Fiera

Se despiden de todos sus familiares quienes en bromas les desean una agradable primera noche de boda y que usen protección hasta que quieran tener bebés, sus mejillas se sonrojan, ambos se sentían incómodos, pues ambos eran vírgenes, ellos compartían la misma mentalidad, que su primera vez sería con la persona que aman.

Pedro Emilio la ayuda a subir al auto y conduce hasta su residencia que no estaba muy lejos, Teresita iba sumida en sus pensamientos, no queria faltarle el primer día de boda, pero se sentia nerviosa, tenia en su mente, un monton de ¿y si?

¿Y si no le gustaba su cuerpo?

¿Y si le parecía bastante inexperta?

¿Y si le molestaba lo que veía?

Esas y muchas dudas pasaban en su mente, jamás le diría que no a la intimidad con su marido, no podia negar que moria de nervios, claro que era inexperta y aunque no ha estado con ningun hombre por esperar por Luis José, desea que su vida junto a Pedro Emilio fuera distinta a todo lo que se imaginó un día.

Pedro Emilio: llegamos (dice sacándola de sus pensamientos)

Teresita: Perdón, estaba distraída.

Pedro Emilio: cariño, te amo, no tienes de que preocuparte, sé que no me amas...

Teresita: no sigas (lo interrumpe) claro que mis sentimientos por ti son sinceros, has estado conmigo en mis mejores y peores momentos, ¿crees que no podría amarte?

Pedro Emilio: no puedo estar seguro si no me lo dices (menciona con un deje de tristeza)

Teresita: te amo Pedro Emilio y si quiero pasar la noche contigo, solo estoy nerviosa de que no te guste y...

Pedro Emilio: ¿cómo puedes pensar que no me gustará? Eres la mujer más hermosa del mundo, la que anhelo con toda mi alma, no importa que seas inexperta, yo tampoco sé mucho de intimidad, nunca he estado con una mujer.

Teresita: ¿nunca lo has hecho con una mujer? (pregunta con asombro)

Pedro Emilio: nunca... ¿Acaso me viste con alguna? O ¿te hablé de alguna mujer que me gustará?

Teresita: no (se sonroja)

Pedro Emilio: alli tienes tu respuesta.

Se acerca y la toma del cuello para rozar sus narices en una suave caricia, sus alientos se mezclan, Teresita enreda sus manos en su espalda dejando leves caricias, se miran con tierno amor.

Pedro Emilio: ¿te gusto? (murmura cerca de sus labios)

Teresita: no me gustas... Me encantas.

Une sus labios con parsimonia saboreando como un dulce, Teresita lo acerca más para profundizar el beso convirtiéndolo en uno apasionado, Pedro Emilio baja su mano en una suave caricia desde su cuello hasta su escote, gime al sentir la suave piel expuesta, se separan del beso para respirar juntando sus frentes.

Pedro Emilio: entremos porque no quiero que nuestra primera vez sea en el auto.

Teresita: jajaja, si, vamos.

Pedro Emilio se baja del auto apresuradamente, corre hasta el lado de la puerta de Teresita y la ayuda a bajar, la abraza por la cintura levantandola y dando una vuelta, se rien y la baja dejando un tierno beso en la mejilla, la toma de la mano y caminan juntos hasta la puerta de la casa, saca la llave de su bolsillo y abre la puerta, pero la detiene antes de que ella de un paso.

Pedro Emilio: como debe ser mi reina, debes entrar en mis brazos.

Teresita: no Pedro Emilio, debo pesar mucho y has estado abrazándome cada que puedes.

Pedro Emilio: es tradición mi amor.

La toma en sus brazos aun en su protesta y con el pie cierra la puerta, está solo puede ser abierta con llave, así camina con ella hasta la habitación donde la deja sobre la cama cubierta de pétalos.

Teresita: déjame detallar la habitación.

Pedro Emilio: tendrás tiempo para eso, ahora solo debes dejar que te ame.

Teresita: pe... Pero...

Pedro Emilio: shu...

Coloca un dedo en sus labios y la hace callar, se acerca besándola con pasión, sus manos buscan la cremallera de su vestido bajando el cierre y con la otra mano acariciando su piel expuesta, Teresita se estremece y lo ayuda a primero quitar su saco, luego desbotona la camisa, acariciando desde su pecho hasta su abdomen.

Suspiran entre sus labios, Pedro Emilio se baja para quitar por completo el vestido, aprovecha para quitar su pantalón, vuelve a la cama ambos en ropa interior, acariciándose piel a piel, Teresita siente pequeñas contracciones en su intimidad mientras más intensos se vuelven los roces haciendo que mas gemidos salgan de sus labios.

Su esposo baja sus besos por todo el cuerpo quitando su ropa interior en el proceso, se deleita los ojos, está fascinado con lo que ve, ella es toda suya, se repite una y otra vez.

Pedro Emilio: eres hermosa.

Teresita: tu también, eres precioso.

Dicen uno al otro con deseo, Teresita termina de quitar la última prenda de su marido, lame sus labios al ver su bulto erecto, apuntando directo a su entrada, los ojos de Pedro Emilio se dilatan al ver la humedad de la entrada de su amada, poco a poco se posiciona entre sus piernas, comenzando a entrar con delicadeza, la besa para que se olvide del dolor.

Y entre besos y caricias, por fin se unen en una hermosa danza llena de placer y amor, dando la consumación de su matrimonio, en un momento íntimo, donde solo podrán demostrarse cuanto se aman el uno al otro, dónde sus cuerpos y almas se convierten en uno solo.