."
Con la determinación renovada, continuaron su travesía, preparados para enfrentar los nuevos desafíos que les esperaban en su camino.
A medida que avanzaban hacia Solencia, el cielo comenzó a oscurecerse, y un viento frío comenzó a soplar a través del bosque. Reon y Lysandra estaban más atentos que nunca, sabiendo que la oscuridad no se rendiría fácilmente.
"El fragmento parece tener una fuerza propia," comentó Lysandra, observando cómo la luz del cristal iluminaba el camino a medida que avanzaban. "Pero no debemos confiar solo en su poder. La verdadera fortaleza está en nuestra voluntad."
Reon asintió, sosteniendo el fragmento con firmeza. "No podemos olvidar lo que está en juego. Cada paso que damos es crucial."
De repente, el bosque a su alrededor comenzó a cambiar. Los árboles se torcían y susurros inquietantes llenaban el aire. El fragmento vibraba con intensidad, señalando que algo inminente se aproximaba.
"¡Prepárate!" gritó Reon, justo cuando una figura oscura emergió de entre los árboles. Era una sombra en forma humana, con ojos rojos brillando con malevolencia.
"¿Quién es?" preguntó Lysandra, preparando su espada.
"Un sirviente de la oscuridad," respondió Reon, sintiendo la energía maligna que emanaba de la figura. "Debemos enfrentarlo."
La sombra se abalanzó sobre ellos con rapidez, lanzando ataques oscuros que se movían como lenguas de fuego. Reon y Lysandra lucharon con valentía, usando el fragmento para repeler los ataques y encontrar una abertura en la defensa del enemigo.
Finalmente, después de una intensa batalla, Reon logró dirigir un poderoso rayo de luz del fragmento hacia la sombra. La figura gritó y se desintegró en una explosión de oscuridad que pronto se disipó en el aire.
"Eso fue demasiado cerca," dijo Lysandra, respirando con dificultad. "Parece que la oscuridad está más desesperada por detenernos de lo que imaginábamos."
Reon asintió, el fragmento aún brillando con una luz reconfortante en su mano. "Debemos estar preparados para cualquier cosa. Esta es solo una prueba más."
A medida que se adentraban en el bosque hacia Solencia, el desafío se hacía evidente. La oscuridad había sido un recordatorio de que el viaje estaba lejos de terminar. Pero con el fragmento y su determinación renovada, estaban listos para enfrentar lo que viniera.
Con cada paso, Reon y Lysandra se acercaban a Solencia, sabiendo que el verdadero enfrentamiento estaba por venir. La esperanza y la luz del fragmento eran sus guías, y con ellas, estaban preparados para restaurar el equilibrio en Elaria.